Digitalizar la alimentación
Alcanzar la plena sostenibilidad es, hoy en día, nuestro mayor reto. Un reto en el que ya no solo deben involucrarse instituciones y empresas, sino que requiere de la implicación de todos para garantizar lo que parece una obviedad: nuestro futuro.
Ahora, no solo debemos enforcarnos en la sostenibilidad entendida como el equilibrio de recursos, sino dirigirnos hacía el alcance de una sostenibilidad integral, que contempla el desarrollo sostenible en el ámbito social, económico y del entorno medioambiental.
En poco más de 30 años, los recursos de nuestro planeta tendrán que sustentar a 10.000 millones de personas aproximadamente; cerca de 2.000 millones más de los que vivimos hoy en la tierra. Lo que equivale a un aumento del 25% de la población mundial. Puede parecer un incremento poco relevante, pero, ¿habrá recursos para todos en aquel entonces?
Nos encontramos en un contexto en el que el consumidor está cada vez más concienciado con generar un impacto positivo hacia nuestro ecosistema. Son muchos observatorios e informes de sobre consumo que apuntan a la sostenibilidad como un driver determinante. El informe de Kantar Who cares, who does establece que en los últimos años de pandemia la mitad de los hogares ven la sostenibilidad como un factor de compra determinante.
En poco más de 30 años, los recursos de nuestro planeta tendrán que sustentar a 10.000 millones de personas
Este comportamiento, traducido también en un aumento de exigencia en cuanto a la fabricación de productos o elaboración de alimentos, ha generado un antes y un después en nuestra sociedad.
La última encuesta de ING TFI Consumer Research sobre Sustainable consumer spending apunta que dos de cada tres consumidores podrían dejar de consumidor los productos de una empresa que no actuara de forma responsable en cuanto a la generación de residuos o en beneficio del medio ambiente.
Frente a este hecho, a lo largo de los últimos años, muchas empresas han tenido que modificar ciertas políticas o metodologías para conseguir una mayor sostenibilidad, adaptándose a las nuevas necesidades y exigencias del consumidor, y también a una legislación cada vez más consciente ante este contexto.
Sin ir más lejos, la existencia de los packaging renovables ya no es si quiera una novedad, aunque tampoco una realidad consolidada. Según las últimas tendencias, en los próximos años los envases seguros, conectados y sostenibles seguirán prevaleciendo entre los fabricantes. Aun así, el foco no será el mismo.
Ahora, irá dirigido hacia la búsqueda de soluciones de embalajes sostenibles y seguras que no solo supongan un beneficio para el medio ambiente, sino una mejora de la vida útil de los productos. ¿Cómo? A través de la tecnología. Tecnologías de envases inteligentes, envases nanotecnológicos, uso de materiales híbridos, uso de materiales biológicos o los embalajes comestibles serán algunas de las tendencias emergentes que observaremos próximamente.
Pero este es un solo ejemplo de como la tecnología y la digitalización optimiza y mejora un peldaño concreto de la cadena de valor agroalimentaria. Cada vez más existen técnicas de ganadería 5.0 o smartfarming, agricultura de precisión, la producción y consumo de nuevas proteínas, el estudio genómico de materias primas, la trazabilidad, el big data o la inteligencia artificial aplicada a la parte productiva o elaboradora de alimentos.
Si los retos del crecimiento de población van a afectar la producción de alimentos y su consumo; la tecnología y la digitalización deben proveer todos sus activos para facilitar esta transición.
España y Cataluña son hubs productores de alimentos de referencia internacional
España y Cataluña son hubs productores de alimentos de referencia internacional. La dieta mediterránea ha sido objeto de estudio en las principales universidades del mundo. Ante el cambio de paradigma que estamos viviendo, debemos ser fieles a la tradición del éxito. En Catalunya contamos con el Plan Estratégico de Alimentación de Catalunya (PEAC) 2021-2026, un gran avance en cuanto al compromiso colectivo al que nos referíamos anteriormente, dado que supone una gran ayuda para que las empresas agroalimentarias puedan crecer a nivel internacional, así como potenciar clústeres especializados, entre otros.
Las empresas, administraciones públicas, y consumidores, entre otros, se sitúan como los principales impulsores de la innovación en nuestro país. Pero necesitamos la implicación de centros de investigación y tecnología, startups e inversores.
En este contexto, ser conscientes de la importancia que está adoptando la innovación abierta es imprescindible. Este pasado año 2021, las startups de Cataluña alcanzaron una inversión récord anual de 1.479 millones, según un informe elaborado por el Departamento de Trabajo de la Generalitat, superando con creces los datos obtenidos en el año anterior, con 427 millones, y duplicando los datos de 2019, con 784 millones. Estos datos reflejan la consolidación de dicho sector que, además, apunta hacía un aumento claro de la facturación de estas empresas de cara a los próximos años.
El sector de las start-up Deep Tech puede ser una herramienta para solucionar los retos y las problemáticas a las que puede hacer frente el sector de la alimentación mundial con los retos demográficos que se avecinan. Contar con The Collider en Barcelona y con un certamen de referencia mundial como es el Mobile World Congress es una oportunidad única para 'hacer match' con un sector productivo hipermaduro como el de la agroalimentación y la industria alimentaria.
Para seguir siendo un hub de la agroalimentación ya no solo deberemos tener grandes magnitudes y grandes volúmenes de alimentos producidos; también debemos tener una estructura resiliente y ágil capaz de adaptarse a los grandes cambios que puedan afectar a la producción y al consumo. Y, sobre todo, utilizar la tecnología como principal recurso, dado que es uno de los tractores de la economía.
De este modo, y junto con los esfuerzos de todas las partes implicadas por conseguir una producción de alimentos sostenible medioambientalmente y económicamente, conseguiremos una sostenibilidad social y un cambio en el sector exponencial.
El sur de Europa puede competir con Holanda, con Singapur, con Israel o Estados Unidos a nivel de innovación en sector primario; para conseguirlo digitalizar la alimentación no es solo la receta más innovadora, sino también la más sostenible.
*** Santiago Aliaga es CEO Zyrcular Foods y Oscar Sala es CEO The Collider.