Big Data: es el momento de democratizar las decisiones
Los desarrollos tecnológicos ya permiten que las decisiones que se adoptan en las grandes organizaciones se asienten en evidencias e información objetiva.
"Kill the hippo" es una expresión anglosajona que encarna una idea que considero clave hoy cuando hablamos de transformación de las organizaciones. En realidad, nada tiene que ver con matar hipopótamos … sino que hace referencia a las opiniones de los 'jefes' ("the highest paid person’s opinion", las de quienes tienen el salario más alto en una organización). Cuando hablamos de erradicar esos HIPPOs, nos referimos a que esas opiniones no deberían marcar, nunca más, el rumbo de una compañía. Y esto es así porque, por muy arriba que esté un ejecutivo en el organigrama de una organización, su trabajo, su responsabilidad, es tomar las decisiones con toda la información y contexto que pueda ayudarle a hacerlo mejor.
La llegada de las tecnologías basadas en datos (propios o de terceros), facilita que esta toma de decisión esté mucho mejor informada, y esto es si cabe más relevante en el momento de incertidumbre que nos toca vivir hoy en día.
Si siempre ha sido importante, hoy en día es imprescindible que estas decisiones se sustenten en evidencias que permitan dar pasos en una u otra dirección con seguridad y mayor probabilidad de éxito, y no hacerlo únicamente en intuiciones, percepciones o experiencias pasadas que nosotros, como directivos, hayamos tenido en otros puestos de responsabilidad.
Como suelo decir siempre, es bueno parar un segundo de vez en cuando para pensar si –en una reunión de trabajo- eres el HIPPO. Lo más importante es ser consciente de ello, y recordarte (a ti en primera persona, y a tus equipos) la importancia de que se muestren datos con las diferentes alternativas sobre las que hay que decidir. Y, si no eres el HIPPO, tu labor es incluso más difícil, porque en esa reunión tendrás la responsabilidad de explicarle al jefe la importancia de todo esto que estamos hablando, y no permitir que se deje llevar por un "yo creo que lo que tenemos que hacer es…"
Afortunadamente, esto cada vez es más fácil de hacer. El trabajo de análisis de datos que manejan los distintos equipos de una compañía ayuda a 'democratizar' el proceso de toma de decisión, que ya no queda –como antes– sólo en manos de unos pocos directivos de la organización.
Es a esto a lo que nos referimos cuando hablamos de la importancia de ser una compañía data-driven, y que refuerza la importancia de esos profesionales que diariamente se encargan de dar sentido a esa avalancha de datos procedente de múltiples y heterogéneas fuentes.
"El trabajo de análisis de datos que manejan los distintos equipos de una compañía ayuda a ‘democratizar’ el proceso de toma de decisión"
La tecnología, los datos, y todos aquellos que son capaces de interpretarlos, se ponen al servicio de esta toma de decisiones distribuida en la organización. Y tenerlo en cuenta es crucial para que las empresas puedan conseguir construir e iterar, de forma colaborativa, propuestas de valor diferenciadas que consigan alcanzar (y convencer mucho mejor) a determinados segmentos de mercado donde, a priori, igual no se habían contemplado opciones de crecimiento.
De hecho, las compañías que están incorporando los datos y la IA en sus procesos de negocio tienen mejores ratios de éxito y de conversión en la medida en que conocen mejor a sus consumidores y son capaces de anticipar mejor lo que sus clientes están demandando no ya hoy, sino en el futuro.
Democratizar estas decisiones de negocio a partir de la evidencia de los datos es, por tanto, la mejor manera para optimizar las estrategias de negocio y, en consecuencia, poder adaptarlas, de un modo ágil y rápido, a los diferentes escenarios que puedan ir surgiendo, evitando la ralentización jerárquica que a muchos de nosotros nos resulta familiar, por haberla sufrido en el pasado o –todavía hoy en día- en sectores más tradicionales.
"El volumen de información que tenemos en la actualidad en las organizaciones es ingente"
Todos sabemos, sin embargo, que el volumen de información que tenemos en la actualidad en las organizaciones es ingente. La dimensión es tal que proyectos de automatización, procesamiento y análisis de datos requiere la combinación de tecnología, algoritmos e IA, además de tener un equipo de profesionales de primer nivel (en el propio equipo, o externalizado con especialistas), que sean capaces de llevar a cabo la revisión, interpretación y aplicación estratégica de los mismos, incluso con optimizaciones en tiempo real.
La combinación de tecnología y talento conlleva además, de manera implícita, un cambio cultural esencial que no podemos perder de vista. Y que tiene que venir impulsado desde la alta dirección.
Así que, los que tenemos esa responsabilidad, animemos, por favor, a nuestros equipos a probar muchas cosas. Hagamos cuantos más tests A/B podamos. Y utilicemos datos, y algoritmos que nos permitan acertar en promedio muchas más veces de las que nos equivocamos, teniendo claro que –por supuesto- también nos equivocaremos.
Pero apalanquemos las decisiones de la organización en evidencias e información objetiva, y de una manera distribuida dando autonomía suficiente a los diferentes equipos para que puedan hacerlo de una manera más ágil y sencilla.
De manera que estemos mejor preparados para competir en un escenario complejo y repleto de incógnitas e incertidumbres, que va a exigir de nuestra compañía propuestas más innovadoras y atrevidas, pero también – al fundamentarlas en datos - con muchas más opciones de prosperar y de llegar a buen puerto.
*** Sebas Muriel es CEO de GroupM Spain.