La nave de los muchachos griegos
Luis Antonio de Villena
29 mayo, 2003 02:00Y ese sentido llega cuando se nos habla de la existencia de un relato titulado así, La nave de los muchachos griegos, un texto griego, oculto y lujurioso, que cuenta la existencia de una isla habitada sólo por hombres jóvenes. Un lugar sin leyes que actúen en nombre de una moral taxativa. Para reivindicar un espacio abierto a las expresiones de una pasión tildada de ilícita; y un talante: el de quienes comparten la nave y la vida; el de los buscadores sabios de la felicidad frívola. Así está concebido: como un delicado homenaje a sus amores y sus vicios. Por eso la elección del mundo clásico, su sociedad abierta y permisiva. Por eso Petronio, representando la homosexualidad que se exhibe sin tapujos, ejemplo del hombre "fiel, hasta el extremo, a su propio sentido de la vida". Esa época y esta figura son el centro de toda la composición, lo más logrado. El resto de las piezas da sentido a la línea argumental. De lo que no queda duda es de que se trata de su libro más personal, y de que lo envuelve su habitual compromiso con un lenguaje culto, exquisito hasta el extremo. Y de que tras la elección por contar el propio vivir de unos y otros, está la intención de narrar "la poesía mas acre y dulce de la vida".