Antoni Tàpies: 'Figura sobre fusta cremada', 1947.

Europa Press
El presidente de la Fundació Tàpies e hijo del artista, Miquel Tàpies, presentó hoy con el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, la renovada sede, fruto de la unión de "responsabilidad cívica, apuesta política y osadía alocada", y urgió a las instituciones a aprobar el contrato-programa "para dar estabilidad a las relaciones", a lo que Montilla respondió que estará listo antes de verano.

Antoni Tàpies entró en la sala con su esposa, Teresa Barba, y saludó con afecto al arquitecto Oriol Bohigas. Durante el parlamento de la directora del centro, Laurence Russel, ésta le llamó la atención con cariño, porque el artista estaba hablando en voz alta con el conseller de Economía y Finanzas, Antoni Castells: "Antoni, por favor. ¿Puedo empezar?", le dijo.

Tras el acto visitaron las instalaciones, pero no la escultura Mitjó porque la lluvia lo impedía. La fundación se abrió en 1990 y se cerró al público en enero de 2008 para hacer la reforma integral que se inauguró hoy con más de cien personalidades del arte y políticos.

En la visita se pudo contemplar la exposición de apertura, Antoni Tàpies. Los lugares del arte, que incluye obras del artista realizadas en las dos últimas décadas y contrapuntos de obras de mediados de los años 40 -que son su germen-, además de una selección de obras de la colección privada de Tàpies.

Montilla aseguró que lo que hoy se celebró fue la "fiesta del reencuentro del universo de Tàpies con la ciudad", tras los más de dos años de reformas, y reveló que en privado le había expresado al artista su "sincera admiración por su personalidad, su forma pausada de ver el mundo e intentar comprenderlo". Para finalizar, citó una frase del Llibre dels Fets, de Jaume I, que encabeza una obra de Tàpies, Les quatre grans cròniques, que luce en la Generalitat: "La fe sense obra morta és", es decir que la fe sin obras no perdura, ni al revés, opinó.

Un comentario que hizo sonreír a la esposa del artista fue el que hizo Hereu, recordando que cuando ha ido a su casa durante estos dos años le preguntaron con insistencia cuando estaría acabada la obra, para poder reabrir la fundación. La petición del alcalde fue que consigan visitas de todas las generaciones, que acudan a "contemplar, experimentar y hacer divulgación", ya que la renovada Tàpies es "un nodo en una red muy importante" de la cultura de la ciudad, formada también por el Museu d'Art Contemporani de Barcelona (Macba), La Virreina y las fábricas de creación.

Paciencia proverbial
Contentos con la reforma realizada por el arquitecto Iñaki Ábalos, la familia Tàpies estimó que su intervención hace que "resalte el espíritu industrial del edificio" y, tras agradecer a las instituciones y a las personas que lo han hecho posible, Miquel Tàpies hizo una mención especial al equipo de la fundación "por su paciencia proverbial", ya que durante mucho tiempo trabajaron en el edificio en obras.

Entre las personalidades que asistieron al acto también se contaron los otros hijos del artista, Clara Tàpies y Toni Tàpies; la antigua directora de la fundación, Núria Anguita; el director del Museo Reina Sofia, Manuel Borja-Villel y la comisaria de exposiciones Pilar Parcerisas.

De las instituciones acudieron el conseller de Cultura y Medios de Comunicación, Joan Manuel Tresserras; el delegado de Cultura del Ayuntamiento, Jordi Martí; el secretario de Cultura, Lluis Noguera; el director del Consell de la Cultura i de les Arts (CoNCA), Francesc Guardans; el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento, Ramon García-Bragado, y el director del Institut Ramon Llull (IRL), Josep Bargalló.