Puigdemont pretende que una multitud 'indepe' le "acompañe" al Parlament para disuadir a los Mossos
El Consell de la República reclama "a las instituciones catalanas, fuerzas políticas democráticas y catalanistas, sociedad civil independentista y ciudadanía en general el imprescindible acompañamiento" al 'expresident'.
6 agosto, 2024 02:32El "fuerte simbolismo histórico" del regreso de Carles Puigdemont, reclama "a las instituciones catalanas, a las fuerzas políticas democráticas y catalanistas, a la sociedad civil independentista y a la ciudadanía en general el imprescindible acompañamiento". Eso opina el llamado Consell de la República, que preside él mismo, y así se lo hizo saber este lunes a sus 103.432 inscritos.
Puigdemont convocó por carta a cada uno de sus fieles para que lo "acompañen" cuando entre en territorio español. Y como su objetivo, sostienen las fuentes de su entorno, es "estar dentro del debate de investidura", de lo que se trata es de que los miles que logre convocar lo acoracen para poder entrar en la sede del Legislativo autonómico, disuadiendo a los Mossos de intervenir.
Luego, participar en el debate, hacer ver que ERC está apoyando a un "españolista" sin sensibilidad catalana como president, advertir de las "consecuencias" que el acuerdo de Esquerra con el PSC tendrá en Madrid... y finalmente, salir a la calle, y ya ser detenido. Forzando así la suspensión de la sesión.
Proporcionalidad
La policía autonómica catalana, que es la policía judicial en la región, tiene la orden del juez de detenerlo en cuanto ponga un pie en España. Pero tiene, también, la instrucción de sus mandos de consultar a la jefatura policial antes de hacerlo.
Primero, por las posibles implicaciones de la Ley de Amnistía; segundo, por la condición de diputado de Puigdemont; y tercero, por si esa multitud que lo rodee hace aconsejable la no intervención de los agentes.
El reglamento de la policía autonómica, como es natural, contempla los distintos escenarios para las intervenciones, y las condiciones para llevarlas a cabo.
Según los principios de "congruencia, oportunidad y proporcionalidad", fuentes del independentismo consideran que una operación para arrestar al expresident si camina acompañado de una multitud podría provocar "un daño mayor" del que se pretendería evitar con su detención.
Más allá de las implicaciones políticas, estarían los posibles altercados y enfrentamientos físicos de la ciudadanía con los agentes.
Pero es que además, podría interpretarse que opera la "inviolabilidad" del diputado. Según el Estatuto de Cataluña, los representantes electos no pueden ser detenidos salvo "en caso de delito flagrante".
Y finalmente, una vez dentro de la sede parlamentaria, los Mossos no podrían entrar en ella sin el permiso expreso del presidente de la Cámara.
Y Josep Rull, un fiel de Puigdemont, no lo permitirá.
Así lo dijo en una de sus primeras intervenciones públicas tras ser elegido: "La policía, mientras yo sea presidente, no entrará en el Parlament a detener ni a retener a nadie. ¡Y si quieren hacerlo, el primero al que tendrán que detener es a mí mismo!".
Cuatro escenarios
El equipo jurídico y la cúpula política más cercana a Puigdemont han estado estudiando las circunstancias posibles de su regreso.
El entorno del expresident fugado en Waterloo no ha querido desvelar ningún detalle sobre las opciones que manejan. Incluso, según informaba el portal independentista Vilaweb, tampoco le han querido dar información a al cuerpo de Mossos, cuando se pusieron en contacto para coordinar la operación y proceder al arresto con discreción.
La primera de las decisiones era la de cumplir o no con la promesa que hizo en el primer mitin de presentación como candidato a la Generalitat, en Elna (Francia), el pasado marzo. Siempre, tanto él mismo como su entorno, han insistido en que será así: volvería a España para la investidura, fuera la suya o la de cualquier otro candidato.
Y lo reconfirmó en su larguísima carta, publicada en redes el pasado sábado. "Hay que terminar el trabajo", dijo, y añadió que la decisión no es personal, "sino política".
Su segundo escenario, también barajado en las últimas semanas, era el de regresar por la frontera, convocando a sus fieles en una especie de peregrinación simbólica de vuelta a Cataluña.
En ese caso, anunciando su llegada para tener cobertura mediática, debería ser detenido de inmediato por el primer agente de los Mossos que lo encontrara. Y con ello, lograría publicidad para su causa contra la presunta "represión" de las autoridades y los jueces "antidemocráticos" españoles.
La tercera opción manejada fue la de presentarse en las puertas del Parlament, provocando el conflicto institucional: los Mossos deberían cumplir con la orden de busca y captura que pesa sobre el ciudadano Puigdemont... pero estarían arrestando a un diputado que se apresta a entrar en la sede del Legislativo, y que además cuenta con la condición de expresident.
El cuarto escenario es el de aparecerse directamente dentro de la sede parlamentaria, con la asistencia de alguno de los diputados de su partido, en el mismo día de la sesión de investidura de Salvador Illa.
"Hay que estar dentro"
Con esto, no sólo lograría el efecto buscado de torpedear la sesión. También podría presumir de haber burlado los dispositivos de información e Inteligencia policiales... y se celebraría un debate político en el interior del hemiciclo mientras los Mossos lo esperarían a las puertas para arrestarlo.
"El objetivo es estar dentro, hay que lograrlo", insisten las fuentes de su entorno, negando que haya interés por parte de Puigdemont en "torpedear nada".
Y la conclusión, a la lectura del email enviado por su Consell a los afiliados, es que Puigdemont podría conseguir participar del debate, si la multitud es suficientemente numerosa, y los Mossos no se ven capaces de intervenir sin poner en riesgo el orden público.