Tu voto, tu impacto: decidiendo el futuro de la Unión Europea
El 9 de junio de este año, los ciudadanos españoles tenemos una cita crucial con las urnas: las elecciones al Parlamento Europeo. ¿Otra cita electoral crucial más? Pues sí, pero no es una más. Esta jornada electoral que tendrá lugar en la primera semana de junio se puede calificar, con permiso de las elecciones presidenciales de noviembre en los Estados Unidos, como “la Cita”. Así sin más.
Este 2024 está marcado en el calendario como un “super año electoral” a nivel mundial. Un año clave para el devenir de las democracias liberales y las sociedades occidentales que no sufrían tantos riesgos ni navegaban entre tanta incertidumbre desde la época de la Guerra Fría. Por esto mismo, la etapa electoral que ahora se abre -la campaña electoral empieza este mismo viernes 24 de mayo- no es simplemente otro evento electoral más sino un momento decisivo que definirá el rumbo de la Unión Europea (UE) en los próximos años.
Me considero una persona profundamente europeísta por eso quiero subrayar la importancia de ejercer el derecho al voto, tu voto, ya que tendrá un impacto significativo en nuestras vidas, en tu vida, por varios motivos.
En primer lugar, el Parlamento Europeo es una de las principales instituciones legislativas de la UE. Los eurodiputados que elegimos representan nuestra voz en temas vitales que nos afectan a todos. Desde la regulación económica y la protección del medio ambiente hasta los derechos humanos y la seguridad, las decisiones tomadas en Bruselas y Estrasburgo tienen un impacto directo en nuestro día a día.
De hecho, el vínculo entre la legislación nacional y la comunitaria es cada vez más estrecho y la interrelación es cada vez mayor. Así lo prueban las cifras que arroja un estudio realizado por la Oficina del Parlamento Europeo en España: de las 73 leyes aprobadas en el Congreso de los Diputados y el Senado españoles en el año 2022, un total de 42 regulaban cuestiones derivadas de decisiones adoptadas por la Unión Europea (UE), es decir que un 57 % de la producción legislativa española tiene su origen en Bruselas. Este dato fue en 2019 del 42,31 %, cifra que aumentó al 50 % en 2020 y al 51 % en 2021.
El vínculo entre la legislación nacional y la comunitaria es cada vez más estrecho y la interrelación es cada vez mayor
Además, los resultados de estas elecciones no solo determinarán la composición del Parlamento, sino también la formación del nuevo gobierno comunitario, es decir, la Comisión Europea. La Comisión, encabezada por su presidente, será la encargada de proponer nuevas leyes y políticas, y de supervisar su implementación. Por lo tanto, nuestra decisión de voto influirá directamente en quiénes serán los responsables de guiar a la UE a través de los desafíos y oportunidades de los próximos años.
El Parlamento Europeo saliente (fruto de las elecciones de 2019) ha sido testigo de un equilibrio de poder entre el Partido Popular Europeo (EPP), los Socialistas y Demócratas (S&D) y Renew Europe (ALDE). Sin embargo, las proyecciones para 2024 indican un cambio significativo en el panorama político. El EPP, aunque probablemente mantendrá su posición de liderazgo, podría ver cómo las fuerzas de derecha, ultraderecha y euroescépticas ganan terreno. Estos partidos, agrupados en ECR (Conservadores y Reformistas Europeos) e ID (Identidad y Democracia), tienen agendas que podrían frenar o incluso revertir algunos de los avances logrados en áreas clave.
Este cambio en la composición del Parlamento que dibujan las encuestas planteará varios retos. Uno de los más significativos será el posible freno al Pacto Verde Europeo, una ambiciosa iniciativa destinada a hacer de Europa el primer continente climáticamente neutro para 2050. Este pacto no solo es crucial para combatir el cambio climático, sino que también representa una oportunidad para transformar nuestra economía hacia modelos más sostenibles e innovadores.
También podrían dar un giro hacia el endurecimiento las políticas migratorias llevadas a cabo hasta ahora. En un continente que se enfrenta a desafíos demográficos y humanitarios, es fundamental encontrar un equilibrio entre la seguridad y la solidaridad. La postura más estricta sobre la inmigración podría tener consecuencias profundas no solo para los inmigrantes, sino también para la cohesión social y la economía europea.
Por último, de no repetirse un pacto de gobernabilidad en la Unión como el que dejan Partido Popular Europeo (EPP), los Socialistas y Demócratas (S&D) y Renew Europe (ALDE) podría influir significativamente es la defensa y la política exterior. La UE necesita una política de defensa coherente y fuerte, especialmente en un contexto global marcado por la inestabilidad y la competencia geopolítica.
Como podrás observar, el voto en las elecciones europeas es una herramienta poderosa para influir en el futuro de la UE. Al votar, no solo estaremos eligiendo representantes, sino también definiendo las prioridades y valores que queremos que guíen a nuestra comunidad. No dejemos que otros decidan por nosotros; tomemos las riendas de nuestro futuro y votemos en las elecciones europeas de 2024.
**María Muñoz es directora de Asuntos Públicos en Kreab.