María Goiricelaya, autora teatral: "Las familias están llenas de monstruos impunes"

La insumisa de Cristina Peri Rossi.

¿Cuál es el libro que más le ha ‘autoayudado’?

El año del pensamiento mágico de Joan Didion.

Si no hubiera podido dedicarse al teatro, ¿qué hubiera querido ser?

Me hubiera gustado ser espía, trabajar en la CIA e intercambiar documentos en una cafetería del aeropuerto de Moscú (ha sido un sueño bastante recurrente), aunque seguramente hubiese sido periodista.

Vuelve al teatro con El nadador de aguas abiertas. ¿Qué le sedujo del libro de Adam Martín Skilton?

La franqueza. La forma tan directa de narrar de Adam.

¿Es la amistad nuestro mayor salvavidas?

Sin duda. Para mí es un tesoro. Mis amigas son mi salvavidas, mi faro y mi hogar.

¿Y la familia nuestro mayor enemigo, como aparece en Festen?

Probablemente. Yo no tengo quejas con la mía, soy muy afortunada y adoro a mi familia, pero sí; las familias están llenas de monstruos impunes.

Acaba de estrenar Filtro en Uruguay, ¿cómo ha sido esa experiencia?

Memorable. Vivir en Montevideo, dirigir a intérpretes de altísimo nivel, el calor de la gente, su increíble nivel cultural… No podría haber sido mejor.

¿La función del teatro es agitar conciencias, despertar emociones?

Despertar emociones seguro (sea cual sea la emoción). Lo de agitar conciencias lo dejo sólo para algún tipo de teatro… Si no, sería agotador.

Un acontecimiento histórico que le habría gustado vivir in situ. ¿Por qué?

La caída del muro de Berlín. Creo que tuvo que ser muy emocionante ver cómo el mundo se reorganizaba de repente después de tanto dolor.

Un disco/canción que se ponga en bucle estos días.

¿A dónde van?, de Silvio Rodriguez.

¿Cuál es la serie que ha devorado más rápido? ¿Diría, por cierto, que es la mejor que ha visto? ¿O es otra?

Mare of Easttown. La devoré, aunque creo que tengo otras favoritas… The Office, por ejemplo, está en mi top tres.

¿En qué película se quedaría a vivir y en cuál no aguantaría ni un minuto?

Me quedaría a vivir en Amor a quemarropa, de Tony Scott, y no aguantaría ni un minuto en Torrente.

¿Ha experimentado alguna vez síndrome Stendhal? ¿Ante qué?

Síndrome de Stendhal no… porque no se trataba de una obra artística, pero sí recuerdo sentarme sola en el Valle de la Luna y, al admirar aquel espectáculo de la naturaleza, sentir una felicidad, una emoción, nunca experimentada.

No se muerda la lengua, díganos algo que ya no soporte del mundillo cultural.

La insolidaridad; las personas que no son capaces de sostener a las y los compañeros, de mirar con amor los trabajos del resto; quienes no celebran el éxito ajeno.

Una obra, autor o grupo sobrevalorado.

La onda vaselina.

Un placer cultural culpable.

Las sagas de cine de acción de los 90: La jungla de cristal, Arma letal, Indiana Jones… Dame de eso.

¿Cuál es la última exposición a la que ha ido?

Impresiones… Filtro/ Clave 52 de Vladimir Muhvich. Una reflexión sobre dónde nace la violencia absolutamente valiente y necesaria.

¿La Inteligencia Artificial matará la creación artística?
Estoy segura de que no. La IA no puede sentir y eso es fundamental para crear.

España es un país…

Curioso “y los españoles, muy españoles y mucho españoles”.