El concepto de autor en la IA
La inteligencia artificial (IA) está revolucionando nuestra forma de concebir los derechos de propiedad intelectual. A medida que las máquinas se vuelven más inteligentes y capaces de crear sus propias obras, se plantean importantes desafíos legales y éticos, especialmente cuando se trata de derechos de autor y propiedad intelectual.
Las empresas que prestan servicios de generación de contenidos a través de la IA, se alimentan y entrenan usando millones de textos, imágenes, vídeos, códigos y otros recursos que, en su mayoría, están protegidos o limitados por derechos de propiedad intelectual. Aquí, antes de empezar a usar la plataforma, debemos plantearos el primer debate ¿es lícito que estas plataformas usen dichos datos sin disponer de la autorización o licencia de los legítimos titulares de los mismos?
La agencia de imágenes Getty Images ha demandado ante el Tribunal Superior de Justicia de Londres a Stability AI, responsable de la herramienta Stable Difussion, por infracción de derechos de propiedad intelectual.
En concreto, su demanda se basa en la afirmación de que la herramienta de IA copió y procesó ilegalmente millones de imágenes protegidas por derechos de autor y los metadatos asociados propiedad o representados por Getty Images sin licencia. Y no es una demanda aislada, está pendiente también la demanda conjunta interpuesta por varias artistas visuales contra Stable Diffusion, Midjourney y DevianArt por nutrir su base de datos con sus creaciones sin la pertinente licencia o autorización expresa.
Veremos qué argumentos esgrimen dichas compañías y cómo adecuan sus procesos en función de los pronunciamientos que se adopten por los tribunales, en los que sin duda, se deberá buscar un equilibrio justo entre la protección a los derechos de autor y la evolución de la tecnología, en el que la doctrina del "uso legítimo" o 'fair use' anglosajón tendrá un papel importante.
Dejando al margen esta cuestión y sin aún haber empezado a utilizar ninguna herramienta, la segunda cuestión a tener en cuenta son los datos que vamos a incluir como 'prompts' o palabras claves para la generación de contenidos. Es posible que estemos introduciendo descripciones de productos, servicios o fragmentos de código que forman parte de una estrategia empresarial y que debe mantenerse bajo estricta confidencialidad.
Todos estos datos, también van a ser usados para mejorar el proceso de aprendizaje y van a generar un contenido que se va a convertir en algo público y explotado por terceros. Por ello, es muy importante que antes de introducir dicha información, verifiquemos que no estamos infringiendo cláusulas de confidencialidad a las que estamos sujeto como empleados o como proveedores de productos o servicios.
Bien, una vez analizadas las dos cuestiones anteriores, como usuario de la IA y ante la emoción de usar dicha herramienta procedemos a introducir los 'prompts' y, como arte de magia, en cuestión de segundos dispondremos de una canción inédita, un vídeo o una imagen ideal para nuestro proyecto, pero, de nuevo, debemos parar y preguntarnos: ¿A quién corresponden los derechos de esta creación? ¿Lo puedo usar de forma exclusiva?
En los Estados Unidos, las obras creadas por IA se consideran de dominio público, mientras que en Europa la cuestión está abierta, los derechos de autor pueden variar de un país a otro, pero en general se considera que las obras creadas por IA pueden estar protegidas por derechos de autor si cumplen con los requisitos de originalidad y creatividad establecidos por la ley, teniendo en cuenta que en la mayoría de jurisdicciones (entre ellas España) únicamente las obras creadas por el ser humano pueden estar protegidas por derechos de autor.
Está claro que urge una reforma en la legislación de derechos de propiedad intelectual para adaptarse a la nueva realidad; mientras tanto, deberemos ser cautelosos y en caso de que nos interese generar un contenido protegido, deberemos hacer un ejercicio previo en el que la acción humana tenga un protagonismo superior al de la IA en el proceso creativo.
Así las cosas y ante este marco de incertidumbre, la última cuestión clave que debemos considerar son los Términos y Condiciones de la herramienta de IA que vamos a usar en el proceso creativo. Hay plataformas como MidJourney en la que los derechos de propiedad intelectual no se transfieren al usuario a no ser que se obtenga previamente la licencia comercial. Asimismo, será importante ver a qué jurisdicción está sujeta la plataforma (USA; UK; España, etc.) pues como hemos visto antes, ello condicionará la protección del contenido generado.
En definitiva, como apuntábamos al inicio, se presentan grandes desafíos legales y éticos entorno a la IA, sin duda uno de los avances tecnológicos más apasionantes de nuestro tiempo y que mayor impacto va a generar en los derechos de propiedad intelectual en los próximos años.
***Yolanda Peña es Legal Counsel en VMLY&R Spain.