Tecnología, deporte y, sobre todo, fans
El binomio tecnología y deporte no es nuevo. Hace ya tiempo que hablamos sobre el impacto de la tecnología en el mundo del deporte, pero en los últimos años parece haber alcanzado nuevas marcas y el desarrollo del mercado ha sido impresionante.
Cuanto más empresas y soluciones sportech conozco, más pequeña me siento. La tecnología tiene cabida en toda la industria del deporte, desde la gestión de estadios y el desarrollo de los atletas, hasta, por supuesto, la relación con los fans.
En los primeros casos, es una palanca evidente de crecimiento, porque mejora procesos que inciden directamente en la cuenta de resultados: mejores marcas, mayores victorias y más patrocinios; mejores procesos, mayores ventas y más ingresos. En el caso de los fans, es un poco diferente porque todo desarrollo tecnológico enfrenta un mismo desafío: la aplicación comercial real de la innovación, es decir, la capacidad de generar ingresos con la tecnología que impacta esas audiencias.
El deporte es capaz de unir a millones de personas con grandes diferencias culturales, sociales y económicas. Esta heterogeneidad de la audiencia es claramente una de las ventajas del deporte. Se trata de un conjunto de gente diferente con intereses diversos que comparte una misma pasión. A la vez, supone todo un desafío para crear productos basados en tecnología, porque siempre hay un gap tecnológico, incluso entre personas de una misma región o mismo intervalo de edad. Crear algo para todos es complejo porque los productos digitales deben conservar esa naturaleza global del deporte.
Y si bien todos los aficionados del deporte comparten similitudes como la conexión emocional con las marcas, el hambre de contenido o la capacidad creativa, las nuevas generaciones de fans traen consigo algo nuevo: el consumo móvil. Los menores de 25 años suponen cerca del 40% de la población mundial, lo que les convierte en principal palanca de crecimiento de cualquier industria. En el caso del deporte, estos aficionados dividen su atención entre la televisión y la pequeña pantalla. Y la experiencia, lejos de ser sustitutiva, es complementaria, porque lo que demanda el aficionado en el móvil es algo diferente.
Las firmas más innovadoras han entendido que el usuario móvil es de formato rápido. Busca la inmediatez; contenidos para consumir a mordiscos, ligeros, rápidos, entretenidos, informativos, diferentes. La tecnología para cumplir con estas expectativas existe, y también para llevarla al usuario adecuado en el momento adecuado para él. Los productos informales, de contenido ligero, humor, los juegos y la personalización van a ser tendencia en los próximos años.
Según FT Strategies, el 71% de los consumidores quiere que las empresas ofrezcan interacciones personalizadas. Esta personalización de la que hablan va más allá de la experiencia. Todos buscamos lo auténtico, lo único, pero sin dejar de pertenecer a un determinado grupo. Los verdaderos fans del deporte integran la pasión (ya sea por el club o por el deportista) en su identidad, haciendo de ella algo propio. La tecnología es capaz de ofrecerles servicios y herramientas para potenciar su carácter, su personalidad, su forma de entender y amar una disciplina o un deportista, y por supuesto, de mostrarlo a todos con orgullo.
*** Patricia Peiró es Chief Strategic Officer de Telecoming.