La genial fotógrafa castellano-manchega Cristina García Rodero también rompe moldes en la UCLM
La fotógrafa Cristina García Rodero (Puertollano, Ciudad Real, 1949), referente internacional de esta disciplina y una de las mejores fotógrafas de la historia, se ha convertido hoy en la primera mujer doctora "honoris causa" de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).
García Rodero, cuyo trabajo se ha comparado al de figuras como Robert Capa, Henry Cartier-Bresson o Dorothea Lange, ha pasado a formar parte así del claustro de doctores de la universidad castellanomanchega en un emotivo acto que ha tenido lugar en el paraninfo Luis Arroyo de la Universidad de Castilla-La Mancha.
La fotógrafa castellanomanchega se une así a otras 44 figuras de la literatura, el arte, la ciencia, el deporte o el derecho, que con anterioridad también han sido nombrados doctores "honoris causa" por la universidad castellanomanchega e incorpora una distinción más a los numerosos reconocimientos que acumula a lo largo su dilatada trayectoria profesional.
Pionera en su disciplina, que le llevó a ser la primera persona de nacionalidad española en ser admitida en la agencia Magnum, ahora también lo es ahora al convertirse en la primera mujer doctora "honoris causa" de la UCLM.
Licenciada en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid donde fue profesora de fotografía entre 1982 y 2007, García Rodero ha recibido de manos del rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Miguel Ángel Collado, el birrete laureado.
Previamente, Esther Almarcha Núñez-Herrador, la directora del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha, centro del que ha partido la propuesta de su nombramiento, se ha encargado de pronunciar la laudatio.
En la ceremonia, la doctoranda ha sido apadrinada por el profesor colaborador honorífico de la UCLM Isidro Sánchez Sánchez, y por los profesores de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada y de Historia, María Rubio Martín y Rafael Villena Espinosa, respectivamente, que le han entregado el libro de la Ciencia y la Sabiduría, el anillo y los guantes, símbolos de este nombramiento.
El acto ha contado con la presencia de numerosos invitados, además de personalidades como el director general de Universidades, Investigación e Innovación de la Junta de Comunidades, Ricardo Cuevas; y las alcaldesas de Ciudad Real y Puertollano, Pilar Zamora y Mayte Fernández, respectivamente.
Un reconocimiento "muy especial"
A sus 69 años, García Rodero ha agradecido este reconocimiento que ha considerado "muy especial" para ella, porque le llega desde su "tierra querida" que tanto ha marcado su trayectoria profesional.
La fotógrafa ha apuntado que quería corresponder "a tanta generosidad" con su trabajo y su fotografía que forman parte de sus sueños y deseos, de su aventura y experiencia vital.
"Si el término fotografía significa 'escritura con luz', ésta ha sido mi forma de contar mil historias y de expresarme a través del estudio de las tradiciones, ritos y costumbres para hablar sin más de la vida", ha afirmado García Rodero.
"Con mi cámara he intentado rescatar de la muerte y el olvido momentos cotidianos e importantes de personas sencillas que con su energía construyen un país día a día. Capturando su fuerza, su alegría, su dolor y su fe, he querido comprometerme para dejar un documento que sea parte de nuestra memoria y poder compartirlo", ha continuado.
Pero más que dedicar palabras a los asistentes, la nueva doctora honoris causa lo que ha hecho ha sido impartir su primera clase magistral, desgranando paso a paso su trabajo fotográfico con el que ha cautivando a doctores e invitados.
El rector de la UCLM, por su parte, tras tener palabras de felicitación y agradecimiento hacia García Rodero, ha señalado que con su incorporación al claustro de doctores la UCLM "supera una asignatura pendiente" como era el contar con mujeres.
Tras recordar que la nómina de doctores honoris causa es corta y exigente y por tanto extraordinario, era "injustamente restringida hacia un solo género hasta el día de hoy".
Para Collado, comenzar a reparar tan empobrecedora limitación era necesario y no había mejor forma de hacerlo que reafirmando también la vinculación pionera iniciada por la UCLM entre el mundo académico y artístico.