La nueva revolución industrial está entre nosotros
Atravesamos una época que, sin duda, quedará reflejada en los libros de historia. Algunos fundadores han tenido una visión de futuro y han sabido adelantarse para aprovechar una oportunidad única.
El cambio climático está produciendo daños de incalculable valor por todos los rincones del planeta. En California, las compañías de seguros de hogar han comenzado a retirarse del mercado por las peligrosas “estaciones o temporadas de incendios” que dejan sin vivienda a miles de ciudadanos cada año.
Lo que comenzó siendo un nombre un tanto anecdótico, haciendo referencia a las estaciones del año: otoño, invierno, primavera, verano y… la estación de incendios; ahora se ha convertido en un fenómeno climático que ha venido para quedarse. En un inicio, la temporada de incendios ocurría entre julio y octubre de cada año, pero ahora se ha extendido hasta enero.
El cambio climático es una de las mayores amenazas a las que la humanidad se enfrenta en estos momentos. Pero como con cualquier otro problema, existe una oportunidad tecnológica. Por eso, no es de extrañar que el ecosistema de startups en Silicon Valley haya dado un giro radical y que ahora las soluciones climáticas primen por encima de cualquier otra idea.
Existe una sed de inversión en este tipo de tecnologías, no sólo en el sector privado, sino también en el público. Tesla, ahora con sede principal en Austin (Texas), acaba de recibir una subvención de la Unión Europea de 150 millones de dólares para expandir su red de supercargadores por el viejo continente.
No sólo las grandes corporaciones se benefician de este momento histórico en el que se está apostando fuertemente por las soluciones verdes. La startup Newlight Technologies logró cerrar una de las mayores inversiones del verano dentro de este ecosistema, levantando 125 millones de dólares. La empresa ha logrado desarrollar una tecnología que convierte los gases de efecto invernadero en biomateriales.
Asimismo, están surgiendo startups como FutureProof, que están creando herramientas impulsadas por la inteligencia artificial y que valoraran el riesgo climático de las propiedades.
Estas startups no sólo trabajarán en eliminar el CO2 de la atmósfera, limpiar los océanos, expandir el uso del litio, prevenir incendios y potenciar las energías renovables; también contribuirán a ahorrar miles de trillones de dólares a gobiernos y ciudadanos que sufren los efectos de las condiciones climáticas extremas.
Por eso, ésta es considerada la nueva revolución industrial en California.
Un avance tecnológico imparable
En el último siglo, la humanidad ha experimentado un avance tecnológico sin precedentes. Hace justo un siglo, un viaje entre Nueva York y Londres llevaba más de cinco días. Disponer de un coche era todo un lujo y tenías que ser millonario para poder permitírtelo.
La llegada del ordenador, los teléfonos móviles, internet, el descubrimiento de la estructura del ADN, la energía nuclear, los televisores… Todo esto ha ocurrido apenas en los últimos 100 años. Un siglo en el que la humanidad ha avanzado tecnológicamente a una velocidad nunca antes vista en la historia.
Todo ello podría parecer menor frente a la incorporación de la inteligencia artificial en los dispositivos que usamos cotidianamente. Esta herramienta no sólo promete ayudar a acelerar la productividad: su empleo en decenas de sectores producirá avances tecnológicos asombrosos.
Por ejemplo, el campo de la medicina ya está recurriendo a su uso para diagnosticar enfermedades raras en cuestión de minutos, cuando normalmente suele llevar meses dar con este tipo de diagnósticos. También sería capaz de detectar posibles riesgos de infartos en pacientes hasta cinco años antes de que ocurran.
La inteligencia artificial desempeñará un papel fundamental en el desarrollo y conquista del espacio. La órbita terrestre baja, cada vez más repleta de constelaciones de satélites y de basura espacial, requiere el uso de este tipo de herramientas para evitar el riesgo de posibles impactos que pongan en peligro las vidas de los astronautas.
A principios de año, el aumento de los intereses por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos provocó, con efecto inmediato, la desaceleración en inversiones. No obstante, la inflación no ha podido contra la llegada de la inteligencia artificial.
Nvidia, que ha experimentado uno de sus mejores rendimientos bursátiles este año, no ha tenido problemas en abrir la cartera y desembolsar varios millones de dólares para invertir en startups que, efectivamente, están desarrollando el futuro de la inteligencia artificial.
Enfabrica, que desarrolla chips capaces de procesar grandes cantidades de información generada por la inteligencia artificial, recibió 125 millones de dólares. La startup israelí AI21 Labs, amenaza directa de ChatGPT, obtuvo 200 millones de dólares.
Estas son sólo unas pequeñas muestras de la nueva revolución industrial hacia la que nos dirigimos. El futuro tecnológico promete ser aún más brillante y estar repleto de nuevos horizontes.