Image: Pirandello y sus revolucionarios

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Teatro

Pirandello y sus revolucionarios

Joan Ollé presenta "Seis personajes en busca de autor" en Barcelona

15 enero, 2004 01:00

Marta Marco y Lluis Marco, hija y padre en la ficción y en la vida real. Foto: Ros Ribas

Obra imprescindible para entender la evolución del teatro moderno, Seis personajes en busca de autor no pierde su vigencia ni transgresión. El 15 de enero el director Joan Ollé estrena su versión "revisada" de la obra de Luigi Pirandello en el Lliure de Barcelona con un reparto encabezado por Aleix Albareda y Xavier Albertí.

Mezclar "lo verdadero y lo falso y confundirlo todo en una sola niebla". Así sentaba Miguel de Unamuno las bases de la "nivola" en su obra más transgresora, Niebla. El padre de San Manuel Bueno, mártir enfrentaba en ella a la criatura con su creador, al padre con su hijo. Siete años después, en 1921, Luigi Pirandello hizo temblar los cimientos tradicionales del teatro con sus Seis personajes en busca de autor, obra que tiene su origen en los cuentos del propio Pirandello La tragedia de un personaje, El hombre solo y Coloquio con los personajes.

La muerte del pater literario se traduce, en muchas ocasiones, en una rebeldía nietzcheana que enfrenta al personaje, insatisfecho de su condición, con el escritor. Muchos años más tarde la ciencia ficción encontró en este tema un filón al que Philip K. Dick supo sacarle punta como nadie en Do Androids Dream of Electric Sheep? Esa rebeldía es la que lleva a los replicantes de Blade Runner -adaptación cinematográfica de la obra de Dick- a terminar con la vida de su creador.

Metateatro
La atormentada vida de Pirandello -arruinado, su mujer enloquece y agota sus días en un manicomio- puede que le llevara a realizar este ajuste de cuentas con la realidad a manos de sus criaturas. De esta forma, seis personajes se enfrentan a los actores que les dan vida en escena. El planteamiento metateatral, el juego del teatro dentro del teatro, se convirtió en un audaz recurso y una técnica recurrente en autores posteriores.

La identidad y la ambigöedad entre realidad y ficción -augurada por Calderón en La vida es sueño y con la que Ionesco se divierte en El rey se muere- son algunos de los aspectos de la obra en los que profundiza el director catalán Joan Ollé en esta versión "actualizada" de Seis personajes en busca de autor que hoy se estrena en el Lliure de Barcelona protagonizada por Aleix Albared y, Xavier Albertí, entre otros. El que fuera director del Festival de Sitges durante nueve años se atreve con esta obra clásica y, como él confiesa, llena de dificultades. "Josep Maria Muntanyés me propuso dirigirla hace dos años. Yo releí la obra y no me atreví a representarla. Ahora me he arriesgado a hacerla por su dificultad y por su incomprensión", dice Ollé. La calidad secreta de las palabras ha ayudado al director a afrontar un texto pesimista pero no exento de humor. La obra, a pesar de representarse a menudo, tiene 83 años y cierta "necesitad de revisión", ya que según Ollé "parece anclado en su tiempo". Por eso el director ha adaptado el texto al catalán y ha encontrado su vigencia al propiciar el encuentro entre los personajes y una compañía de teatro en la Barcelona de hoy en día. "Pirandello tiene una escritura demasiado cerebral y retórica. El tiempo han hecho necesaria una adaptación".

Los personajes de esta obra son un padre, su hijastra, el hijo, la madre y los dos hermanos pequeños. Todos ellos forman parte de la obra que el autor no terminó de escribir pero que, sin embargo, tienen la necesidad imperiosa de seguir viviendo. Por eso, deciden acudir a su director para que les ayude en su drama. La exploración de la desintegración de la personalidad que hace Pirandello fue un antecedente para Genet. El "teatro dentro del teatro" no es, empero, un hallazgo del italiano. Se trata de un tema clásico que ya fue empleado por Shakespeare en El sueño de una noche de verano y Hamlet, aunque Pirandello explora desde un prisma nuevo las brumosas fronteras entre realidad y ficción, anticipándose a corrientes posteriores como el teatro de la anti-ilusión de Bertolt Brecht o al conflicto entre verdad y apariencia en la obra de O’ Neill.