Las pymes y su encaje dentro de las oportunidades del PERTE Chip
El PERTE de microelectrónica y semiconductores (PERTE Chip), aprobado por el Consejo de Ministros del 24 de mayo de 2022, nació con el objetivo de recuperar el terreno perdido por nuestra industria nacional de semiconductores, y situarla en puestos competitivos al nivel de los países de nuestro entorno.
Para conseguir este objetivo se plantea llevar a cabo cuatro acciones: refuerzo de la capacidad científica, orientada a fomentar la innovación; estrategia de diseño, potenciando la capacidad de diseño microelectrónico mediante la creación de empresas fabless; construcción de plantas de fabricación, con lo que volveríamos a tener foundries en nuestro país, y dinamización de la industria de fabricación TIC, fomentando la producción de productos electrónicos.
Las pymes suponen un porcentaje mayoritario en el sector industrial español y pueden jugar un papel importante en esta estrategia. Su participación dentro de algunas de estas acciones serviría, por un lado, como fuerza tractora para la industria de semiconductores, y por otro, para ganar competitividad y cuota de mercado internacional dentro de sectores estratégicos de nuestro país, como el aeroespacial, defensa, biomedicina, agroalimentario, etc.
Respecto a la relación entre las pymes y las cuatro acciones anteriores, sería prácticamente descartable su participación en la construcción en plantas de fabricación de semiconductores. Sin embargo, las PYMES más innovadoras podrían dinamizar la industria de fabricación de semiconductores mediante el diseño de nuevos productos altamente competitivos con tecnologías de fabricación ya existentes.
Esta última actividad presenta una especial dificultad en pequeñas y medianas empresas, donde el acceso a infraestructuras de diseño y fabricación de circuitos integrados es muy complicado y costoso. Entre los factores que dificultan este acceso están los siguientes.
Por un lado, los departamentos de diseño de producto están muy limitados en recursos humanos y materiales. Además, para el personal no especializado resulta complejo identificar la manera óptima de mejorar un producto mediante la incorporación de la tecnología microelectrónica.
También hay que destacar que, para ello, es necesario identificar cuál es la tecnología adecuada, tanto para mejorar la funcionalidad del producto, como para garantizar su rentabilidad.
Por otra parte, también obstaculiza este objetivo la traslación de la solución, ideada en 'papel', de un diseño microelectrónico a un chip ya fabricado lleva consigo procedimientos tecnológicamente muy complejos.
Y, por último, hay que tener en cuenta que siempre está el trasfondo económico y financiero, que puede hacer poco atractiva la operación, ya que la fabricación suele ser inviable a menos que se manejen cantidades de cientos de miles de unidades.
Las pymes necesitan de actores intermediarios que resuelvan o amortigüen los problemas descritos anteriormente. En décadas pasadas se experimentó con bastante éxito el programa Eurochip, donde los foundries europeos de semiconductores ofrecían la posibilidad de fabricar pequeñas tiradas de circuitos integrados.
Esto sirvió para actualizar a muchos grupos de investigación de universidades europeas que trabajaban en microelectrónica y, de paso, para acercar la tecnología de Circuitos Integrados (IC) a muchas empresas que colaboraban con estos grupos.
Por otro lado, sería interesante mejorar los mecanismos de colaboración entre empresas y grupos de investigación universitarios, creando intermediarios que ofrezcan servicios de asesoramiento y soporte al diseño microelectrónico, así como de enlace con los fabricantes europeos de semiconductores.
Como vemos, la financiación asociada al PERTE Chip puede traer oportunidades interesantes al sector microelectrónico en general, pero dado que la mayoría de las empresas españolas son de pequeño y mediano tamaño, surgen varias dudas. ¿Se articularán mecanismos adicionales para que estas empresas puedan aprovechar todo el potencial del PERTE? ¿Están preparadas material y técnicamente para afrontar el reto que esto supone?
**Juan García Ortega es socio fundador de Solar MEMS Technologies.