El exconsejero de Interior Joan Ignasi Elena y el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, el pasado 9 de agosto, tras la nueva fuga de Puigdemont.

El exconsejero de Interior Joan Ignasi Elena y el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, el pasado 9 de agosto, tras la nueva fuga de Puigdemont. EP

Política independentismo

El Govern avisó a Interior de que "una vez se diesen circunstancias idóneas" detendría a Puigdemont

El informe enviado por el Ministerio al Tribunal Supremo indica que no sólo jefes operativos, sino también "responsables políticos" de la Policía catalana, comunicaron que se encargarían de cumplir la orden judicial.

16 agosto, 2024 02:05

"Responsables políticos y operativos" de los Mossos d'Esquadra comunicaron al Ministerio del Interior en los días previos al 8 de agosto que la Policía catalana se encargaría de cumplir la orden del juez Pablo Llarena de detener a Carles Puigdemont "una vez fuese localizado y se diesen las circunstancias operativamente idóneas para proceder a la práctica de la misma por dicho cuerpo".

De ese modo, en esos términos condicionales ("si se diesen..."), los Mossos d'Esquadra informaron a Interior de que ellos iban a encargarse de establecer "un dispositivo específico y especial" para arrestar al expresidente catalán prófugo de la Justicia.

Así lo ha trasladado al Tribunal Supremo el Ministerio del Interior en un informe solicitado por el instructor del 'procés' ante el fracaso del dispositivo policial.

Puigdemont regresó el 8 de agosto a Barcelona, dio un mitin en un escenario montado en el Arco del Triunfo donde había agentes de los Mossos, estuvo a escasos metros del Parlament blindado por unidades de la Policía catalana y se esfumó en un coche conducido por una simpatizante discapacitada.

La asunción por los Mossos de la responsabilidad de cumplir la orden judicial no fue sólo una decisión operativa de los mandos policiales, sino también política.

Así se desprende del informe dirigido al magistrado Llarena, en el que se recuerda que Puigdemont había anunciado "reiteradamente" que estaría en el Parlament en la sesión de investidura de Salvador Illa, convocada para el 8 de agosto.

Interior reproduce las palabras del "fugitivo" o "prófugo" de ambas formas le denomina pronunciadas el 27 de julio en un acto público en Amélie-les-Bains-Palalda (sur de Francia): "Mi obligación es ir al Parlament si hay debate de investidura. Yo estaré allí. Estaré en el Parlament. Y sólo un golpe de Estado podrá impedirme estar allí".

Ante ese y otros anuncios similares, "por los canales y medios habituales de comunicación con los responsables políticos y operativos de los Mossos d'Esquadra, este Ministerio del Interior fue informado de que por dicho cuerpo se establecería un dispositivo específico y especial para proceder a la detención del sr. Puigdemont una vez fuese localizado y se diesen las circunstancias operativamente idóneas para proceder a la práctica de la misma por dicho cuerpo y a su eventual traslado a Madrid, si así era acordado por la Sala del Tribunal Supremo".

El documento no concreta qué responsables políticos catalanes intervinieron en esas comunicaciones, necesariamente de ERC, partido hasta ahora a cargo del Gobierno catalán y gracias al cual ha podido ser investido presidente de la Generalitat el socialista Illa.

En todo caso, los responsables de los Mossos rehusaron contar con el apoyo de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.

Según Interior, desde el Ministerio "se les ofreció cualquier apoyo operativo que precisasen por parte de Policía Nacional y Guardia Civil para sostener y cumplimentar el logro de los objetivos del plan especial de Mossos y proceder a la detención del fugitivo, sin que fuesen requeridos tales apoyos más allá de los habituales prestados a través de la mesa de coordinación operativa y de intercambio de información e inteligencia".

El Ministerio no desplegó un operativo propio ante el anunciado regreso del expresidente catalán "dada la competencia y capacidades operativas de los Mossos como policía integral de Cataluña en materia de seguridad ciudadana".

No obstante, esas competencias de la Policía catalana se difuminaron por la tarde, una vez ya desaparecido Puigdemont, cuando Policía Nacional y Guardia Civil sí desplegaron un operativo propio "en el entorno del Parlament", ante la eventualidad de que el prófugo apareciese para la votación de investidura, como él había prometido y los dirigentes de Junts habían alimentado durante toda la jornada.

Sin nombres

El informe no identifica a "los agentes responsables del diseño del operativo, los responsables de su aprobación y aquellos a los que se ha encomendado su ejecución o despliegue operativo", tal como requirió el juez Llarena.

Interior señala a ese respecto que "no habiéndose establecido, por las razones apuntadas [la competencia y capacidad operativa de los Mossos], por este Ministerio un dispositivo ad hoc, el mando del despliegue operativo y ejecución de todas las actuaciones generales o particulares dirigidas a la detención del procesado en rebeldía sr. Puigdemont, ha recaído en la cadena orgánica ordinaria, sin que se haya establecido una estructura específica para tal fin".

El escrito concluye asegurando que "no se ha observado en dicha cadena de mando ninguna actuación que haya afectado negativamente a la eficaz consecución del objetivo de detención del expresidente".