El Festival de Nimes celebra, hasta el día 23, dos décadas de trayectoria entre la tradición y la vanguardia del flamenco. Su programa tiene el doble de citas y en él destacan dos cantaores, el asiduo Diego Carrasco y un debutante Antonio Campos, que triunfa en Francia.

Ha pisado los teatros de Río de Janeiro, Nueva York, Londres, Tokio o París prestando su voz para grandes figuras de la danza: Javier Latorre, Mario Maya o Antonio Canales, entre otros, pero lo que realmente motiva al joven granadino Antonio Campos es el sueño hecho realidad de verse ante el público del Cour d’Appel, en Nimes, donde ofrecerá su primer concierto como solista fuera de España.

Pasar de ser un cantaor "de atrás" a otro "de adelante", si utilizamos la jerga flamenca, supone un paso notable en su carrera profesional. Y más en esa bella e histórica ciudad del sur de Francia, "donde existe una afición entendidísima y sensible que tiene claro que el flamenco es uno de los iconos culturales de nuestro país, aunque la mayoría de los españoles lo más cercano que ven del flamenco es una pandereta", declara a El Cultural el cantaor, que ha dejado sorprendida a la crítica especializada con su primer disco, Corral del Carbón.

Desde ayer y hasta el próximo 23 de enero se celebra el Festival de Nimes, que este año cumple su vigésima edición. Para su director, Patrick Bellito, "es un ciclo que siempre ha estado abierto a todas las tendencias, donde el cante, que es el corazón del flamenco, ocupa un lugar destacado, valorando el trabajo de los más jóvenes y rescatándolos del fondo del escenario para ofrecerles la oportunidad de una actuación como protagonista". El Festival, que se ha convertido en una de las señas de identidad de Nimes, ha preparado una programación de aniversario que es todo un homenaje a los que a lo largo de esas dos décadas han ido pasando -algunos en distintas oportunidades- por la capital del departamento de Gard para presentar sus espectáculos y conciertos: Rocío Molina, Miguel Poveda, Mayte Martín o Israel Galván, al que este año acompaña su hermana Pastora. "Se trata de un acontecimiento muy especial en el que los artistas que intervienen forman parte de nuestra historia", afirma Patrick Bellito. Esta opinión del director emociona a Javier Barón, Premio Nacional de Danza 2008, que después de girarlo por Los ángeles, Miami, París, Sevilla, Dusseldorf o Jerez, lleva a Nimes Dos voces para un baile, un espectáculo íntimo y minimalista, sin escenografía, que es una mirada hacia atrás, a sus comienzos, para recordar de dónde viene. El cielo de tu boca, con las campanas de Llorenç Barber, es el prodigioso montaje que Andrés Marín presenta en Nimes sabiendo que el público, valiente y receptivo a las nuevas propuestas, ha ido viviendo de cerca gran parte de su trayectoria.

Por su parte, Diego Carrasco, que acude con El tiempo del diablo y que es una verdadera estrella en la comarca, nos confiesa su pasión por esta cita: "El Festival de Nimes me estimula y me hace trabajar con más dedicación. Siento un especial compromiso ante esa gente tan cálida, tan preparada y, a la vez, tan respetuosa". El Cabrero, que en más de una ocasión ha abarrotado los coliseos franceses y que publicó un disco titulado París 94, va a hacer un concierto "de cantes sin aditivos, ahondando en la raíz, ante personas que saben entender el flamenco".