Francisco Rosero.

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Salud y Bienestar

Francisco Rosero, endocrino: "La clave para perder peso en la menopausia es dejar de comer estos tres alimentos"

Eliminar estos tres alimentos de la dieta no solo facilita la pérdida de peso y la reducción de grasa abdominal, sino que también mejora la salud en general.

Más información: Ni sofocos ni cambios de humor: el síntoma ignorado de la menopausia que afecta a muchas mujeres en España

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La menopausia es una etapa natural en la vida de las mujeres que marca el final de la menstruación y de su capacidad reproductiva. Puede producirse entre los 40 y 50 años, pero la edad promedio en España es a los 51 años, según datos de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).

Se trata de un proceso biológico natural; sin embargo, más allá del cese de la menstruación, la menopausia está acompañada de una serie de cambios que pueden llegar a afectar significativamente la calidad de vida, como sofocos, cambios emocionales, alteraciones del sueño e, incluso, una ganancia significativa de peso.

Los cambios hormonales de la menopausia tienden a incrementar las probabilidades de que las mujeres aumenten de peso, especialmente en la zona abdominal. Aunque parezca un proceso irremediable, el endocrino Francisco Rosero ha confesado que modular la insulina es la forma más sencilla de evitar estos kilos de más o eliminarlos si ya han aparecido. Para ello, debemos eliminar el azúcar, el pan y la leche de nuestra dieta.

Los tres alimentos que debes evitar en la menopausia

El aumento de peso durante la menopausia es un fenómeno completamente normal. A medida que el cuerpo experimenta cambios hormonales, es común que las mujeres ganen alrededor de tres kilos adicionales, especialmente en la zona abdominal. Este incremento no solo afecta la apariencia física, sino que también puede tener implicaciones en la salud metabólica y el bienestar general.

La razón detrás de este aumento de peso radica en la disminución de estrógenos, lo que provoca un cambio en la distribución de la grasa corporal y una mayor resistencia a la insulina, una hormona clave en la regulación del metabolismo y la acumulación de grasa. Modularla es fundamental para mantener un peso saludable.

Cuando los niveles de insulina en el cuerpo son elevados, se genera un almacenamiento excesivo de grasa, ya que esta hormona actúa como un potente promotor de la lipogénesis. Regular la insulina no solo ayuda a prevenir la ganancia de peso, sino que también reduce el riesgo de padecer enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico.

Según el endocrino Francisco Rosero, hay tres alimentos que desempeñan un papel crucial en el aumento de los niveles de insulina y, por lo tanto, en la acumulación de grasa: el azúcar, el pan y la leche. La eliminación de estos alimentos de la dieta puede marcar una diferencia significativa en el control del peso y la salud en general.

El azúcar es el principal factor que estimula la producción de insulina en el organismo. No importa en qué forma se consuma, ya sea azúcar blanca, morena, panela o miel, su impacto en la insulina es relevante. Es un condimento innecesario en la dieta y al eliminarlo, se logra una estabilización de los niveles de glucosa, lo que permite un mejor manejo del metabolismo y un menor almacenamiento de grasa.

El segundo alimento que se debe evitar es el pan, independientemente de su presentación. Aunque algunos tipos puedan parecer más saludables por contener semillas o fibra, siguen siendo una fuente predominante de carbohidratos simples. Estos carbohidratos generan picos de insulina en el organismo, promoviendo la acumulación de grasa en el área abdominal.

Por último, la leche es otro alimento que es recomendable evitar en esta etapa de la vida. Muchas personas asocian la leche con una fuente indispensable de calcio, pero existen muchas otras alternativas para obtener este mineral sin comprometer la salud metabólica.

La leche contiene lactosa y galactosa, dos azúcares que impactan negativamente la insulina y pueden dificultar la pérdida de peso. En lugar de consumirla, se pueden incorporar a la dieta alimentos ricos en calcio como las almendras, el brócoli, las espinacas o el salmón.

Adoptar un enfoque consciente en la alimentación durante la menopausia puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida. Con un estilo de vida saludable, una dieta equilibrada y una adecuada regulación de la insulina, es posible transitar esta etapa con vitalidad y bienestar, minimizando los efectos negativos del cambio hormonal y favoreciendo una composición corporal más saludable.