Mario Obrero: "Hay que elevar los presupuestos en cultura al nivel del Ministerio de Defensa"
Filólogo y poeta, el ganador más joven del Premio Loewe y presentador de 'Un país para leerlo' publica ahora 'Tiempos mágicos' (La Bella Varsovia).
20 abril, 2024 02:17¿Qué libro está leyendo estos días?
En mitad de tanto fuego, de Alberto Conejero.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
El poco tiempo que tenemos como sociedad.
¿Con qué personaje le gustaría tomarse un café mañana?
Me encantaría un café con mi tatarabuela Sandalia, aunque supongo que comeríamos más bien unas gachas.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
No, seguramente alguno de la serie Elmer el elefante multicolor.
¿Cuáles son sus hábitos de lectura: es de tableta, de papel, lee por la mañana, por la noche...?
Soy muy de papel y me encanta leer en trayectos de metro, viajes…
Cuéntenos una experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.
La Fundación Centro de Poesía José Hierro de Getafe. Está en mi barrio y tuve acceso a ella desde los seis años.
¿Son estos Tiempos mágicos para la poesía?
La magia pasa también por la magia negra, la confusión e incluso el engaño. Creo que en la polisemia de la palabra está la respuesta.
¿Qué importancia tiene en su libro el lenguaje?
Asombrarse por el lenguaje es uno de los mayores gestos poéticos, y de los más gratos. La patria de las palabras desarticula otras mediciones geopolíticas del mundo.
¿Y la memoria?
Es la responsabilidad más hermosa que puede tomar la poesía: escuchar desde los lugares ágrafos de la existencia, exiliados, perdedores o desaparecidos en las fosas.
¿Los collages del libro son otra forma de hacer/ser poesía?
Sí, tengo una relación muy limitada con la pintura pero precisamente eso hace interesante el collage: trabajo desde la inocencia y la indagación.
Si, como escribe en el libro, “no hay belleza donde no hay miedo”, ¿a qué teme como poeta?
A degradar la pulsión civil y política que contiene la poesía. Es más fácil ser poeta en los papeles, pero la poesía está en las calles, en las luchas y en los sueños colectivos.
Fue el ganador más joven del Premio Loewe: ¿se lo han perdonado algunos colegas que recelaban de usted?
Me sorprende la manida expresión “insultantemente joven”. No he hecho nada extraordinario para tener veinte años, simplemente nací en 2003. Y espero que esa condición anatómica no insulte a nadie.
¿Cuál y por qué fue su episodio favorito de su etapa al frente de Un país para leerlo?
Diría que todas las entrevistas donde, gracias a la generosidad de los autores y el apoyo de muchas espectadoras, conversamos en galego, asturianu, català o euskera en la televisión pública estatal.
¿Es, o puede ser, la literatura una buena solución para los males de este mundo?
La literatura (más concretamente, la poesía) es, como decía Guadalupe Grande, “el arte de hacer posible lo imposible”.
¿Entiende, le emociona el arte contemporáneo?
Me emociona y lo aprecio. El entendimiento no es del todo vinculante para relacionarse con el arte.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
De Ángeles Santos.
¿Qué clase de música escucha en casa?
Bambino, Lurdes Iriondo y clásica.
¿Se ha enganchado a alguna serie?
Apenas veo la televisión.
¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
La crítica es tan precaria y mínima en el Estado que apenas la he encontrado.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
La respuesta necesitaría varias horas y mucho diálogo. Por lo pronto, como Cernuda, soy “español sin ganas”.
Proponga una medida para mejorar nuestra situación cultural.
Elevar los presupuestos públicos en cultura al nivel, por ejemplo, del Ministerio de Defensa.