Transferencias bancarias para digitalizar las pymes
En 2009, Domino´s Pizza se dio cuenta de que su sistema de pedidos telefónicos y en línea era obsoleto y frustraba a los clientes. En lugar de intentar mejorarlo, decidieron hacer una renovación completa y lanzaron una nueva plataforma de pedidos en línea llamada Pizza Builder.
La nueva plataforma permitió a los clientes personalizar sus pizzas y ver imágenes de sus creaciones en tiempo real. También rastrear el progreso de sus pedidos en línea y recibir actualizaciones por mensajes de texto. La renovación fue un éxito rotundo, y la empresa informó de un aumento del 29% en las ventas en línea en el primer trimestre después del lanzamiento.
Este desarrollo que llevó a cabo la empresa americana es, salvando las distancias, similar al proceso de digitalización que están viviendo las pequeñas y medianas empresas españolas en los últimos años. Una de las ventajas que están experimentando las compañías es la reducción de costes, gracias a herramientas informáticas que permiten automatizar procesos y agilizar la realización de determinadas tareas.
Entre las áreas de la empresa más susceptibles de digitalizarse se encuentra el departamento de administración, principalmente todo lo relacionado con el control de cobros, ya sea de presupuestos, pedidos o facturas. Según las últimas estadísticas del Sistema Nacional de Compensación Electrónica (SNCE), más del 72% del volumen de pagos en nuestro país se mueve mediante transferencia bancaria.
A pesar de ser el método de pago más utilizado por las empresas, todavía supone determinados retos para aquellas compañías que lo aceptan como medio de cobro de sus pedidos o facturas, pues requiere controlar el momento en el que se recibe el dinero directamente en la cuenta corriente.
Digitalizar los procesos de tesorería para el cobro de facturas mediante transferencia bancaria siempre ha sido un reto para las empresas. Esto se debe, fundamentalmente, al hecho de que carece de una trazabilidad electrónica que permita obtener en tiempo real una confirmación de pago, junto a la información asociada para facilitar la gestión de cobros y la conciliación bancaria.
Gracias a las nuevas tecnologías, han surgido soluciones que permiten ahorrar tiempo a los departamentos de administración al evitar tareas diarias repetitivas. Las compañías pueden dedicar más recursos a vender y producir gracias a esta tecnología. Así, los pedidos y facturas pueden pagarse directamente por transferencia bancaria, automatizando tanto el proceso de generación de pedido como el de cobro.
Esta es, sin lugar a duda, una gran excusa para comenzar a digitalizarse. Según las últimas estimaciones, aproximadamente el 90% de las pymes españolas cuentan con una página web, pero menos de un 30% la utiliza de manera activa para automatizar procesos. Incorporar en dicha web una sección para la demanda de pedidos o pago de facturas, posibilitaría la ansiada automatización y supondría un paso más hacia la digitalización.
Es un cambio que todas las empresas van a tener que asumir de por vida, pues cada día surgen nuevas propuestas tecnológicas que permiten un mayor control y eficiencia. Además, el 30 de noviembre de 2021, el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de Ley Crea y Crece, una norma dirigida, entre otros, a impulsar la creación de empresas y facilitar su crecimiento y expansión. Entre las medidas propuestas figura la obligación de expedir y remitir factura electrónica en todas las relaciones comerciales entre empresas y autónomos, lo que garantizará una mayor trazabilidad y control de pagos.
En entornos altamente competitivos, las compañías más digitales serán más eficientes, con más posibilidades de sobrevivir que aquellas que mantengan una posición conservadora y renieguen del cambio. Por ello, resulta conveniente comenzar a digitalizarse, analizando con tiempo las áreas de la empresa más “analógicas” y que suponen un coste evitable.
Una de estas áreas será sin duda el departamento de administración de las empresas, empezando con el requisito legal de tener que emitir en breve una factura electrónica, con sus pros y sus contras, pero obligatorio, al fin y al cabo. Aprovechando esta transición, las pymes tienen la oportunidad de comenzar a digitalizarse y ahorrar costes administrativos mediante el cobro automatizado de las facturas por transferencia bancaria.
*** Víctor Pardo es CEO y fundador de Inespay.