Santiago Ramón y Cajal.

Santiago Ramón y Cajal. Juanma Romero

EL PODER DEL CARISMA Y LA EMPATÍA EN LOS NEGOCIOS

Carisma académico: Ramón y Cajal o cómo inspirar en la neurociencia

7 julio, 2024 02:27

La diferencia entre un investigador o académico carismático y otro que no lo sea es la misma que entre quien logra publicar todos sus estudios y quien no logra publicar ninguno. En el segundo caso, la calidad de sus trabajos puede ser igual o muy superior al investigador carismático, pero hay otras facetas a tener en cuenta. El éxito se consigue con trabajo, mucho trabajo, pero hace falta algo más. Y aquí, el carisma tiene mucho que decir.

Ese carisma proporciona a los académicos una ventaja competitiva significativa. Les facilita la publicación de sus investigaciones, la obtención de recursos y la enseñanza en áreas de su preferencia, contribuyendo a una carrera académica más exitosa y satisfactoria.

También en la propia investigación y la implicación del equipo la diferencia entre unos y otros es sustancial. El rendimiento de una persona carismática es calificado como muy alto por sus compañeros de trabajo, porque así lo perciben gracias a las habilidades del investigador.

Pensemos en una investigación que, si da frutos, puede tardar años en ver la luz y alcanzar el reconocimiento exterior. Ser percibido como una persona carismática nos facilitará más el apoyo de nuestro equipo, que no nos abandonará a las primeras de cambio.

Quizá otro investigador, mucho mejor que el anterior, tenga más facilidad para encontrar la solución que ambos buscan, pero corre el riesgo de quedarse solo porque su equipo no estará motivado para seguirle en todo ese largo y tedioso proceso que, en la mayoría de las ocasiones no da los frutos esperados.

Imagen de archivo sobre neurociencia.

Imagen de archivo sobre neurociencia. Juanma Romero

Los seguidores de los líderes carismáticos están más comprometidos con su líder y muy frecuentemente hacen más de lo que les corresponde. Muchas veces van más allá y hacen sacrificios en sus vidas personales. Conseguir que se publique un trabajo sobre esa investigación hará que generemos más confianza en nuestro equipo.

Parece razonable pensar que un académico carismático suele tener más facilidades publicando sus investigaciones, consiguiendo recursos y dando formación sobre los temas de los que se ocupa. Eso sin olvidar que el carisma puede ayudar a toda clase de personas a vivir más felices, con mejor salud y a tener más éxito. Lo mejor de todo esto es que cualquier investigador o académico, que son los que nos ocupan hoy, puede tener la capacidad de hacerse más carismático. 

Los investigadores carismáticos disfrutan de numerosas ventajas que facilitan su éxito académico y profesional. Disponen de una gran capacidad para conectar con otras personas, presentar sus ideas de manera efectiva y conseguir apoyo y recursos. Esto les permite sobresalir en comparación con sus colegas no carismáticos, quienes, sin duda alguna, se enfrentan a mayores obstáculos en estos aspectos clave de su carrera.

Estos profesionales exitosos son hábiles comunicadores. Esto no implica solo hablar bien, sino también escuchar activamente y mostrar empatía. Todo ello, acompañado de la confianza en uno mismo, porque esa autoconfianza logra que nuestros protagonistas se comuniquen de una manera más clara y convincente, esencial para mantener la atención de los demás.

El carisma puede ayudar a toda clase de personas a vivir más felices, con mejor salud y a tener más éxito

A esto le añadimos la empatía que facilita la conexión emocional con la que intentamos ponernos en el lugar de los otros, entender sus emociones y demostrarles, con nuestra forma de actuar, que nos importa su bienestar. Todo ello fortalece las relaciones y crea lazos más profundos.

Facilita una forma de comunicarse más honesta y abierta, porque las personas con las que se está interactuando se sienten mucho más escuchadas y valoradas. Sin olvidar su importancia a la hora resolver de manera efectiva los diferentes conflictos que se pueden plantear, ya que nos permite comprender las perspectivas de todas las partes implicadas encontrando soluciones que tengan en cuenta las necesidades, intereses y emociones de todos, no solo del líder.

