
Torrijas
Ni vino dulce ni anís: el ingrediente que incluyen las abuelas malagueñas a las torrijas para que queden súper jugosas
El dulce te transporta a la infancia en cuanto tomas el primer bocado, resaltando los aromas de canela y limón.
Más información: El postre típico de las abuelas malagueñas: un dulce con mucho sabor y fácil de hacer
Si hay dos olores relacionados con la Semana Santa, son el incienso y las torrijas, pero no cualquier torrija. Es un dulce con una historia bien contada. Generación tras generación, las torrijas siempre han tenido un factor común: son preparadas con esmero y cariño cada año. La jugosidad y ese aroma a canela siempre te llevan a la infancia.
Esta extensa tradición azucarera de la ciudad ha convertido ciertos lugares en auténticos referentes. Es el caso de la Confitería Aparicio, la pastelería más antigua de Málaga y que llega a preparar en torno a 80.000 de estos dulces en Cuaresma. Este es el sitio recomendado por excelencia por todos los malagueños. Sin embargo, pastelerías como La Canasta o El Colmenero también son muy famosas por sus torrijas.
Las abuelas andaluzas suelen hacer las torrijas con recetas tradicionales que han pasado por un letargo de generaciones y que ellas han plasmado de la mejor manera posible. Sin grandes artificios, pero con mucho sabor y cariño. En cual caso, es uno de los postres más típicos de Andalucía, en concreto en Sevilla o Málaga.
El ingrediente que suelen incluir nuestras abuelas andaluzas para darle un sabor único con la piel del limón o la naranja cuando se infusiona con la leche. Estos cítricos aportan un aroma fresco y característico que realza el sabor del dulce.
Además, algunas añaden un chorrito de anís o vino dulce a la leche o al huevo batido para darle un toque más especial y tradicional. Pero las abuelas malagueñas prefieren empaparlas en almíbar para aportarle un dulzor extra a este magnífico postre que nuestras abuelas comparten desde hace siglos.
Los ingredientes esenciales son pan, leche, azúcar y canela. Sin ellos, una torrija no se puede llevar a cabo. Esto provoca que los elementos que integran esta receta sean muy simples y se puedan encontrar en cualquier mercado de la ciudad. Además, la versatilidad de estos ingredientes hace que se pueda preparar en cualquier época del año.
El coste de tiempo en esta preparación es bastante poco, 30 minutos como máximo. Por ello, no hay excusa para elaborar unas buenas torrijas en familia. En especial, los niños siempre se lo pasan muy bien a la hora de realizar esta elaboración.
Ingredientes
- 1 barra de pan de 3 días
- 1 litro de leche
- 1 palo de canela partido en dos
- La corteza de 1 limón
- La corteza de 1 naranja
- 6 cucharadas de azúcar
- 1 vaso de vino dulce
- 8 huevos
- 1 litro de aceite de girasol para freír
- Azúcar
- Canela molida
Paso 1
En un cazo mezclar la leche, la canela, la corteza del limón y naranja y cocinarlo todo durante aproximadamente 5 minutos. Retirar del fuego y agregrar el vino dulce.
Paso 2
Cortar pan a rodajas anchas aproximadamente 2 cm y bañarlas en la mezcla.
Paso 3
Pasar las rodajas de pan por huevo batido y freírlas en abundante aceite caliente hasta que estén doradas.
Paso 4
Una vez fritas, colocarlas sobre una papel de cocina, para que absorba el exceso de aceite. Espolvorearlas con azúcar y canela en polvo.
Actualmente, encontramos diferentes tipos de torrijas en cualquier pastelería, además de emplear diferentes tipos de masas, por ejemplo, el pan brioche, un pan con más mantequilla. En las pastelerías, además de la tradicional, también se venden torrijas con chocolate, crema o, incluso, caramelizando el azúcar de las propias torrijas, haciendo un pequeño homenaje a la gastronomía catalana.
Las torrijas son un postre fundamental en la gastronomía andaluza. Da igual el tiempo que sea, unas buenas torrijas siempre apetecen, más aún si son preparadas por las abuelas. Ese sabor a canela y azúcar que se impregna en tus papilas gustativas, junto con esa jugosidad que le aporta la leche mezclada con el sabor de una buena ralladura de limón y naranja, hace que te transportes a la infancia durante un segundo. Sin duda, todo un manjar muy dulce y sabroso.