Image: Botón de oro

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Novela

Botón de oro

Ana Rossetti

22 enero, 2004 01:00

Ana Rossetti. Foto: M.R.

La Esfera de los Libros. Madrid, 2003. 256 páginas, 21 euros

Asomarse a la intensa y plural creación de esta gaditana (nacida en San Fernando, 1950) permite constatar su fama de escritora comprometida y coherente, su talante independiente y abierto a múltiples registros y a cualquier forma del discurso (narrativa, poesía, tea-tro), pero plegado sobre un ideario personal que constituye una indiscutible seña de identidad en el conjunto de su obra (reconocida recientemente con la medalla de Plata de Andalucía).

En esta ocasión se enfrenta a escribir "una de crímenes" obedeciendo a las leyes del género negro. Botón de oro contiene una trama compleja en torno a las razones de la violencia que salpica el mundo social de nuestros días y al uso que de ella hacen quienes quieren "vender morbo disfrazado de rigor informativo". Sobre ese motivo idea la autora un argumento enmarañado que va encadenando misteriosos asesinatos sin que exista aparente conexión entre las víctimas; el asunto acapara el interés del director de un semanario, ex detective dispuesto a tirar del ovillo hasta lograr atar todos los cabos que el caso proporciona, y su afán contagia a otros personajes de su entorno que tendrán también ocasión de ser reflejo del punto de vista -a veces mordaz, a veces irónico, siempre crítico- que orienta este relato. Ellos, la cuidada ambientación, los convulsivos movimientos de un Madrid tomado por vidas que "fluctúan entre el sistema y el crimen organizado", la calculada disposición de relaciones casuales y voces cruzadas, de citas de Crimen y castigo sorteando la acción, son algunos de los recursos que propician la intriga y mueven el interés del lector.

La mejor baza de la autora está en su sensibilidad para aliñar lo que cuenta con detalles laterales, para transferir a su historia la tesis de que lo importante no es descubrir "el cómo y el quién"; eso "sólo le interesa a la justicia". "Lo importante es alcanzar el punto donde empiezan a encadenarse los porqués: los eslabones que se van reuniendo y acaban enlazando. Cuántas insignificancias se han ido sumando y agrandándose hasta hacer que un ser humano le quite la vida a otro. Comprender los porqués de un crimen es más que saber quién lo ha hecho"... Tal concepción es la que impregna la novela, justifica su estructura, su intención y su sentido. Y no pierde el norte de lo que debe ser "una de crímenes" y logra entretener con la intriga y persuadir con su modo de contar.