Ensayo

Venecia

Stefano Zuffi

31 octubre, 1999 02:00

Electa. Madrid, 1999 400 páginas, 4.995 pesetas

Tiene el mar su mecánica como el amor sus símbolos." De este modo reza el primer verso del poema que Pere Gimferrer dedicó a Venecia en su inolvidable Arde el mar. En la última estrofa del poema leemos: "Es doloroso y dulce/haber dejado atrás la Venecia en que todos/para nuestro castigo fuimos adolescentes". Hay mucho de cierto en esa descripción de lo que atañe a los espíritus cuando transitan por la ciudad flotante. Todos los que la hemos visitado, hemos sido de algún modo y en cierto momento adolescentes deslumbrados por el milagro que se levanta sobre las aguas de la laguna.

Prima en la colección "Capitales del Arte" el aspecto gráfico -Venecia tiene más de 500 ilustraciones- sobre el literario o textual; de calidad más que resuelta, pero en cuya abundancia es inevitable que se cuele, excepcionalmente, es obligado decirlo, alguna imagen anacrónica. Su estructura es cronológica y temática a partes iguales. Así, éste se divide en siete capítulos, "Del arte bizantino al Románico", "El Trecento y el primer Quattrocento", ambos a cargo de Alesia Devitini; "La segunda mitad de Quattrocento", "El Cinquecento", "El siglo XVII", redactados por su coordinador Stefano Zuffi; y "La Edad Moderna", por Francesca Castria. Cada capítulo se subdivide en apartados y, a su vez, cada imagen se acompaña de un pequeño texto explicativo.
Conozco por experiencia la dificultad de describir o analizar una obra de arte en poquísimas líneas que a la vez trace en su conjunto un hilo conductor que hilvane la lectura, y todo ello sin rebajar el nivel del texto ni amplificar las dificultades que ha de superar el lego en la materia. El trabajo de los anteriormente nombrados no ha sido, desde luego, inútil. Creo poder asegurar un placer parejo al rendimiento en la lectura de esta Venecia fragmentada y dorada como las decoraciones de las cúpulas de la basílica de San Marcos.