Novela

Hasta que te encuentre

John Irving

1 junio, 2006 02:00

John Irving. Foto: Adam Pike

Traducción de Carlos Milla. Tusquets. Barcelona, 2006. 1029 páginas, 29 euros

De Norteamérica nos llega la novela literaria con un plus de páginas. John Irving (New Hampshire, 1942) se dejó llevar por la pluma en Hasta que te encuentre, redactando una ficción larguísima al modo de su admirado Dickens.Encontramos aquí un nuevo caso de cómo el mercado distorsiona el puesto del libro en el ámbito cultural.

Irving forma, junto con Updike y Norman Mailer, el trío de notables escritores senior del Este americano, que sería un cuarteto si añadiéramos a Tom Wolfe. éste siempre les superó en ventas y por ello ha merecido su desdén. Sin embargo, Irving se presenta con una novela de tamaño wolfeano, y que gracias a su talla lucirá en los escaparates junto a las de Wolfe y Dan Brown. No puedo imaginar otra razón que la mercantil para extenderse tanto.

Aún así, Irving ofrece algo distinto. El protagonista y los más de cien personajes de Hasta que te encuentre son de carne y hueso, capaces de dudar de sí mismos y de sus ideas. Aquí reside la diferencia entre una novela y un novelón, en la calidad del ser de ficción. Burns, el protagonista de Irving, es el prototipo del hombre actual, afectado por las circunstancias de un mundo cambiante.

Los defectos de la novela provienen de la desmesurada extensión, el doble de la de su mejor obra, El mundo según Garp. Retoma sus temas favoritos: la ausencia del padre, las situaciones raras y las complicaciones sexuales, insertándolos en un largo periplo personal. La madre de Jack, Alice "la tatuadora", le lleva en un viaje que incluye Escocia, Canadá, Europa, Estados Unidos, guiado por el deseo de localizar al padre, un organista adicto a los tatuajes y a las jóvenes. De hecho, las 300 páginas iniciales son una descripción turística de los lugares visitados. A continuación, cuando Jack y su madre se afinquen en Toronto, el niño acude a una escuela para niñas, que recibe a muchachos, porque allí estará a salvo. Se ganará cierta reputación representando papeles teatrales de mujer. Después, mientras asiste a otra escuela, a los 10 años, será víctima de abusos sexuales por parte de una compañera de la clase de lucha, una divorciada que le duplica en peso. Experiencia que marcará su vida: sus amantes serán mayores que él; las relaciones habidas con su mejor amiga, Emma, que le saca también unos años, son de lo mejor del libro.

Las peripecias sexuales, las situaciones donde el humor y lo trágico se mezclan, hacen que la novela se tambalee constantemente al borde del desastre por el exceso de grasa ficticia. Sin embargo, si consideramos la obra como un mural dickensiano, el lector podrá recorrer sus páginas con agrado, viendo la variedad de la fauna humana en un universo donde los papeles fijos ya no existen.