
Karla Sofía Gascón en los Premios Cesar 2025. Foto: EFE / MOHAMMED BADRA
Una montaña rusa llamada Karla Sofía Gascón: del cielo al infierno y vuelta a empezar
En apenas un mes la actriz ha pasado de ser aplaudida a cancelada por la polémica de sus tuits racistas. Ahora, parece que todo puede acabar bien para ella.
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El año 2025 ha sido una montaña rusa para Karla Sofía Gascón (Alcobendas, 1978). La actriz comenzaba el año postulándose en la carrera por el Oscar a Mejor actriz principal gracias a su trabajo en la película francesa Emilia Pérez. De hacerlo, sería la segunda mujer española —y de Alcobendas— en ganar un Oscar y la primera mujer trans en lograrlo. Viento en popa y a toda vela.
Sin embargo, las primeras notas discordantes empezaban a sonar antes, incluso, de que la cinta cosechara sus 13 nominaciones para los premios de la Academia de Hollywood. La película de Jacques Audiard, un narcomusical que sigue el cambio de género —y de vida— de Manitas (Karla Sofía Gascón), un jefe de cártel que requiere para ello de la ayuda de la abogada de Rita Mora (Zoe Saldaña), empezó a ser acusado desde México de frivolizar un asunto tan dramático en el país como el de la droga. A esto le acompañaba las críticas por la forma de hablar español en la película. Se puso en duda que el equipo hubiera hecho un buen trabajo a la hora de ser fiel al acento mexicano.
Una vez nominada para los premios que se celebrarán la próxima noche del 2 de marzo, Karla Sofía Gascón volvía a ser inmediatamente vilipendiada. El motivo era que algunas opiniones dudaban de la legitimidad de la inclusión de la española en la categoría femenina del premio. La actriz no tardó en alzar la voz contra estas voces discriminatorias. Esto, dentro de lo que cabe, era una controversia que se podía esperar y que se suma a otros debates parecidos que han habido en los últimos años. No obstante, lo que no se podía esperar era lo que se revelaría a lo largo de los días siguientes.
Resulta que la actriz, antes incluso de su cambio de género, tomó como habito publicar comentarios ofensivos, principalmente xenófobos, en su cuenta personal de X (antes Twitter). Una costumbre que se extendió en el tiempo durante varios años. La escritora y guionista Sarah Hagi recopiló todos estos tuits en un hilo para uso y disfrute de toda la red social. Entre los temas que trató la protagonista de Emilia Pérez estaban los debates anticoloniales en torno a la figura de Cristóbal Colón, el asesinato de George Floyd y el islam.
También había un mensaje a la Academia de Hollywood: "Cada vez más los Oscars se parecen a una entrega de premios de cine independiente y reivindicativo, no sabia si estaba viendo un festival afrokoreano, una manifestación Blacklivesmatter o el 8M. Aparte una gala fea fea. Les faltó darle un premio al corto de mi primo que es cojo".
A esto se sumaban otras cuestiones que salieron a la luz por esos días, como unos comentarios de Gascón durante una entrevista a un medio brasileño sobre Fernanda Torres, que compite con la española por el galardón gracias a su papel en Aún estoy aquí, y una supuesta campaña de desprestigio orquestada por gente cercana a ella.
A este golpe le siguió una reacción de rechazo generalizado. Su director, Jacques Audiard —que también estaba rodeado de polémica por unos comentarios desacertados sobre el idioma español—, cargaba contra ella asegurando que debe "responsabilizarse de sus actos" y la acusaba de torpedear las opciones al Oscar de sus compañeras de reparto. Audiard también recriminaba a la actriz que se hiciera "la víctima", algo que, a su juicio, era "sorprendente". "Es como si pensara que las palabras no duelen". Zoe Saldaña, una de sus compañeras en Emilia Pérez y también aspirante —y favorita— al Oscar a mejor actriz de reparto aseguraba estar devastada: "Nunca en un millón de años creí que estaríamos aquí", confesaba.
Gascón concedió a continuación una entrevista a la cadena CNN, sin conocimiento o consentimiento de Netflix, en la que aseguraba no haber "cometido ningún crimen". Pidió disculpas, eso sí, a todas las personas que pudieran haberse sentido ofendidas por su manera de expresarse y negaba la veracidad de algunos de los textos salidos a la luz. Tras esto, aseguró que no hablaría más del tema.
La polémica tuvo consecuencias profesionales: la editorial Dos Bigotes anunciaba a los pocos días que finalmente no editarían en España la biografía de la actriz (publicada en México en 2018); Netflix, la distribuidora de Emilia Pérez en Estados Unidos apartaba a la actriz en la campaña de promoción de la película. Todo apuntaba a que podía ser el final de la carrera profesional de Gascón, que había alcanzado la cumbre apenas un mes antes. El filme, que en un principio partía como favorita en varias categorías durante la temporada de premios, parecía ahora que iba a sufrir las consecuencias de la cancelación de su protagonista. Además, la actriz rechazó asistir a varias entregas de premios, entre ellas los Goya, los BAFTA y los Critics Choice Awards.

Jacques Audiard con el premio a Mejor película de habla no inglesa en los BAFTA. Foto: TOLGA AKMEN / EFE
Pero, curiosamente, al terremoto de los primeros días le siguió muestras de apoyo y comprensión hacia la actriz, con declaraciones públicas que rechazaban el linchamiento y defendían el "derecho a equivocarse". En este sentido, por ejemplo, hablaba Antón Álvarez (C.Tangana) en su discurso de recogida del Goya a Mejor película documental por La guitarra flamenca de Yerai Cortés: "Seamos comprensivos, perdonemos y dejemos que la gente se equivoque, cuanto mayor es el error, más necesitamos que nos perdonen los demás".
En esos mismos premios, Emilia Pérez lograba el Goya a Mejor película europea. A este galardón se le sumaba más tarde el logrado en los BAFTA, donde Zoe Saldaña ganaría también en la categoría de Mejor actriz de reparto. Actriz y película repetirían galardón en los Critics Choice Awards. En la recogida del galardón en los BAFTA, Jacques Audiard agradecía su trabajo a su "maravilloso elenco, Karla, Selena, Adriana". La película parecía haber sobrevivido al desastre y no se veía afectada en las principales citas internacionales.
Quizás, por eso mismo, porque parece que lo peor ya ha pasado sin mayores consecuencias para la película en la temporada de premios, la actriz vuelve al frente de los focos para las siguientes citas. Hace unos pocos días que finalmente sí que asistiría a la gala de los Oscar.
También acudió el pasado viernes 28 de febrero a los Premios Cesar del cine francés, sentándose, eso sí, separada del resto del equipo de Emilia Pérez. Durante la alfombra roja, respondió lanzando besos a las peticiones de los periodistas de que se acercara para responder a sus preguntas. Ni Gascón ni Saldaña, ambas nominadas en la categoría de Mejor actriz, se llevaron el galardón. La película, sin embargo, sí que salió premiada en las categorías de Mejor película y Mejor dirección, con lo que, de nuevo, no parece que le haya pasado factura el descalabro de su actriz principal.
Aún así, la actriz sigue con su casillero personal a cero desde que estalló su escándalo. Todo apunta a que la actriz no se llevará a casa el Oscar a Mejor actriz principal, muy disputado entre Demi Moore (La sustancia) y Mikey Madison (Anora). Lo que sí que es posible es que, al contrario de lo que se auguraba hace apenas unas semanas, este no sea el final de la carrera de Gascón.