Una vez que el investigador es capaz de comprender y valorar las emociones y contribuciones de todas las personas que le rodean, se logra fomentar el espíritu de cooperación y trabajo en equipo, esencial para cualquier proyecto colectivo.

Estos académicos carismáticos hacen un buen trabajo a la hora de obtener financiación para sus proyectos. Esto se debe a que tienen una magnífica habilidad de comunicar de forma persuasiva y entusiasta. Esta capacidad les ayuda a captar el interés de comités de financiación y facilita la creación de relaciones sólidas con instituciones y empresas. 

Imagen sobre Ramón y Cajal y la neurociencia.

Imagen sobre Ramón y Cajal y la neurociencia. Juanma Romer

Ese carisma les permite negociar y conseguir acuerdos de financiación más favorables y obtener el respaldo necesario para investigar en áreas de su interés profesional. Logran consolidar su influencia en el ámbito académico y científico y no solo mejoran sus oportunidades de encontrar financiación para sus proyectos, sino que fortalecen su posición como líderes influyentes que moldean agendas de investigación y contribuyen significativamente al avance de su campo

Tenemos grandes investigadores españoles que ha conseguido destacar tanto por sus contribuciones científicas como por su capacidad para comunicar sus ideas y descubrimientos de manera efectiva y atractiva. Ese carisma ha permitido que sus trabajos tengan un impacto significativo tanto en la comunidad científica como en la sociedad en general. 

Santiago Ramon y Cajal es un ejemplo claro de investigador carismático cuyo impacto en la ciencia ha sido tremendo. Si unimos su capacidad para comunicar con su pasión por la neurociencia y su habilidad para inspirar y mentorizar a otros, podemos considerarle una figura ejemplar. A esto le añadimos su gran dedicación y creatividad.

Ramón y Cajal era un comunicador excepcional que fue capaz de explicar de manera clara y accesible conceptos muy complejos a través de sus conferencias y escritos. Contamos con el ejemplo de “"Recuerdos de mi vida", su autobiografía que es una magnífica muestra de esa capacidad para relatar su vida y su trabajo científico de una manera atractiva y comprensible.

Ramón y Cajal es un ejemplo de investigador carismático que era un comunicador excepcional capaz de explicar de forma clara conceptos complejos

Su pasión y entusiasmo por la ciencia eran tan evidentes en su trabajo y el trato con sus colegas y estudiantes que inspiró a muchos otros a desarrollar sus carreras en los campos de la neurociencia y la biología.

Fue un mentor dedicado que se encargó de guiar a muchos jóvenes científicos en sus investigaciones. Se enfocó mucho en la educación, lo que ha facilitado la aparición de una generación de científicos, dejando un legado duradero en la comunidad científica.

Ramón y Cajal demostró una colosal perseverancia y dedicación durante toda su carrera. No fue nada fácil porque se enfrentó a numerosos desafíos y resistencias a sus proyectos e ideas, pero siguió investigando y publicando todos sus hallazgos.

Y, por si fuera poco, además de su rigor científico nos encontramos con un artista con mucho talento que logro ilustrar las estructuras neuronales de una manera muy precisa, científicamente hablando y, además, estéticamente atractivas. A esto lo podemos calificar como comunicación efectiva, no solo a la hora de hablar, sino a la también cuando se trataba de ilustrar y transmitir.

Era un artista con talento que logró ilustrar las estructura neuronales de manera precisa

Recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1906 por descubrir los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos que permiten la comunicación de las células nerviosas, una nueva y revolucionaria teoría que empezó a ser llamada la «doctrina de la neurona».

Santiago Ramón y Cajal destaca por su habilidad para comunicar su pasión por la ciencia, ser capaz de explicar conceptos complejos de manera comprensible y mentorizar a otros, inspirando así a numerosos científicos en el campo de la neurociencia y en otros. Aunque no se le reconoce por ser empático en el sentido contemporáneo, su dedicación hacia la comunidad científica y su disposición para compartir conocimientos reflejan un profundo respeto por sus colegas y estudiantes en su época.

*** Juanma Romero es experto en carisma y empatía.

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