Ensayo

Enciclopedia Espasa. Historia de una aventura editorial

Philippe Castellano

10 noviembre, 2005 01:00

Traducción de Caty Orero. Espasa. Madrid, 2005. 582 páginas. 67’70 euros

Bien está que en el título de esta obra aparezca ya esa denominación de aventura, pues ningún término podría definir mejor la historia de la Enciclopedia Espasa, más reconocida en su primera edición como Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana (Diccionario Espasa).

Esta aventura editorial va unida a la memoria lectora y cultural de los españoles y su detalladísima historia sale a la luz en esta hora de enfrentamientos territoriales y de tantas deformaciones en torno a una cultura -la española-, que parece responder para algunos más al carácter de la fabulación que a algo realísimo. Me refiero a que la enjundia y valor de esta Enciclopedia -de raíz catalanísima-, ponen en evidencia cuáles son los frutos excelentes de una sociedad, de una cultura y de un país cuando se dirigen a crear solidariamente una obra bien hecha.

La Enciclopedia Espasa está en nuestra memoria personal y literaria por haber sido una inevitable obra de referencia; especialmente en los años de nuestra adolescencia en los que la voracidad lectora no se aplacaba con cada libro leído, sino que siempre eran precisas consultas puntuales, guiadas las más de las veces por esa curiosidad borgeana que siempre busca lo secreto y lo universal en el conocimiento y no sólo el árido acarreo de datos. Algunas de las resonancias de Borges en su confluencia con la Enciclopedia Espasa nos las recuerda José-Carlos Mainer en el prólogo a este libro. Para Borges, el mundo de las enciclopedias pertenece al territorio del conocimiento mítico y sólo la poesía -el poema- podía constituir un medio ideal para desvelarlo. De la valiosa información que el Espasa puede proporcionar guardo también un recuerdo reciente de la precisión de esta enciclopedia; precisión a la que aluden estas palabras de García Morente con las que se publicitaba en su día el Espasa: "Me ha sucedido alguna vez encontrar en él palabras que no había encontrado en diccionarios especiales", […] "mis pesquisas en el Espasa no han sido nunca defraudadas". Buscaba yo las huellas de H. G. Lentz, un oscuro músico alemán del XVIII, muerto en Austria, del que nadie me daba noticia. Ni las más afamadas enciclopedias daban cuenta de su nombre. Cuál no sería mi sorpresa cuando al recurrir a nuestro Espasa me encontré con la información que esperaba. Las razones de aquel hallazgo las comprendo hoy mejor al saber -gracias a este libro-, que además de raíces catalanas y españolas, el Espasa también tiene raíces en la cultura alemana y, concretamente, en la enciclopedia de Brokhaus, Meyer y Herder.

El texto de Enciclopedia Espasa. Historia de una aventura editorial fue, en sus orígenes, la materia de una tesis doctoral presentada por Philippe Castellano en la universidad de Rennes 2. Si embargo, el lector se engañará si espera encontrar en esta obra un documento puramente historiográfico o erudito, con la sequedad al uso de este tipo de trabajos. Con ser muchos y meticulosos los datos en ella recogidos, además de encontrarnos con una historia del Espasa, en este libro hallamos también una historia intelectual de la España de las primeras décadas del siglo XX, llena de matices sociológicos, culturales y políticos. La "aventura" del Espasa no suponía una mera y abrumadora acumulación de datos sino que nacía como "un objeto social que responde a una necesidad colectiva". El Espasa surgía con un gran afán abarcador -fue la más voluminosa enciclopedia de su tiempo- y respondiendo siempre a criterios de universalidad, aunque "privilegiaba la presentación del mundo europeo e hispanomericano". Estas eran, en síntesis, las cifras: 72 volúmenes de unas 1500 páginas, 10 volúmenes de Apéndices (sólo hasta 1936), 9 millones de artículos, 165.000 grabados, 2800 láminas (imprentas de Leipzig y Berlín proporcionaban las planchas en color), 46.000 biografías y más de 3 millones de títulos.

Los datos son abrumadores, para una obra que nacía en 1906 impulsada por un editor autodidacta, José Espasa Anguera, y que fue continuada por sus hijos; pero lo más importante de ella es su profunda significación social en muy variados campos: editorial, político, científico, económico, empresarial, artístico, publicitario, distribución y ventas, etc. Esta influencia tiene su origen en lo que supuso el crecimiento y desarrollo de las Ediciones Espasa, muy ligadas al desarrollo de la sociedad catalana de su tiempo, pero que con la fusión con Calpe, en 1926, diversificaría y enriquecería el inicial proyecto editorial. En esta refundación participa también una empresa vasca, La Papelera Española, de Juan Churruca y del conde de Aresti. Es curioso cómo estos sucesivos proyectos confluyen siempre hacia su españolidad y hacia lo hispanoamericano. A ello contribuyen el esfuerzo complementario de los colaboradores de Barcelona y de Madrid, pertenecientes en su mayoría a las academias, ateneos, periodistas y profesorado de ambas ciudades. Se trataba, pues, de un tan valiente como arriesgado proyecto que pronto daría excelentes resultados y que, inicialmente, se había lanzado en fascículos y al amparo de un logotipo de factura modernista: el de la diosa Atenea, debido a Miguel Utrillo. La presencia simbólica de la diosa Atenea resume de manera ideal ese panorama que Castellano nos describe en su libro de manera extremadamente clara y completa. Aquel proyecto inicial parecía abocado al fracaso, pero su amplitud de miras, el trabajo esforzado y en equipo, dieron sus frutos. Y los lectores supieron apreciarlo entonces y todavía lo apreciamos hoy.