Ni retinol ni vitamina C: el ingrediente coreano que mejora la firmeza de la piel y produce colágeno en el rostro

La Sociedad Española de Salud de Precisión explica que el colágeno es la proteína estructural más abundante del organismo y tiene como función principal brindar fuerza, estructura y soporte a todos los tejidos y órganos en los que está presente. Esta falta de elasticidad se hace más notoria en algunas zonas del cuerpo, como el rostro. 

A pesar de su importancia, el nivel de colágeno puede variar, y de hecho lo hace, a lo largo de nuestra vida, por el simple proceso de envejecimiento. La disminución comienza a partir de los 25 años y, a medida que avanzamos en edad, se reduce la producción mucho más y, por ende, aparecen las temidas arrugas y líneas de expresión.

Debido a la preocupación, cada vez hay más fórmulas eficaces en el mercado que ayudan a reponer la pérdida de firmeza, densidad y a atenuar los surcos de la piel. Una de ellas viene directa desde Corea, y es el ginseng rojo, un elemento básico para el cuidado de la piel y que forma parte del tratamiento antienvejecimiento más eficaz en diferentes países. 

Los beneficios del ginseng rojo

El ginseng es una planta comestible que crece en Asia y Norteamérica y que, durante siglos, ha sido empleado con fines medicinales. Forma parte del género panacea, del griego panax, que significa 'lo cura todo' y da una leve idea de lo que provoca en el organismo.

Mientras que en otros países se toma el blanco, que se seca al sol de forma natural y se cosecha al cabo de 4-6 años, el 'elixir de la juventud' para las coreanas es el rojo, que se calienta al vapor durante varias horas para matar los patógenos causantes de enfermedades.

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Durante siglos, el ginseng rojo ha sido un elemento básico de la belleza del este de Asia. Sus raíces son ricas en principios activos, que son los que proporcionan múltiples beneficios para la piel y los que han aprovechado múltiples marcas para incluirlo en la formulación de sus productos cosméticos. A pesar de que únicamente con emplearlos se pueden ver grandes diferencias, las coreanas prefieren consumirlo, tanto cocido como en infusiones. 

Sus beneficios en la salud son muchos, fortalece el sistema inmunológico, posee propiedades antioxidantes que combaten el estrés oxidativo y puede reducir la fatiga. Sin embargo, en Corea destacan sus propiedades para beneficiar la apariencia del rostro, neutralizando arrugas, aclarando la piel y purificando la dermis. 

Uno de los principales atributos del ginseng rojo radica en su rica concentración de ginsenósidos, compuestos bioactivos que tienen potentes efectos antioxidantes. Estos antioxidantes protegen la piel del daño causado por los radicales libres, que son responsables del envejecimiento prematuro. Al reducir el estrés oxidativo, contribuye a mantener la piel más firme, elástica y con un aspecto juvenil.

El ginseng rojo estimula la microcirculación en la piel. Esta mejora en el flujo sanguíneo permite que los tejidos cutáneos reciban un mayor aporte de oxígeno y nutrientes esenciales, lo que favorece la regeneración celular y la reparación de las fibras dañadas. Gracias a este proceso, la piel no solo se fortalece desde el interior, sino que también adquiere un tono más uniforme y luminoso.

Ginseng rojo. IStock.

Otro aspecto clave es su capacidad para estimular la producción de colágeno. El colágeno es una proteína fundamental que proporciona soporte estructural a la piel, manteniéndola firme y tersa. Con el paso del tiempo, la producción natural de colágeno disminuye, provocando la aparición de arrugas y flacidez. El ginseng rojo actúa activando los fibroblastos, que son las células responsables de la síntesis de colágeno, promoviendo así una mayor firmeza y elasticidad en el rostro.

Además, el ginseng rojo favorece la retención de humedad en la piel, ya que mejora la función de la barrera cutánea. Esto es especialmente beneficioso para prevenir la sequedad y la pérdida de firmeza asociada a una hidratación insuficiente. Como resultado, la piel se percibe más suave, voluminosa y con una textura más uniforme.

Este efecto reafirmante se ve complementado por la capacidad del ginseng rojo para inhibir la degradación del colágeno existente. Sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes ayudan a proteger las fibras de colágeno frente a factores ambientales adversos como la radiación ultravioleta y la contaminación, que suelen acelerar el deterioro de esta proteína estructural.

El uso del ginseng rojo en productos cosméticos suele combinarse con otras sustancias nutritivas para potenciar sus efectos. Aplicado de forma constante mediante cremas, sueros o mascarillas, el ginseng rojo contribuye de forma significativa a revitalizar la piel, otorgándole mayor firmeza, luminosidad y una apariencia más juvenil.

Como añadir el ginseng a nuestra rutina

• Cosméticos:

  Como ya hemos comentado antes, existen en el mercado diferentes firmas que ya han añadido el ginseng a sus cremas, aceites y tónicos. Es una alternativa excelente si estamos buscando una rutina de belleza óptima para eliminar los signos de la edad, hidratar y nutrir nuestra piel.

• Consumirlo

  El ginseng se presenta en varias formas comestibles; sin embargo, en Corea también lo añaden a su dieta a través de sus raíces. Pueden comerse crudas, pero son mucho más agradables al gusto si las cocemos. Este alimento también se puede incluir en varias recetas como salteados y sopas.

• Suplementos

  Los suplementos de ginseng son considerado como la forma más simple y rápida de nutrirnos de los beneficios de este ingrediente. Podemos encontrarlo en tiendas y mercados, o incluso en comercios online. 

• Infusiones

  Las infusiones de hierbas han sido durante mucho tiempo un elemento básico de la medicina china. El ginseng se puede encontrar en muchos tés o podemos hervirlo y prepararnos nosotros mismos la bebida, una de las más famosas es con canela. Los expertos recomiendan evitar estas infusiones a personas con presión arterial alta o problemas cardíacos.