Los conciertos sanitarios son una fórmula habitual de colaboración entre el sector público y el privado. Sin embargo, desde las empresas sanitarias alertan de que esta fórmula cada vez tiene más riesgos para ellas y la rentabilidad de sus operaciones. 

"La concesión administrativa no es que sea atractiva, sino que es necesaria", indicó durante su intervención José David Zafrilla, director de Operaciones del Grupo Ribera. "Pero se han tomado decisiones cuestionables en el ámbito de la economía de la salud. Hay que alejar todo esto de las decisiones políticas". 

Zafrilla se refiere a las reversiones sanitarias ejecutadas por el anterior gobierno de Comunidad Valenciana. "Fui el último gerente del Hospital de Torrevieja" bajo gestión privada, "que pasó a ser público por una decisión de la Generalitat. Siendo un 30% más eficiente" en aquella situación, "se decidió dejar esa colaboración público-privada".

El directivo de Ribera lamentó, también, que en los conciertos las tarifas que se abonan a la sanidad privada desactualizadas y bajas. "Estamos con tarifas de hace 10 años que no tienen en cuenta los incrementos de costes de material y energía, los aumentos de salarios de personal sanitario". 

Joaquín López, director general de Negocio de HM Hospitales, considera que antes de entrar a una concertación sanitaria "hay que afinar las condiciones. Entrar por entrar... No puedes entrar". 

"Depende del modelo de financiación. Si se basara sólo en actividad asistencial, yo no entraría", afirma. "Hacer actividad, honestamente, con el panorama político que tenemos, es un riesgo muy importante". En cambio, el directivo del grupo de hospitales madrileño sí se mostraría proclive a concertar sus servicios sanitarios si hubiera de por medio "una propuesta de valor".

Estas cuestiones se trataron en la primera jornada del V Simposio del Observatorio de la Sanidad, que organizan EL ESPAÑOL e Invertia. Precisamente, en el campo sanitario una de las principales colaboraciones que hay son las mutualidades sanitarias: Muface, ISFAS y Mugeju. Precisamente, estos días se está desentrañando el futuro de la primera, que es también la más numerosa y la que a más trabajadores públicos atiende.

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Sobre la mesa hay una subida de más del 20% de las primas para el próximo año, aunque el Ministerio de Hacienda todavía tiene que dar su visto bueno a introducir esto en los pliegos. Sin embargo, estas cifras "siguen siendo insuficientes".

"Estamos teniendo unas pérdidas muy importantes que se han acrecentado mucho en el último año". Quien habla es Luis Iglesias, director de Servicio al Cliente en Salud de Adeslas, sobre la rentabilidad de la participación de esta aseguradora en el modelo Muface. "No compensamos las pérdidas que estamos teniendo. La situación es complicada y difícil".

De hecho, aunque su apuesta es que el modelo Muface continúe, avisa de que "es necesario que haya financiación suficiente que permita cierta calidad asistencial" sin caer en pérdidas por parte de las aseguradoras.

Juan Antonio Gutiérrez, director de Promoción y Desarrollo de Negocio del Grupo HLA, que pertenece a Asisa, que también participa en Muface, asegura que "no se puede pretender mantener el concierto con un ahorro del 40% sobre el gasto per cápita del Sistema Nacional de Salud". 

"La aseguradora no puede ofrecer el mismo catálogo de servicios con una rentabilidad en pérdidas. Hablamos de Muface, pero si hablamos de ISFAS tenemos que apagar las luces para reducir el gasto", lamenta Gutiérrez.