
Imagen de archivo de los ojos de una mujer. IStock.
Ni delineador ni sombra de ojos: el sencillo truco de maquillador para agrandar la mirada y rejuvenecer el rostro
La mirada es la zona del rostro donde aparecen los primeros signos de envejecimiento facial.
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Está comprobado que a medida que envejecemos, nuestra piel pierde más hidratación, elasticidad y firmeza. Mientras que en algunas zonas del cuerpo este suceso pasa más desapercibido, en el rostro es una realidad que se vuelve muy evidente, especialmente, cuando hablamos de la zona de los ojos.
La mirada es la zona del rostro donde aparecen los primeros signos de envejecimiento facial. Al tratarse de un espacio mucho más delicado y con una piel más fina, los signos de la edad son especialmente evidentes: párpados caídos, aspecto descolgado, pérdida de volumen, apariencia cansada…
En este sentido, el maquillaje no solo es una solución eficaz para neutralizar estos signos, sino también muy sencilla si sabemos elegir la técnica correcta. Mientras que todo el mundo conoce el poder del delineador o de las sombras, la prebase de ojos es un remedio desconocido pero muy recomendado por maquilladores profesionales.
Los beneficios de la prebase de ojos
La prebase de ojos es un producto que se aplica para preparar la piel, en este caso los párpados, antes de usar cualquier maquillaje. Al añadirla a nuestra rutina, creamos una base en tono uniforme que alisa e iguala toda la zona para mejorar el posterior look de maquillaje de ojos.
A pesar de su poder, la prebase es un producto muy infravalorado en el mundo del maquillaje, especialmente entre mujeres mayores. Sin embargo, sus beneficios son especialmente notables en personas con signos visibles de envejecimiento, ya que ayuda a disimular arrugas, iluminar la mirada y mantener el maquillaje fresco durante horas.
En el mundo del maquillaje, la prebase de ojos es un aliado indispensable. Este producto tiene como función principal que los cosméticos que añadamos después luzcan intensos, uniformes y duraderos. Sin embargo, también tiene grandes beneficios rejuvenecedores que tienden a pasarse por alto.
Uno de sus principales aportes es intensificar el color de las sombras. Al aplicarse directamente sobre la piel, las sombras pueden verse apagadas, especialmente en párpados grasos o con texturas irregulares. La prebase actúa como una película uniforme que potencia los pigmentos, haciendo que incluso los tonos más tenues luzcan vivos y definidos. Este efecto es clave para quienes buscan rejuvenecer su mirada, ya que los colores intensos y bien fijados aportan luminosidad y frescura al rostro.
Además de mejorar el color, la prebase es fundamental para prolongar la duración del maquillaje. Con el paso de las horas, los párpados pueden generar grasa, lo que favorece que las sombras se acumulen en los pliegues o se desvanezcan. Este efecto es especialmente común en pieles maduras, donde las líneas de expresión y las arrugas tienden a marcarse con mayor facilidad.
La prebase crea una barrera que regula la producción de grasa y fija el maquillaje, manteniéndolo intacto y evitando que se cuartee o pierda intensidad. Esta propiedad es esencial para que el maquillaje se mantenga impecable desde la mañana hasta la noche, sin necesidad de constantes retoques.
Otro beneficio clave de la prebase es su capacidad para suavizar la textura del párpado. Con el envejecimiento, la piel de esta zona tiende a volverse más fina, seca y con pequeñas arrugas que dificultan una aplicación uniforme de las sombras. La prebase crea una superficie lisa y uniforme, permitiendo que los pigmentos se deslicen con facilidad y se difuminen de forma suave. Este efecto no solo facilita la aplicación, sino que también contribuye a que el acabado final se vea más pulido y profesional.
Además, la prebase desempeña un papel fundamental en la corrección del tono del párpado. En personas con decoloración, venas visibles u ojeras pronunciadas, aplicar sombras directamente puede no ser suficiente para neutralizar estas imperfecciones.
Sin embargo, muchas prebases están formuladas con pigmentos que unifican el tono de la piel, creando un lienzo limpio que potencia el color de las sombras y aporta un aspecto más juvenil. Algunas incluso contienen propiedades iluminadoras que reflejan la luz y aportan un brillo sutil, ayudando a que la mirada se vea más despierta y rejuvenecida.
Además de sus beneficios cosméticos, muchas prebases modernas están enriquecidas con ingredientes que cuidan la delicada piel del contorno de ojos. Algunas fórmulas incorporan agentes hidratantes que evitan que las sombras se vean secas o agrietadas, una ventaja clave para quienes sufren de párpados secos.
También es común encontrar prebases con componentes antiedad, como péptidos o antioxidantes, que ayudan a combatir los signos del envejecimiento y aportan firmeza a la piel. Algunas opciones incluso ofrecen protección solar, brindando un escudo adicional contra los efectos dañinos de los rayos UV, que pueden acelerar la aparición de arrugas y manchas en la delicada zona ocular.
Para usarla, simplemente tenemos que aplicarla en la zona del párpado y dejar que actúe durante unos segundos. Una vez transcurrido el tiempo, podremos aplicar las sombras. En el caso de un maquillaje dramático, lo ideal es primero utilizar una sombra color piel, y después pasar a los tonos oscuros.