Zumo de naranja en la cocina.

Zumo de naranja en la cocina. iStock

Salud y Bienestar

Adiós al zumo de naranja: nutricionistas españoles alertan sobre los peligros de tomarlo en el desayuno

A pesar de ser un básico a primera hora del día, los expertos nos invitan a reconsiderar su consumo, especialmente de forma diaria. 

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Por todos es conocido que el desayuno es una de las comidas más importantes del día. Sin embargo, ni todos los alimentos son beneficiosos para comenzar la jornada, ni sus propiedades son tan beneficiosas para tu salud. 

Si eres de los que no pueden imaginar el desayuno sin un buen vaso de zumo de naranja recién exprimido, es posible que te lleves una sorpresa al descubrir que esta práctica puede no ser tan saludable como pensabas.

Aunque siempre se ha considerado todo un símbolo de nutrición por su alto contenido en vitamina C, los nutricionistas están advirtiendo que tomar zumo de naranja en el desayuno podría ser un error que afecta tanto a tu digestión como a tu salud a largo plazo. Un aviso que podría hacerte reconsiderar esta costumbre matutina y qué alternativas más saludables puedes adoptar.

El mito de la 'vitamina C en un vaso'

Es cierto que las naranjas son una fuente excelente de vitamina C, un nutriente esencial para el sistema inmunológico y la piel, lo que a su vez, retrasa los principales síntomas de envejecimiento.

Dos naranjas son suficientes para cubrir la cantidad diaria recomendada de este componente. Sin embargo, este beneficio no se mantiene cuando la fruta se convierte en zumo. Al exprimir la naranja, se pierden varias propiedades clave que solo se encuentran en la pulpa y la piel de la fruta, y que son esenciales para que tu cuerpo aproveche al máximo sus beneficios.

Según diversos expertos, como la dietista-nutricionista Concepción Martínez, "el zumo de naranja, si no es casero, además de tener un precio muy por encima del que debería, está más cerca de ser una golosina que una comida saludable. El casero también, ya que nos quedamos con lo peor de la fruta y prescindimos de la mayoría de sus beneficios". Esto se debe a la eliminación de la fibra, un componente vital para una correcta digestión y para controlar los niveles de azúcar en sangre.

La fibra: el verdadero problema del zumo de naranja

Uno de los principales problemas del zumo de naranja es que, al extraerlo, se pierde la mayor parte de la fibra que contiene la fruta. La fibra es crucial en nuestra dieta porque ayuda a moderar la absorción de los azúcares, lo que evita los picos de insulina y contribuye a mantener un nivel de azúcar en sangre estable.

Si consumes la naranja entera, el azúcar de la fruta se absorbe de forma gradual, lo que permite una liberación más controlada de energía. Sin embargo, cuando tomas zumo, el azúcar se absorbe mucho más rápido, lo que puede generar un aumento de los niveles de insulina y, con el tiempo, incrementar el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes tipo 2.

La pérdida de fibra también afecta a tu sensación de saciedad. Comer una naranja entera te hará sentir más lleno durante más tiempo, lo que puede ayudarte a evitar comer en exceso. Sin embargo, al consumir solo el zumo, es más probable que sigas con hambre y termines comiendo más de lo que tu cuerpo necesita, lo que puede contribuir al aumento de peso.

El exceso de azúcares y calorías vacías

Otro de los riesgos de consumir zumo de naranja en el desayuno es su alto contenido en azúcares. Aunque los azúcares en el zumo son naturales, están concentrados en el líquido que queda después de extraer la pulpa y la piel. Este proceso elimina la fibra, pero no los azúcares. Como resultado, el zumo se convierte en una fuente de calorías vacías, es decir, calorías que no aportan nutrientes esenciales como proteínas, grasas saludables o fibra.

El consumo excesivo de azúcares, incluso los naturales, puede tener consecuencias negativas para la salud. En primer lugar, los niveles elevados de azúcar en sangre son un factor de riesgo importante para enfermedades metabólicas, como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.

Además, el consumo frecuente de zumos puede contribuir al desarrollo de hígado graso, según estudios científicos. El azúcar que se absorbe rápidamente se convierte en grasa en el hígado, lo que puede llevar a trastornos hepáticos si se consume en exceso durante mucho tiempo.

La acidez y sus efectos sobre la digestión

Si aún necesitas una razón más para dejar el zumo de naranja en el desayuno, considera los efectos que la acidez de esta bebida puede tener en tu sistema digestivo. El zumo de naranja, aunque natural, tiene una acidez elevada que puede interferir con la digestión, especialmente si lo consumes junto con alimentos sólidos.

La acidez puede provocar malestar estomacal, reflujo ácido o indigestión, lo que puede dificultar la absorción de otros nutrientes. Para evitar estos problemas, es recomendable consumir frutas enteras en lugar de su versión exprimida. De esta manera, no solo obtendrás los beneficios nutricionales completos de la naranja, sino que también evitarás la incomodidad que puede generar el ácido cítrico en tu estómago.

Zumo de naranjas sobre la encimera de la cocina.

Zumo de naranjas sobre la encimera de la cocina. IA

Si prefieres algo más completo, también puedes combinar la naranja con otros alimentos saludables. Por ejemplo, acompañarla con yogur natural, frutos secos o avena puede ofrecerte una comida equilibrada, rica en fibra y proteínas, lo que te proporcionará más energía y te ayudará a mantenerte satisfecho hasta la siguiente comida.

Si insistes en tomar algo líquido en lugar de comer la fruta, considera alternativas como un batido verde o de frutas variadas, donde puedas incorporar ingredientes ricos en fibra, como espinacas, pepino o manzana, que además te ayudarán a contrarrestar los efectos del azúcar en el cuerpo.