El exdiplomático David Chienkuo Wu, en una escena de la obra. Foto: Claudia Ndebele

El exdiplomático David Chienkuo Wu, en una escena de la obra. Foto: Claudia Ndebele

Teatro

Taiwán abre su embajada en el Teatro Valle-Inclán

El CDN arranca su temporada con 'This Is Not an Embassy (Made in Taiwan)', la última obra de la prestigiosa compañía Rimini Protokoll que indaga en los entresijos de la diplomacia.

20 septiembre, 2024 01:57

Como Estado independiente no reconocido por la ONU y excluido de organizaciones internacionales como la OMS, Taiwán vive hoy una situación compleja. “Solo 14 de sus misiones diplomáticas tienen estatus de embajadas”, explica Stefan Kaegi (Soleura, Suiza,1972). Enfrente, China, la segunda economía del mundo, se niega a reconocer su independencia.

Coproductor de la compañía de teatro Rimini Protokoll,  junto a Helgard Haug y Daniel Wetzel, a Kaegi le gusta abordar los complejos protocolos diplomáticos en sus trabajos –Schwarzenbergplatz o Conferencia Mundial sobre el Clima–. La última de sus obras donde lo hace, This Is Not an Embassy (Made in Taiwan), inaugura temporada en el CDN y podrá verse del 20 al 22 en el Valle-Inclán.

En ella una activista digital (Chiayo Kuo), un exdiplomático (David Chienkuo Wu) y una música y heredera de una empresa de té de burbujas (Debby Szu-Ya) tratan de desgranar la situación de Taiwán y crear a partir del teatro, con un juego de video en directo, una especie de embajada ficticia.

Tras seleccionarlos después de entrevistar a otras 70 personas, Kaegi cuenta a El Cultural: “Pasamos por un proceso largo y muy complejo durante meses de ensayos en los que todos negociaban constantemente lo que ellos y los demás podían decir en el escenario. Fue un proceso emotivo y también muy enriquecedor en el que nuestra dramaturga Szu Ni Wen jugó un papel clave moderando y explicando entre todas las partes”.

Los ensayos se llevaron a cabo inicialmente en el Théâtre de Vidy Lausanne, en Suiza. “Era una zona en la que la gente podía hablar entre sí, algo que en su país de origen tal vez sólo se gritaría o no se hablaría en absoluto. Recopilamos imágenes, creamos miniescenarios de sus recuerdos y posiciones biográficas y políticas. Y en la recreación de estas situaciones, y en la combinación con proyecciones y música, fue posible llevar los debates un paso más allá, gracias a la fuerza del teatro”.

"Esto no es una performance de agitación y propaganda, sino una obra con tres historias muy humanas". Stefan Kaegi

This Is Not an Embassy... trata sobre la diplomacia y la complejidad de la coexistencia de opiniones diversas. “Tenemos posiciones muy diferentes en el escenario: Chiayo es una activista de una ONG que quiere convencer a los países europeos de que permitan a Taiwán formar parte de organizaciones internacionales como la ONU o la OMS. No quiere que China se acerque más y aumente su influencia en la política taiwanesa. Wu, por el contrario, se siente ‘genética y culturalmente chino’ y no querría que su gobierno hiciera nada que pudiera molestar a la China continental”.

Una tensión política que se hace evidente fuera de las tablas, pero que es tratada de manera rigurosa y equilibrada. “Hubo llamadas telefónicas nerviosas a los ministerios oficiales de la Embajada de China en Suiza antes –enfatiza el 'antes'– del estreno. Pero no volvimos a saber de ellos. Estoy seguro de que enviaron gente a ver nuestra obra y no estuvieron de acuerdo con todo lo que se dice en el escenario. Pero entendieron que esto no es una performance de agitación y propaganda, sino más bien una pieza con tres historias muy humanas sobre diferentes generaciones con distintas opiniones”.

Chiayo Kuo, Debby Szu-Ya y Chienkuo Wu en 'This Is Not an Embassy'... Foto: Claudia Ndebele

Chiayo Kuo, Debby Szu-Ya y Chienkuo Wu en 'This Is Not an Embassy'... Foto: Claudia Ndebele null

Para recrear esta particular embajada ficticia, Kaegi utiliza un juego de video en directo –gracias al uso de pequeñas cámaras y de una pantalla gigante–, una herramienta que ya utilizara en una de sus primeras obras, Mnemopark.

Taiwán ha explicado, por su parte, la dramaturga Szu-Ni Wen, es como el diseño de esta escenografía: “Hay muchísimas capas e incluso para mí, como taiwanesa es muy difícil penetrar a través de tantas capas. Por eso tenemos que oír historias de mucha gente y todavía yo estoy tratando de encontrar mi propia perspectiva, mi visión para poder entender la situación geopolítica de Taiwán. También desde un punto de vista global: cuál es nuestra relación con nuestros vecinos, pero también con un país tan lejano como Suiza. Mi país está a la vez desapareciendo y deviniendo”. Ahora, del 20 al 22 de septiembre, el CDN será también su embajada.