Beatriz Larraz y Raúl Urquiaga. Foto: Javier Longobardo.

Beatriz Larraz y Raúl Urquiaga. Foto: Javier Longobardo.

Toledo

La Cátedra del Tajo UCLM-Soliss determina por qué aparecen espumas en el río a su paso por Toledo

Han llevado a cabo un exhaustivo estudio con el análisis de más de 2.300.000 datos y la consulta a expertos.

18 junio, 2024 14:34

Tras dos años y medio de estudio, el análisis de más de 2.300.000 datos y la consulta a expertos, la Cátedra del Tajo de la UCLM-Soliss ha concluido que las espumas en el río se producen por una mayor contaminación y vertidos de origen urbano.

Así lo ha expresado la directora de la Cátedra del Tajo, Beatriz Larraz, que junto al investigador Raúl Urquiaga ha presentado el estudio sobre la contaminación del Tajo a su paso por Toledo y las posibles causas de la generación de espumas.

Según Larraz, se han localizado 34 episodios de espumas producidos entre los años 2016 y 2021, de los cuales solo hay 20 con información disponible de contaminación. Durante esos días, las concentraciones de amonio y fosfatos en el Tajo en Toledo fueron significativamente mayores, lo que indica que hay un origen claro de una mayor contaminación.

Beatriz Larraz. Foto: Javier Longobardo.

Beatriz Larraz. Foto: Javier Longobardo.

Asimismo, existe un problema de oxígeno esos días por la contaminación y la conductividad también es menor, pero atribuible a causas naturales. Sin embargo, ha subrayado que el contraste de medias de temperatura no es distinto y han descartado que las espumas se deban a días con temperaturas más bajas. Asimismo, han descartado que tenga que ver el caudal.

Al ser más altas las concentraciones de amonio y fosfatos, se achaca a un origen urbano, entendiendo por vertidos urbanos también los industriales, que contienen los tensoactivos presentes en geles, detergentes y tratamientos industriales.

Factores analizados

Por su parte, Urquiaga ha explicado que se han centrado en los vertidos autorizados con carga orgánica considerable y han detectado que el 92 % de todos los vertidos que pasan por el Tajo provienen del río Jarama y el 87 % de ellos de depuradoras, de las que el 83 % son de la Comunidad de Madrid.

Además, han analizado cada una de las estaciones de la red de control de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) entre Aranjuez y Toledo y los incumplimientos en cuanto a nitratos, fosfatos y amonio.

Raúl Urquiaga. Foto: Javier Longobardo.

Raúl Urquiaga. Foto: Javier Longobardo.

En cuanto a los resultados, se ha constatado que de las aguas que llegan limpias de la cabecera, solo el 4 % son vertidos en el Tajo, pero en lo que discurre en el Jarama el 64 % del agua serían vertidos y en Toledo el 65 % son vertidos. Entre Aranjuez y Toledo, el río no recibe aportaciones de aguas limpias de los arroyos adyacentes y la concentración de nitratos aumenta y, por tanto, hay fuentes intermedias de contaminación que no son el Jarama.

Soluciones

En cuanto a las soluciones, Larraz ha puesto el foco en "cortar la fuente de contaminación" e identificar responsables, lo que ha supuesto hasta ahora mayores restricciones a las depuradoras de Madrid que tienen que pagar un canon más alto y multas por incumplimiento, aunque "eso no soluciona el problema".

En este contexto, ha abogado por una comisión de seguimiento mixta sobre la ejecución de los 1.000 millones del Plan Hidrológico del Tajo y de las inversiones previstas.

"Las espumas son la punta del iceberg del nivel altísimo de contaminación que tiene el Tajo y que podrían quitarse al eliminarse los azudes como fuentes de turbulencias, pero el problema sigue estando ahí", ha sentenciado.