Un nuevo paradigma en el empleo tecnológico
El sector tecnológico ha estrenado el año con una aparente paradoja. Con una economía norteamericana en crecimiento y con notable signos de fortaleza, las empresas han anunciado en las primeras semanas de este 2024 nuevos recortes en el empleo, que se suman a los más de 260.000 que se llevaron a cabo en el pasado año.
Según el portal Layoffs.fyi, durante los meses de enero y febrero se anunciaron 50.000 despidos, un dato sorprendente si lo comparamos con los 353.000 nuevos empleos generados en la economía estadounidense solo en enero. Google, Microsoft, Amazon, Salesforce, Facebook, Cisco, Expedia y Sony son algunas de las compañías que han notificado recientemente al mercado estos recortes, aparentemente sin un patrón claro.
La salidas anunciadas afectan a distintas divisiones. Por ejemplo, en el caso de Google, la restructuración atañe tanto a sus divisiones de hardware - Fitbit, Nest, Pixel -, como otras áreas - YouTube -. Del mismo modo, Amazon ha llevado a cabo recortes en sus negocios de streaming - Prime Video, MGM Studios y Twitch -. Meta despidió durante el pasado año a la tercera parte de su plantilla, principalmente mandos intermedios, con el objetivo de crear una organización más plana y eficiente. A pesar del notable crecimiento en 2023, PayPal ha anunciado el recorte de 2.500 empleos, el 9% de su plantilla. Los despidos se están extendiendo también al sector de los videojuegos - Unity Software, Riot Games, Sony Interactive Entertainment o Microsoft Xbox -, así como a startups y scale ups de distinta naturaleza.
Las razones de estos despidos obedecen a aspectos coyunturales, pero también a otros de índole más estructural. Es cierto que la postpandemia trajo consigo un sobredimensionamiento de las plantillas, motivando un ajuste que se inició hace dos años. La finalización de los estímulos gubernamentales y los todavía elevados tipos de interés, junto con la persistente incertidumbre económica, contribuyen sin duda a una gestión conservadora y a la necesidad de buscar más eficiencias. Todo ello sin menospreciar la evolución de los mercados de valores: en 2022, el NASDAQ Composite perdió la tercera parte de su valor. Por contra, en 2023 logró crecer un 43% y durante este año, en tan solo un mes, se ha anotado una mejora del 3%.
En cualquier caso, no podemos obviar un cambio de mayor calado. Recientemente, Sundar Pichai, CEO de Alphabet, informó a su plantilla que los despidos obedecían a la necesidad de destinar más recursos a las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial. En su comunicado interno mencionaba la necesidad de eliminar capas intermedias para simplificar la ejecución y mejorar la agilidad y velocidad.
Todos estos factores están provocando una inseguridad hasta ahora desconocida entre los profesionales del sector. En las primeras semanas del año se han hecho virales numerosos vídeos sobre los despidos, poniendo en duda el modelo que las big tech han aplicado en la última década. Y muchas de estas empresas han ido progresivamente recortando los beneficios para sus empleados en las áreas de salud y restauración, en lo que parece ser un cambio de tendencia en su modelo de atracción y retención del talento.
En cualquier caso, la empleabilidad de los perfiles tecnológicos va mucho más allá de las empresas del sector. Cada vez hay una mayor necesidad de este tipo de profesionales en otros verticales que están fuertemente apostando por la transformación, como es el caso de la banca. La batalla del talento pasa por tener en el mismo terreno de juego a las empresas proveedoras y a las consumidoras. Muy probablemente estemos asistiendo a un cambio de paradigma en el que la demanda de empleo para estos profesionales se desplace cada vez más hacia las empresas usuarias, como resultado de una mayor democratización de la tecnología y de su creciente impacto en los resultados empresariales.
***Antonio Crespo es CEO de Eraneos Iberia.