No es país para jóvenes

No es país para jóvenes

La tribuna

No es país para jóvenes

19 agosto, 2020 02:39

No hay lucha más desequilibrada que aquella en la que uno de los bandos ignora estar inmerso.

Los viejos enfrentamientos entre derechas e izquierdas, entre clases sociales, entre sexos, empiezan a amarillear al tiempo que se hacen evidentes nuevos conflictos, como es el caso de la creciente injusticia generacional. Una injusticia que los jóvenes sufren, pero parecen ignorar.

Efectivamente, mientras la izquierda, con una mano, les mantiene distraídos salvando el planeta (dicho sea con todo respeto a tan noble causa), con la otra les roba literalmente la cartera.

Tenemos una juventud intoxicada por la cruzada cultural de la izquierda, que tiende al onirismo y que denota cierta incapacidad para entender y gestionar sus propios intereses reales. Frente a esta juventud ingenua y manipulable, los adultos suelen ser más pragmáticos y parecen saber mejor lo que quieren: blindar -e incluso aumentar- sus privilegios aún a costa de poner en riesgo la prosperidad de las generaciones futuras.

Tenemos una juventud intoxicada por la cruzada cultural de la izquierda, que tiende al onirismo

Así pues, hoy en día nuestros jóvenes (muchos de los cuales se creen -o juegan a- revolucionarios) sobrellevan con sorprendente estoicismo las graves desigualdades que se ceban con ellos, al tiempo que se rasgan las vestiduras por la última causa importada, surgida a miles de kilómetros de nuestras fronteras. Como si no tuvieran, aquí y ahora, suficientes motivos de preocupación y movilización. Pongamos algunos ejemplos:

- Mayor tasa de desempleo: los jóvenes sufren una tasa de paro 3 veces superior a la de los adultos: una tasa del 40% en menores de 25 años frente al 14% del resto, o de un 11% para mayores de 54 años (datos EPA para el 2º trimestre de 2020). La edad es la variable que mas discrimina entre los parados, mucho mas que el sexo. Y los jóvenes no protestan.

- Mayor brecha salarial: Hace unos años, UGT estimaba que la brecha salarial entre jóvenes y adultos que desempeñaran igual labor, podía alcanzar un nada despreciable 40%... mayor que la brecha de género. Y los jóvenes no protestan.

 - Mayor incentivo a prescindir laboralmente de los jóvenes: La actual legislación laboral protege mas al adulto, en tanto su antigüedad en la empresa le blinda, haciendo mas gravoso su despido que el de cualquier joven. Y no protestan.

- Mayor esfuerzo a la solidaridad: Aquellos jóvenes que, afortunadamente, disponen de un trabajo -ya sean hombres o mujeres-, están sosteniendo un sistema de pensiones del que, muy probablemente, no se beneficien en el futuro. Al menos en igual medida. Un reciente estudio del Banco de España señalaba que los reivindicativos pensionistas de hoy se embolsan en promedio un 74% más de lo que aportaron. Sería un sueño para muchos de nosotros poder tener garantizado que, a nuestra jubilación, al menos, pudiéramos recuperar el 100% de lo que cada uno contribuyó. Y ya no digo el 174%... Y los jóvenes no protestan.

- Mayor responsabilidad personal frente a la deuda: Cada vez que la izquierda aumenta el déficit y hace crecer la deuda pública (para poder financiar su clientelismo "social"), lo que hace es regalar un dinero que le tocará pagar en el futuro a los jóvenes de hoy. Porque la deuda no es mas que un préstamo intergeneracional, el cuál suscribe unilateralmente el Gobierno (muchas veces presionado por los adultos de hoy), sin consultar a quienes tendrán que pagarlo en su día. Y estos no solo no protestan, sino que incluso aplauden el dispendio porque se supone que es "lo progresista".

La deuda no es mas que un préstamo intergeneracional, el cuál suscribe unilateralmente el Gobierno

- Y ya ni hablo del tema de vivienda, algo que les toca muy de cerca, porque la vivienda se ha convertido en el primer activo susceptible de ser arrebatado a su legítimo propietario y, aún siendo de imposible ocultación, su restitución no está garantizada en tiempo y forma

Lo dicho: España no es un país para jóvenes.

Luego, mal futuro les espera si no espabilan, si no dejan de “creerse todos los cuentos” (como decía el poeta León Felipe), si no superan todos esos viejos conflictos ya superados -y que son artificialmente resucitados por aquellas élites que buscan su propio progreso vendiendo progresismo- y empiezan a pensar por si mismos.

Espero que llegue el día en el que todos ellos entiendan que el verdadero futuro de prosperidad radica en disponer de empresas competitivas, que crezcan y que puedan generar empleo sostenible y de calidad… así como en disponer de un Estado eficiente y bien gestionado, que no malgaste el dinero que los ciudadanos le entregan y que tanto les cuesta ganar.

En definitiva, que entiendan que apoyar a esta izquierda -la de ahora-, es poner la soga al cuello a su generación.

*** Marcos de Quinto, ex Vicepresidente Ejecutivo Mundial de The Coca-Cola Company que transitó por las filas de Ciudadanos.

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