Ignacio Juliá, consejero delegado de Santander España, ha afirmado que en la entidad quieren ser "el mejor banco digital con sucursales del siglo XXI", para tomar "lo mejor de los dos mundos", que es "lo que piden los clientes".

El directivo ha participado este martes en el V Observatorio de las Finanzas, organizado por EL ESPAÑOL-Invertia, en el que ha hablado sobre la reorganización que está llevando a cabo en la forma de trabajar de la filial española del gigante bancario, cuya puesta en marcha adelantó hace un mes este periódico.

"Lo que hemos hecho es cambiar la organización para acompañar esta dirección estratégica de ser el mejor banco digital con sucursales del siglo XXI para organizarnos por dominios y responsabilidad end o end para acelerar esta transformación", ha contado.

Juliá ha explicado que el banco está "en un buen punto de partida" tras un 2024 de récord de resultados y de ingresos para hacerse la pregunta de quién quiere ser Santander España. "La reflexión es cómo crear de estas fortalezas una ventaja competitiva sostenible. La respuesta es adaptarnos más a las necesidades de los clientes", ha dicho.

En este sentido, ha valorado que en el banco quieren ser líderes en banca digital y móvil, pero conservando sus fortalezas de las oficinas. "Podemos tener lo mejor de los dos mundos", ha añadido.

Para Juliá, una oficina bancaria de hace veinte años no tiene nada que ver con una de ahora, principalmente porque los clientes ya no buscan lo mismo. "Nadie va a una sucursal a hacer una transferencia. Donde de verdad aporta valor es en cosas más complicadas, en el acompañamiento a los clientes de cosas más complicadas, productos de inversión, hipotecas, banca privada", ha añadido.

En el mundo digital, con todo, no dejan de florecer competidores llegados desde fuera de la banca tradicional. "Tener competencia es sano porque nos mantiene a todos en forma y tenemos que seguir avanzando", ha dicho, para después añadir que la ventaja de Santander es su tamaño. "Miramos con admiración a los nuevos players, están haciéndolo bien. Hay que ver lo que hacen mejor para seguir evolucionando", ha dicho.

Los aranceles de Trump

Por otra parte, ha afirmado que en el banco están "atentos" al impacto que la guerra arancelaria de Donald Trump tendrá "en la inflación y en el crecimiento", aunque de momento lo ven con "cierto nivel de optimismo". "Por ahora hay más retórica que acción y tenemos que ver cómo evoluciona", ha apuntado el directivo.

El consejero delegado de Santander España ha valorado que esta situación "está creando un movimiento en Europa de más consolidación, de trabajar más como Europa y de aportar, además de política monetaria, política fiscal para fortalecer el crecimiento".

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El optimismo del que hace gala Juliá se basa también en el hecho de que la economía española va a evolucionar positivamente pese a todo.

"En España cuando vemos las cifras macroeconómicas de crecimiento del año pasado y este y que vamos a mantenernos en un entorno de tipos del 2% lo afrontamos con cierto nivel de optimismo", ha dicho.

El impuesto a la banca

Por otra parte, Juliá ha explicado que la postura del banco "ha sido muy clara" desde que se comenzó a hablar de la creación del impuesto a la banca. "No creemos que sea la herramienta adecuada, penalizando a un sector frente a los otros, con los déficits que tenemos en España y las necesidades de financiación", ha añadido.

"Seguimos en contra del impuesto a la banca en sí mismo. La clave de por qué no nos gusta y pensamos que no debería quedarse es porque la banca juega un rol de intermediación, favorecemos el entorno económico y el desarrollo social del país", ha dicho.

Y es que, en su opinión, si el sector tiene que hacer frente a un impuesto específico va a tener menos capacidad para dar crédito y para contribuir a la sociedad y al desarrollo económico.