Hacia una época mejor y más feliz
Para entender esta época con cierta naturalidad, habría que tener la visión cósmica que James Joyce refleja en su Ulises y aún con más "cosmicidad" –así lo diría él- en Finnegans Wake, dos libros que he podido releer gracias a este confinamiento que nos ha regalado una nueva dimensión del tiempo.
Nadie está en condiciones de explicar con seriedad la causa, la razón y las consecuencias de esta potentísima pandemia, pero hay una auténtica legión de sabios y expertos que no cesan de darnos durante todo el día las claves esenciales de esta dramática situación. Y lo hacen con una seguridad, con un convencimiento dogmático que en muchos casos resulta cómico. Parece claro que ese no es el camino.
El camino lo señala muy bien el último número del National Geographic, que ha decidido describir la situación con dos portadas distintas que llevan los títulos siguientes: Cómo salvamos el mundo y Cómo perdimos el planeta, en donde se analizan con la misma intensidad las dos opciones. Es una forma perfecta de describir una situación sin tomar partido pero ayudando a tomarlo.
Vamos sin duda a superar esta pandemia, pero para lograrlo tendremos que exigirnos todos un mínimo de seriedad y, muy especialmente, algunos medios de comunicación que han convertido el tema en un auténtico espectáculo mediático deprimente.
Algunos medios de comunicación han convertido la pandemia en un auténtico espectáculo mediático deprimente
Entreguemos la responsabilidad y el protagonismo a los expertos responsables y apoyemos su labor con solidaridad, incluida la económica, y si está a nuestro alcance con apoyo intelectual. Todo lo demás es frivolidad pura y dura. Y en esta época, la frivolidad además de inaceptable tendría que ser tipificada como delito.
El horno está demasiado caliente para poner más bollos. Habrá que esperar a que los miedos se atenúen, las emociones no nos desborden y solo permanezca la voluntad de lucha y la seguridad de que acabaremos venciendo. Para eso no nos "pagan". No nos pagan para acobardarnos y aún menos para colocarnos en lo peor, un oficio que gusta a mucha gente por razones difíciles de entender. Incluso ha tentado a nuestro mejor líder europeo, Ángela Merkel, que ha declarado que el virus afectará al 60% o 70% de los alemanes.
Después de esta pandemia habrá que hacer sin duda una reflexión sobre causas y culpables, pero demos por seguro que vamos a una época mejor y más feliz. Tomo apuestas.
*** Antonio Garrigues Walker es abogado y presidente de honor del despacho Garrigues Walker.