Piedra de alumbre.

Piedra de alumbre.

Belleza

El sencillo truco de la piedra de alumbre para producir colágeno y eliminar definitivamente las arrugas

El alumbre es un mineral conocido desde la antigüedad por sus propiedades cicatrizantes, antibacteriales y desodorantes.

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El cuidado de la piel ha estado presente toda la historia. Eliminar las manchas de la piel, mantener la tersura o luchar contra las arrugas... Ya en el antiguo Egipcio, las mujeres elaboraban sus propias recetas, basadas en ingredientes de la naturaleza, para poder deshacerse de los efectos del paso del tiempo en su rostro.

Además de los baños de leche que todos conocemos por ser uno de los secretos de Cleopatra, las mujeres hace siglos probaban todos los remedios con el fin de que alguno de ellos se convirtiese en algo mágico. Algo así pasa en la actualidad, que a pesar de contar con todo tipo de innovaciones e ingredientes, hay quienes siguen tratando de comprobar los beneficios de los productos naturales.

La piedra de alumbre es uno de ellos. Este cosmético fue una de las soluciones más famosas para después del afeitado en la India desde hace siglos y no fue hasta la Edad Media hasta que se empezó a usar en la medicina, gracias a sus propiedades antimicrobianas y antisépticas, que han sido las que hoy día le ha otorgado una capacidad nueva: eliminar las arrugas y neutralizar por completo los signos de la edad.

Qué es el alumbre

La piedra de alumbre se trata de un mineral, originario de Medio Oriente, que se caracteriza por tener un componente estrella: el alumbre de potasio o sulfato de aluminio y potasio. Este activo tiene propiedades antimicrobianas y se ha utilizado desde la antigüedad.

Mientras que los antiguos egipcios lo usaban como tinte, como mordiente en textiles y para curtir, a partir de la época medieval, se utilizó en medicina como astringente para heridas y cortes menores, hasta convertirse en un indispensable en medicamentos y cosméticos.

El alumbre suele referirse al alumbre potásico, que tiene propiedades astringentes. Un astringente hace que los tejidos se contraigan, consiguiendo a su vez que se tensen o encojan. De hecho, muchas personas emplean estos activos para reducir la apariencia de los poros en la piel.

A diferencia de otros astringentes químicos, la piedra de alumbre natural es antimicrobiana y antiséptica, lo que le permite combatir las bacterias de un modo natural. Esto explica su fama como aftershave o producto después del afeitado, ya que tonifica, reafirma la piel y detiene el sangrado de raspaduras o pequeños cortes.

Su funcionamiento es sencillo: en seco, las piedras de alumbre se mantienen neutras, pero en contacto con el agua o la piel húmeda por el sudor y en un medio ácido (como el sudor) el alumbre se disuelve y libera iones de aluminio. Así se obstruyen los poros, consiguiendo el efecto esperado en un antitranspirante.

Beneficios antiedad de la piedra de alumbre

La piedra de alumbre es un cristal de sal que tiene muchos usos medicinales y prácticos, de los cuales destacan sus propiedades tonificantes y tensoras. Si lo aplicamos sobre la piel, tiene un efecto similar a un tónico o una mascarilla que suaviza, tensa y tonifica.

Si bien la piedra de alumbre no produce colágeno directamente, sí puede ayudar a estimular su producción de varias maneras como la exfoliación suave, efecto astringente, lo que puede dar la apariencia de una piel más firme y con menos arrugas.

Piedra de alumbre.

Piedra de alumbre.

Añadido a ello, la piedra de alumbre posee propiedades antibacterianas, lo que ayuda a prevenir el desarrollo de bacterias. Estas propiedades son especialmente útiles para pieles propensas al exceso de grasa y a problemas como espinillas, puntos negros y acné.

La piedra de alumbre ayuda a mejorar el proceso de cicatrización de las heridas gracias a su composición a base de aluminio y potasio. Diferentes expertos llevan años estudiando si las arrugas pueden ser una especie de cicatriz, y de hecho, la última revolución en cosmética las elimina y neutraliza tratándolas como tal.

Cómo usar la piedra de alumbre

A pesar de que haya quien emplee la piedra de aluminio como mascarilla y mezclándola con otros ingredientes como la miel, la mejor manera de sacarle partido es como exfoliante para el rostro. Lo único que tenemos que hacer es frotarla con movimientos suaves y circulares para remover las impurezas del cutis.

Primero, tenemos que lavarnos la cara con un jabón apto para nuestro tipo de piel para posteriormente secarla con una toalla. Humedeceremos la parte superior de la piedra de alumbre y la aplicaremos directamente en el área que deseemos tratar con unas cuantas pasadas suaves. 

Dejaremos los cristales de sal reposar en nuestra piel durante cinco a diez minutos y, cuando sintamos que nuestra piel se ha tensado, enjuagaremos el tratamiento con un poco de agua para posteriormente secarlo. Para finalizar, retendremos y sellaremos el proceso con un aceite, crema o humectante. 

Además de aportar a nuestro rostro todas las ventajas del alumbre, los masajes circulares pueden estimular la circulación y, por tanto, se reducen las arrugas, mejora la luminosidad de la piel y se incrementa la producción de colágeno.