
'Anora' gana el Oscar a mejor película Reuters
'Anora' gana el Oscar 2025 a la mejor película y se proclama como la gran vencedora de la noche
La película de Sean Baker competía con 'The Brutalist', 'A Complete Unknown', 'Cónclave', 'Dune: Parte Dos', 'Emilia Pérez', 'Aún estoy aquí', 'Nickel Boys', 'La sustancia' y 'Wicked'.
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Anora ha logrado el Oscar a Mejor película. En esta categoría competía con The Brutalist, A Complete Unknown, Cónclave, Dune: Parte Dos, Emilia Pérez, Aún estoy aquí, Nickel Boys, La sustancia y Wicked.
El filme protagonizado por Mikey Madison, con un presupuesto de apenas 6 millones de dolares, ha reunido los premios de las principales categorías: Mejor actriz principal, Mejor guion original, Mejor montaje, Mejor dirección y Mejor película. Dado que también es el productor de la cinta, los cuatro últimos galardones de esta lista tienen el sello de un mismo hombre: Sean Baker.
"Viva el cine independiente" ha sido la proclama de Baker al alzar el galardón. Anora, clara vencedora de la noche, reivindica con su triunfo el valor del sello de autor frente a las grandes superproducciones que superan con creces su presupuesto, pero no su calidad, que es incontestable.
La película nos cuenta la historia de Anora, una bailarina de un club de lap dance neoyorquino que oculta sus orígenes eslavos haciéndose llamar Ani. Es, sin embargo, justamente este rasgo identitario el que convertirá a Anora en el objeto de deseo del hijo de un oligarca ruso, Ivan (Mark Eydelshteyn), que se garantizará la compañía en exclusiva de la escort, lo que hará soñar a la joven con un futuro mejor.
Después de consagrarse con Tangerine (2015), rodada con un Iphone, The Florida Project (2017) y Red Rocket (2021), Baker ha encumbrado su carrera con Anora. La historia de la bailarina erótica que se prostituye con un oligarca ruso se hizo con la Palma de Oro en el Festival de Cannes y, desde entonces, no ha dejado de cosechar éxitos entre crítica y público. Tanto es así que ha rentabilizado con creces su coste gracias a la taquilla, con la que ha recaudado 36 millones de dólares.
En su crítica en El Cultural, Manu Yáñez apunta que Baker desea mantenerse "siempre cerca de su protagonista, pero evitando en todo momento juzgarla de forma tajante". El director, en cambio "invita al espectador a participar del encantamiento que experimenta Ani al gozar de los lujos que le provee Ivan. Esto acerca Anora a la fábula de la Cenicienta". Sin embargo, no se contenta con seguir el patrón narrativo de la damisela en apuros, como podíamos ver, por ejemplo, en Pretty Woman, sino que "convierte Anora en una obra que toma al espectador a contrapié, como un bumerán capaz de girar sobre sí mismo en el aire".
"Mi intención es que el público se preocupe por Ani, que esté con ella y participe de sus esperanzas, aunque todos veamos las señales de que son irreales, incluso ella misma", señalaba Baker en una entrevista con El Cultural publicada en octubre del pasado año. De esa forma, reviste al personaje de una dignidad impropia de su oficio: "Los que se dedican al sexo se ven arrastrados por la vergüenza, tienen un estigma, incluso en muchos aspectos están criminalizados. Sin embargo, trabajan mucho, se lo toman en serio y merecen respeto y seguridad".