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La tribuna

¿Cómo está la salud de la banca española?

24 octubre, 2023 02:21

A juzgar por la visión que se deprende de la información más reciente que aporta la Autoridad Bancaria Europea (EBA) con datos de junio de 2023, el sector bancario español goza de una buena salud. Es requisito indispensable para que pueda realizar de forma eficaz y eficiente su principal labor que es la financiación del crecimiento económico contribuyendo al mismo tiempo a la estabilidad financiera.

Ya les anticipo que es una banca más rentable y eficiente que la media europea, con una posición de liquidez más holgada, pero que tiene que seguir esforzándose por mejorar la calidad de su activo y su solvencia. Pero vayamos por partes desgranando la rica información que ofrece la EBA.

En términos de la rentabilidad financiera del capital (ROE), se sitúa en el 12,3%, 1,5 puntos porcentuales por encima de la media europea y de los principales países de la UE, como Alemania (6,8%) y Francia (7,8%), aunque por debajo de Italia (13,9%).

La recuperación del margen de intermediación en un contexto de subida de tipos de interés ha permitido aumentar la rentabilidad en 2023, tanto en la banca española como en la europea. En la española, el margen de intereses es del 2,6% del activo y ha mejorado medio punto en los últimos docce meses, para situarse en junio de 2023 un punto por encima de la media europea.

A la buena salud de la banca española contribuye la elevada eficiencia con la que gestiona sus recursos. Así, mientras a la banca europea le cuesta 56,5 euros conseguir 100 de ingresos netos, a la española le cuesta casi 11 euros menos, siendo esa eficiencia también mayor que la banca alemana (64,4 euros) y francesa (71,4), aunque menor que la italiana (52,1). Su ratio de eficiencia operativa ha mejorado más de 3 puntos en el último año.

Todo parece indicar que vienen curvas en forma de ralentización del crecimiento económico

Donde la comparativa europea no arroja buenos resultados para la banca española es en términos de solvencia. Así, su ratio de capital de mejor calidad (CET1) es del 12,6%, 3,3 puntos porcentuales por debajo de la media europea y en la última posición del ranking de la UE-27. La posición mejora en términos de la ratio de apalancamiento (que no tiene en cuenta el riesgo de los activos), al situarse solo 3 décimas por debajo de la media (5,4% vs 5,7%).

Como nos recuerda con acierto el Banco de España, la penalización que recibe la banca española en términos de solvencia en parte se debe a que más bancos españoles utilizan el método estándar de estimación de los activos ponderados por riesgo, que ofrece un mayor valor de esos activos.

Cuando se analiza la calidad de los activos bancarios, la ratio de dudosidad del préstamo se mantiene en el 2,8% en la banca española desde hace casi un año, aunque es un punto superior a la europea. Es una dudosidad con un porcentaje de cobertura con provisiones prácticamente similar al europeo (42,8% vs 42,9%). También es un punto superior en España la tasa de refinanciación (2,5% vs 1,5%), pero la buena noticia es que ha caído en el último trimestre.

Otra variable de importancia a la hora de valorar la salud bancaria es la liquidez. En términos de la ratio de cobertura de liquidez (que mide la capacidad de resistir episodios de tensión durante 30 días), el valor de la banca española es del 169,8%, muy por encima del 100% exigido y también superior al 159,9% del europeo. Y en el caso de la ratio de financiación neta estable (que mide la resistencia a episodios de tensión de liquidez de 12 meses), también la ratio española supera el mínimo del 100% y se sitúa en un valor superior al europeo (129,5% vs 126,5%).

La intensa subida de los tipos de interés y la expectativa de persistencia en los niveles actuales durante más tiempo afecta al valor (a la baja) de los activos bancarios

¿Qué nos puede deparar el futuro más inmediato? Todo parece indicar que vienen curvas en forma de ralentización del crecimiento económico (que impacta negativamente en la demanda de crédito), y se agota la recuperación de la rentabilidad basada en la subida de tipos, por lo que es probable que disminuya el margen de intermediación y la rentabilidad.

En el primer caso, no hay más que ver las revisiones a la baja del crecimiento del PIB de 2024 y en el segundo, la lenta subida de los tipos pasivos irá quedando atrás conforme se vaya corrigiendo el exceso de liquidez en un contexto de drenaje por parte del BCE.

Además, la intensa subida de los tipos de interés y la expectativa de persistencia en los niveles actuales durante más tiempo afecta al valor (a la baja) de los activos bancarios, lo que genera minusvalías latentes. Es en este marco en el que hay que interpretar las recientes declaraciones del supervisor invitando a los bancos a una adecuada política de retribución al accionista que sean compatible con reforzar la base de recursos propios.

Que la rentabilidad de la banca se ha recuperado en los últimos trimestres es una buena noticia, porque, como cualquier otro sector de la economía, las empresas, para ser viables, deben ser rentables.

No podemos calificar de excesiva ni mucho menos la rentabilidad actual de la banca

Y si nos guiamos por lo que le cuesta a la banca conseguir el necesario capital, con la estimación del coste del capital que ha hecho el BCE y que ha difundido hace escasos días en boca de su vicepresidente, el señor De Guindos (14%), la ROE actual sigue sin alcanzar ese nivel, por lo que no podemos calificar de excesiva ni mucho menos la rentabilidad actual de la banca.

Además, conviene recordar una vez más que una cosa es el beneficio y otra la rentabilidad, que pone en relación el beneficio con el capital necesario para generarlo. Así, huyan de los titulares que destacan los millones que gana la banca y centren su atención en el porcentaje que esa cifra representa del capital que tienen que captar para conseguirlo y que en estos momentos es del 12,3%.

***Joaquín Maudos es catedrático de economía de la Universidad de Valencia, director adjunto del Ivie y colaborador del CUNEF.

De izquierda a derecha:  Rubén Criado, director general Arquimea Research Center; Enrique Belda, director del CETSE y subdirector General de Sistemas de Información y Comunicaciones para la Seguridad Secretaría de Estado de Seguridad;  Noelia Hernández, redactora jefa de D+I;  Pablo Cabricano, responsable de Cuántica en NTT DATA; y Mikel Díez, Quantum Global Sales Enablement Lead de IBM.

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