María Jesús Montero

María Jesús Montero EP

OPINIÓN MERCADOS

Dan ganas de echarse a llorar...

10 enero, 2024 02:31

Vivimos en un mundo global, con alta movilidad de capitales y personas entre países, y la competitividad de dichos países no sólo depende de la productividad y calidad de sus productos, sino que también está muy afectada por las regulaciones fiscales
correspondientes.

A finales del año pasado, Eurostat publicó las cifras de presión fiscal, medidas como ingresos por impuestos y cotizaciones sociales sobre el PIB para el ejercicio 2022. Para la Unión Europea esta cifra, en promedio ponderado, sólo ha variado dos décimas desde el inicio de la pandemia (41,2% vs 41%) y cinco décimas en los países de la zona euro (41,9% vs 41,4%).

En España la situación ha sido muy superior, con un crecimiento de 2,9 puntos porcentuales (38,3% vs 35,4%), situando la diferencia de presión fiscal en -3,6 puntos frente a nuestros socios europeos.

Es importante bajar al detalle para intentar dar respuesta a la eterna discusión sobre la menor presión fiscal en España frente a sus socios europeos (por lo menos antes, veremos con los siguientes datos…). Argumento, este, esgrimido habitualmente por nuestros políticos para justificar el constante incremento de impuestos en nuestro país. ¿Es así?

La ratio de la presión fiscal, y la manera de compararla, es muy criticada por muchos profesionales al no tener en cuenta las rentas de cada país, la estructura económica, la economía sumergida o el paro, entre otros factores.

Las medidas de incremento de los impuestos al ahorro y empresas producidas los últimos años parece que no tienen mucha lógica

Dado que "el diablo está en los detalles", parece lógico mirar estudios algo más profundos que nos permitan entender mejor la presión fiscal real en nuestro país. La ratio citada es demasiado simple y, por tanto, puede presentar deficiencias.

Cálculo de la ratio

La ratio que calcula Eurostat para Europa está ponderada por población. Ahora bien, cuando cambiamos la media ponderada por población por la media simple por país, el resultado es totalmente distinto y en ese caso nuestra presión fiscal es superior en 1 punto de PIB a la media europea en vez de ser inferior en -3,6 puntos. Los países más ricos pagan más impuestos, pero tienen más renta.

Parece lógico, progresividad entre países. Desde mi punto de vista, tiene más sentido calcular el promedio por país, al ser muy heterogéneos estos, que la ratio ponderada por población, donde los países más poblados, que son más ricos, distorsionan el resultado.

Índice de Competitividad Fiscal

La Tax Foundation es una organización educativa y de investigación sin ánimo de lucro, formada por un grupo de expertos en investigación internacional con sede en Washington D.C. Fue fundada en 1937 por un grupo de empresarios con el fin de "monitorear las políticas fiscales y de gasto de las agencias gubernamentales". Este organismo recopila datos y publica estudios de investigación sobre las políticas fiscales.

En el mundo de la economía es muy conocido por elaborar el Índice de Competitividad Fiscal (ICF), que permite establecer una comparación relativa de los sistemas tributarios de los países de la OCDE. En el estudio se analizan más de 40 variables de política tributaria englobadas en cinco categorías.

El resultado no es muy halagüeño. En el año 2020 España ocupaba en el ICF la posición 26 de los 38 países (OCDE) analizados, pasando en el año 2021 a la posición 32, para ocupar en el año 2022 la posición 34; lo que demuestra, sin lugar a dudas, el drástico deterioro producido en la situación fiscal de nuestro país.

Presión Fiscal Normativa

El Instituto de Estudios Económicos (IEE) desarrolla un indicador complementario a partir del estudio citado anteriormente, denominado Indicador de Presión Fiscal Normativa (PFN), entendida esta como la carga de gravamen que soporta realmente una economía, al margen de la recaudación que obtenga.

Nuestra economía ha pasado de la posición 29 el año 2019 a la 35 en 2022, atendiendo a los resultados de esta ratio. La PFN es un 16,4% más elevada que la media de la Unión Europea y un 17% mayor que la media de la OCDE.

Esfuerzo fiscal

Otra ratio habitual y muy usada por los detractores de la ratio de presión fiscal es el Esfuerzo Fiscal, es decir realizar un ajuste fino de la ratio de presión fiscal teniendo en cuenta el PIB per cápita. Argumentan que la comparativa no sirve de nada si no se tienen en cuenta las rentas de un país.

No es lo mismo pagar una determinada cantidad de impuestos con un mayor nivel de renta que con otro. Según datos del IEE, atendiendo a Eurostat, en esta ratio nos encontraríamos un 52,8% peor que la media europea.

En conclusión, las medidas de incremento de los impuestos al ahorro y empresas producidas los últimos años, y que se pretenden justificar en la menor presión fiscal española frente a sus socios europeos, parece que no tienen mucha lógica cuando se analizan los diversos estudios al respecto y, si el objetivo real es reducir el déficit, es posible que se alcance un objetivo opuesto, dado que al final se deprimirá la oferta y el consumo.

Parece que la ideología pesa más que los datos reales. El riesgo de deslocalización de inversiones y fuga de contribuyentes es cada vez mayor, dado el incremento de la presión fiscal vs comparables.

El aumento de la recaudación debería basarse en un fomento del crecimiento económico, que verdaderamente es la palanca de generación de riqueza de un país, y la lucha contra el fraude fiscal. Y esto último será cada vez más difícil si la presión fiscal sigue subiendo.

*** Pedro Mas Ciordia es director general de Santander Private Banking Gestión.

Automatización

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