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El 45% de los madrileños no nació en Madrid: PSOE y Junts justifican ceder la inmigración a Cataluña por el 37%

En la exposición de motivos de la ley pactada, se argumenta la cesión con datos erróneos de extranjeros y españoles nacidos fuera de Cataluña. 

Más información: Puigdemont se jacta de lograr "una competencia propia de un Estado" y Junts avisa: "Sin catalán no habrá papeles"

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En la ley que PSOE y Junts firmaron para ceder las competencias migratorias a Cataluña, se argumenta que el traspaso es necesario, principalmente, por el impacto que los extranjeros tienen en la identidad catalana. En el texto se habla del elevado porcentaje de población extranjera y de población que no ha nacido en esa comunidad como una justificación para actuar protegiendo "la cultura, la lengua y la cohesión".

Al margen de las connotaciones, que parte de la izquierda ya tilda de "racistas", es difícil saber de qué se queja Carles Puigdemont cuando hay otras comunidades autónomas donde el porcentaje de residentes nacidos fuera es aún mayor. Es el caso de Madrid (45,5%) y Baleares (47,86%), frente al 37,83% en Cataluña, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2024.

Si se atiende exclusivamente a los extranjeros que alberga cada comunidad, también le superan Baleares (21,17%) y la Comunidad Valenciana (18,23%). En Cataluña es del 18,02%. Y las tres comunidades cuentan con una lengua propia junto al castellano.

Pero hay que ir por partes.

El crecimiento del partido independentista y xenófobo Aliança Catalana ha llevado a Puigdemont a endurecer el discurso migratorio de Junts para evitar perder terreno electoral frente a su competidor en la derecha soberanista. Por eso Junts pidió a Pedro Sánchez, ya en enero del año pasado, que cediera a la Generalitat las competencias en materia migratoria.

El pacto se hizo público esta semana y quedó plasmado en una proposición de ley orgánica que ambos partidos registraron en el Congreso de los Diputados. Puigdemont se jactó de haber conseguido competencias "propias de un Estado" y desde su grupo avisaron de que para tener papeles, los migrantes tendrán que saber catalán, algo que Sánchez validó este jueves, contradiciendo a su ministra de Inclusión.

Datos para justificar

En la exposición de motivos de la ley orgánica se habla de "encontrar un equilibrio" en cuanto a la inmigración "para asegurar la cohesión social" y evitar "posibles efectos que puedan representar un riesgo para la convivencia". También se dice que los migrantes tienen derechos y deberes que vertebran "el compromiso de integración y de respeto a los valores cívicos y conocimientos lingüísticos y culturales que definen nuestra sociedad".

Y esas afirmaciones se basan en dos datos. El primero es que el 18% de la población catalana tiene nacionalidad extranjera. Este dato también se recoge en el comunicado que lanzó el PSOE para anunciar el acuerdo (donde, por cierto, los socialistas también hablan de "catalanidad", "voluntad de la sociedad catalana" y de "integración lingüística").

Aunque el dato es correcto, no es una situación que sólo afecte a Cataluña. Según las cifras de población del INE de 2024, Cataluña tiene 1,4 millones de habitantes extranjeros, que representan al 18,02% de los residentes en la región. En términos porcentuales le superan Baleares (260.727 extranjeros que representan al 21,17%) y la Comunidad Valenciana (969.602 y 18,23).

Si tener un porcentaje elevado de extranjeros y tener una cultura y un idioma propios es argumento para pedir la gestión de las competencias migratorias, Carlos Mazón y Marga Prohens también podrían solicitar lo mismo que Junts. En su caso, además, sus comunidades reciben muchas llegadas de migrantes en situación irregular en sus costas.

Madrid se acerca en número total, con 1,1 millones de extranjeros y está apenas dos puntos por debajo: los extranjeros representan al 16,03% de los madrileños.

En cuanto a otros territorios, la media de toda España está en el 13,37% y la superan Aragón (14,16%), Canarias (14,71%), Murcia (15,40%) y La Rioja (14,42).

Errores de cálculo

Sin embargo, quizás el dato más llamativo para la justificación es el segundo que emplean el PSOE y Junts. Principalmente, porque la cifra que recoge la exposición de motivos de la ley es errónea y no coincide con el comunicado lanzado por los socialistas, que también está mal, pero se acerca algo más a la realidad.

La exposición de motivos de la ley orgánica dice lo siguiente: "El 18% de la población catalana tiene nacionalidad extranjera y si nos fijamos en el lugar de nacimiento este porcentaje se eleva hasta el 25,1%".

El texto del PSOE, por otro lado, dice: "En nuestros días el 18% de la población catalana tiene nacionalidad extranjera y un 24% ha nacido fuera de Cataluña".

Aunque las redacciones no son claras, en ambas frases el sujeto es "la población catalana" y, en un caso, se dice que el 25,1% de los catalanes ha nacido fuera de Cataluña y, en otro, se dice que es el 24%.

Aunque dan datos distintos, en ambas se equipara a extranjeros y a españoles que han nacido en otra comunidad autónoma distinta a Cataluña, algo que concuerda con el relato independentista (tan extranjero sería un murciano como un francés).

La realidad es otra. Según el INE, el 14,03% de la población catalana ha nacido en España, pero en una comunidad autónoma distinta, y el 23,8% de la población ha nacido en un país distinto a España. Esto implica que un 37,83% de los residentes en Cataluña no ha nacido allí.

El comunicado del PSOE parece redondear que el 23,8% de la población catalana no ha nacido en España, pero la redacción está mal expresada, y el dato del 25,1% es una incógnita que no tiene base, a pesar de que está en una ley orgánica que pretende ser aprobada en el Congreso.

Más allá de estos errores de bulto, Cataluña tampoco es la comunidad autónoma con registros más altos en cuanto a población foránea. En la Comunidad de Madrid también hay un 23,8% de personas que han nacido en otro país (idéntico que en Cataluña), pero además hay un 21,7% que ha nacido en una comunidad distinta, elevando la cifra de foráneos al 45,5%.

Baleares también supera a Cataluña en ambos parámetros. El 20,22% de los residentes ha nacido en otra comunidad y el 27,65% ha nacido fuera de España, haciendo que los foráneos sean el 47,87%. Tanto en Madrid como en Baleares la población de fuera representa casi a la mitad, mientras que en Cataluña ésta apenas supera a un tercio de la misma.

También supera los datos catalanes en cuanto a foráneos la ciudad autónoma de Melilla. Alberga a un 14,6% de la población que ha nacido en otro lugar de España y a un 23,37% que ha nacido fuera de España, haciendo que el total sea de 37,97%.

Melilla también es otro territorio con una presión migratoria considerable, por ser frontera con Marruecos. Igual que lo son Baleares o la Comunidad Valenciana. Pero también Madrid, que es destino de muchos migrantes que llegan de otras partes del país.

De momento, ninguno de estos territorios ha exigido gestionar sus competencias migratorias, aunque a la vista de estos datos, tendrían más motivos que Cataluña para hacerlo.