Valèria Sorolla y María  Cerezuela en un ensayo de 'Primera sangre'. Foto: Luz Soria

Valèria Sorolla y María Cerezuela en un ensayo de 'Primera sangre'. Foto: Luz Soria

Teatro

'Primera sangre': los asesinatos de niñas que azotaron los crueles años 90 llegan al teatro

A caballo entre cuento de fantasmas, autoficción y documento, la nueva obra de María Velasco invoca al espectro de una niña desaparecida y asesinada en 1991.

26 abril, 2024 02:04

Laura Domingo estaba jugando con unos amigos en un parque cerca de su casa en Burgos cuando, la tarde del 8 de abril de 1991, la vieron alejarse de la mano de un adulto hasta desaparecer. Era la víspera de su sexto cumpleaños. Veinte días después su cuerpo fue encontrado por una pareja que paseaba por la ribera del río Arlanzón.

La dramaturga María Velasco (1984), también burgalesa, tenía entonces 6 años, la misma edad que la menor, y aún recuerda el cartel de ‘Se busca’. “Fue un impacto –comparte con El Cultural–, era como oír un rumor incómodo, pero sin poder comprenderlo del todo porque era un tema tabú”.

Hubo manifestaciones en la escuela y en los foros sociales, “pero se procuró no hablar del trauma que todo eso podía dejar en las coetáneas y en las vecinas de la víctima”. Aquella imagen fue loprimero que le vino a la cabeza cuando, 30 años después, una amiga de su ciudad natal le contó que estaba embarazada y empezó a escribir Primera sangre, la obra que este viernes sube al escenario del Teatro Valle-Inclán.

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“Es una inspiración remota, ficcionada y fantaseada, de aquel caso real que sucedió a principios de los 90 y que coincidió, además, con otros sucesos que fueron bastante más conocidos”.

Entre aquel trágico asesinato y el mediático crimen de Alcàsser, donde secuestraron, violaron, torturaron y mataron a tres adolescentes –Miriam, Toñi y Desirée–, hubo menos de un año de diferencia. También el ruido –o la “basura mediática”–, había sido menor.

“El fantasma de la niña recuerda que ni siquiera las muertas están a salvo”. María Velasco

Esos primeros compases de la década fueron bastante sangrientos”, añade Velasco, que indaga aquí sobre el impacto que estos feminicidios o desapariciones causan en un vecindario y el modo en que la sociedad los aborda.

“Siempre he pensado que el periodismo seguía autopsiando a las víctimas, después de muertas, aportando sus datos personales. No se trata de un caso concreto, porque entonces lo estaríamos reduciendo al suceso, sino que se habla de esa violencia generalizada y de cómo aquello afectó a la idea del peligro, del miedo y de la libertad”. Una educación, un proteccionismo, que estrechó, incluso, el espacio para jugar en la calle, donde Laura fue secuestrada.

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“Nos limitó a nosotras a la hora de disponer del espacio público durante la adolescencia y la edad adulta. El caso es un disparador de cómo las niñas viven un pulso muy terrible entre el miedo y esa libertad. O cómo aveces evitando el peligro evitamos también la vida y cómo estamos, de alguna manera, restringiendo nuestro potencial vital”.

Inspirada en este caso real, Primera sangre parte de un fenómeno singular, la desaparición de una niña cuyo cuerpo aparece con signos de asfixia, que vuelve, a modo de fantasma, para visitar a una de sus vecinas. 

Javiera Paz y Francisco Reyes. Foto: Luz Soria

Javiera Paz y Francisco Reyes. Foto: Luz Soria

Llamémoslo miedo, trauma o herida, pero se hace presente –explica su autora–. Ese fantasma va a agudizar una conciencia en cada una de ellas. También en el policía responsable del caso que, como padre y marido, ha vivido el género de una determinada manera y acaba atravesado de tal forma que experimenta una especie de epifanía o despertar hacia una nueva sensibilidad”.

Sobre el escenario, dos grandes promesas forman un poderoso dueto: Valèria Sorolla, nominada al Goya a Mejor Actriz Revelación en 2023 por su papel en La consagración de la primavera de Fernando Franco, y María Cerezuela, Goya a Mejor Actriz Revelación en 2022 por su interpretación en Maixabel de Icíar Bollaín. Ambas, en un reparto “híbrido y diverso”, estarán acompañadas por la bailarina y coreógrafa chilena Javiera Paz, el actor Francisco Reyes y la cómica y guionista Vidda Priego.

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Para darle forma a todo esto, la dramaturga apuesta por el movimiento, la música y la palabra. “La vida es respirable gracias a la poesía y al humor –tercia –. Tratamos un tema sórdido y muy delicado, pero creo que hay un poco de esto en la puesta en escena. Es una poesía que no es solo verbal, sino que incluye al tratamiento plástico del escenario. Hemos colaborado con un escultor maravilloso, Enrique Marty, que anteriormentehabía trabajado con Angélica Liddell, y hay una plástica visual poderosa”.

Entre la autoficción y el documento, esta obra es, además, un cuento de fantasmas. “Justamente porque, como se decía antaño, a veces el autor tiene algo de médium, de chamán, y de esas voces del más allá que no se sabe muy bien de dónde llegan. También de hacer visible aquello que quizás es invisible, pero está patente. Estas ausencias y estas muertas, que son muertas políticas también, de violencia de género son ausencias que nos rodean, que nos definen, que precisan nuestros miedos y nuestras conductas”.

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En ese sentido, añade, el teatro siempre ha resucitado fantasmas. Desde la antigua Grecia hasta la tradición japonesa o la dramaturgia de Shakespeare. “Con ellos siempre hay miedos y expectativas. Los franceses lo llamaban revenant –regresados o renacidos–. Pero el espectro de mi obra no es un espíritu beligerante quepida venganza, como los fantasmas shakesperianos, no es un fantasma del patriarcado. Es un fantasma que, de alguna manera, viene a revolver las conciencias y recordarnos que ni si quiera las muertas están a salvo y que hay que repensar esas muertes”.

Mantiene Velasco que ella siempre escribe sobre la herida, una herida que en este caso es compartida. “Escribo sobre ella para intentar generar luz”. Más de treinta años después, el caso de Laura Domingo permanece sin resolver, pero no se ha olvidado. El eco de su memoria, y el de otras niñas asesinadas, resonará con fuerza, hasta el próximo 2 de junio, también en los escenarios.