A la izquierda, el mausoleo descubierto por el equipo anglo-egipcio. A la derecha, fragmentos de vajilla de alabastro con inscripciones. Foto: Ministry of Tourism and Antiquities

A la izquierda, el mausoleo descubierto por el equipo anglo-egipcio. A la derecha, fragmentos de vajilla de alabastro con inscripciones. Foto: Ministry of Tourism and Antiquities

Historia

Descubierta en Egipto la primera tumba de un faraón en más de 100 años

Es la sepultura de Tutmosis II, último de los reyes de la dinastía XVIII que quedaba por localizar. El anterior hallazgo de estas características (Tutankamón) data de 1922. 

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Ángel Mora
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El Ministerio de Antigüedades egipcio anunció el pasado martes el descubrimiento por parte de unos arqueólogos británicos y egipcios de la tumba del faraón Tutmosis II en el la zona del valle del Monte de Tebas, cerca de la ciudad de Luxor. Se trata del último de los sepulcros que faltaba por localizar de la dinastía XVIII (1575-1295 a.C.), a la que también pertenecía el conocido Tutankamón. 

Fue precisamente la de este último el anterior descubrimiento de estas caracteristicas, llevado a cabo en 1922 por el egiptólogo inglés Howard Carter. El hallazgo de este mausoleo ocurrió durante  las excavaciones de la tumba número C4, cuya entrada y pasaje principal fueron encontrados en 2022 a unos 2,4 kilómetros al oeste de la zona del Valle de los Reyes, en el sur del país. La misión que ha hecho este hallazgo consiste en una colaboración entre el Consejo Supremo de Antigüedades y la New Kingdom Research Foundation (NKRF).

Debido a su cercanía con las tumbas de las esposas de Tutmosis III y la reina Hatshepsut, en un principio se creyó que el mausoleo pertenecía a una concubina real. Pero algunos artefactos encontrados en el recinto, entre los que se encuentran fragmentos de vasos de alabastro decorados con inscripciones del nombre del rey Tutmosis II como el "rey fallecido" junto con el nombre de su principal esposa real, Hatshepsut, lo que confirma la identidad del propietario de la tumba.

Tutmosis II reinó duante un período corto de tiempo, de 1517 a 1513 a. C. Se casó con su medio hermana, Hatshepsut, ambos hijos del faraón anterior, Tutmosis I. La pareja tuvo un único descendiente, Neferura. Sin embargo, el faraón tuvo otro hijo con una concubina, quien acabaría siendo Tutmosis III. Dado que el sucesor era demasiado joven para gobernar, Hatshepsut asumió la regencia y pospuso de forma indefinida el matrimonio entre el nuevo rey y su hija. 

Por su parte, el jefe de la misión arqueológica del lado inglés, Piers Liserland, explicó que la tumba se caracteriza por un diseño arquitectónico sencillo, núcleo de las tumbas de los sucesivos gobiernos de Egipto después de Tutmosis II durante la XVIII Dinastía.

Algunos fragmentos de la vajilla encontrados en el interior de la tumba de Tutmosis II. Foto: EFE / Ministerio de Antigüedades de Egipto

Algunos fragmentos de la vajilla encontrados en el interior de la tumba de Tutmosis II. Foto: EFE / Ministerio de Antigüedades de Egipto

Asimismo, aseguró que la tumba incluye un corredor con un suelo cubierto con una capa de yeso blanco, que conduce a la cámara funeraria en el corredor principal de la tumba, donde el nivel del suelo es aproximadamente 1,4 metros más alto que el suelo de la propia cámara. Se cree que se utilizó para transportar el contenido de la tumba principal, incluido el cuerpo de Tutmosis II.

Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades ha descrito este hallazgo como uno de los más significativos en décadas. "Esta es la primera vez que se descubren artefactos funerarios pertenecientes a Tutmosis II, ningún museo del mundo posee esta clase de artilugios", ha apuntado. 

La tumba de Tutmosis II, recientemente descubierta. Foto: EFE / Ministerio de Antigüedades de Egipto

La tumba de Tutmosis II, recientemente descubierta. Foto: EFE / Ministerio de Antigüedades de Egipto

"Pese a su importancia, la tumba se ha encontrado en malas condiciones, dado que se inundó durante la Antigüedad poco después del fallecimiento del faraón. El agua provocó enormes desperfectos, lo que ha resultado en la perdida de muchas piezas originales, que se cree que fueron relocalizadas, ha informado Mohamed Abdel Badei, líder del equipo egipcio que forma parte de la misión. 

Litherland también ha señalado que la tumba tiene una anomalía, su segundo pasillo. En un principio se pensó que se trataba de un tunel construido por ladrones de tumbas. No obstante, ciertas contradicciones, como que este sector haya sido ampliado en dos ocasiones y reforzado con yeso, apunta a otra funcionalidad que todavía se desconoce.