La nutricionista Sandra Moñino.

La nutricionista Sandra Moñino. E.E.

Salud y Bienestar

Sandra Moñino, nutricionista: "Los alimentos con aceite de oliva son los únicos que pueden reducir la inflamación"

El reconocimiento mundial del conocido como "oro líquido" va más allá de su sabor. Sus propiedades nutricionales lo convierte en todo un rey en la gastronomía mundial.

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Es una realidad: la dieta mediterránea es una de las grandes joyas culinarias a nivel mundial con un claro protagonista, el aceite de oliva. Conocido por su inconfundible sabor, además de por sus propiedades protectoras para la salud cardiovascular y sus efectos antiinflamatorios, no es de extrañar que sea conocido como "oro líquido".

Pero el aceite de oliva virgen extra no solo es un ingrediente delicioso en la cocina, sino que también desempeña un papel crucial en la reducción de la inflamación y en la protección de la salud cardiovascular. 

Sandra Moñino, reconocida nutricionista española, ha hablado en varias ocasiones sobre cómo los alimentos que elegimos afectan nuestra salud, y cómo ciertos ingredientes pueden ser fundamentales en la lucha contra la inflamación. En su opinión, el aceite de oliva virgen extra es uno de esos alimentos clave para incorporar a nuestra dieta diaria para mantener la inflamación bajo control.

Como destaca la experta, es importante elegir aceites de buena calidad, como el de oliva virgen extra, y evitar otros que puedan contribuir a la inflamación. Al combinar este aceite con una dieta equilibrada y rica en alimentos antiinflamatorios, puedes promover una vida más saludable y libre de inflamación crónica.

Una vez más, queda demostrado que "somos lo que comemos". Por lo que elegir alimentos que además de ser de buena calidad, cuiden de nuestra salud, más allá del físico, es vital para garantizar una mejor y mayor vida. 

La inflamación y sus efectos en la salud

La inflamación es una respuesta natural del cuerpo ante infecciones, lesiones o toxinas. No obstante, cuando la inflamación se vuelve crónica, puede ser la raíz de diversas enfermedades, entre ellas las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2, y algunos trastornos neurodegenerativos.

Reducir la inflamación de manera efectiva no solo puede prevenir estos problemas, sino que también ayuda a mejorar el bienestar general y a retrasar el envejecimiento prematuro.

Como explica Sandra Moñino, es importante entender qué alimentos favorecen la inflamación y cuáles la combaten. De acuerdo con sus palabras, algunos de los principales alimentos proinflamatorios incluyen "el azúcar y los edulcorantes artificiales", que alteran nuestra microbiota intestinal de forma significativa, así como "las harinas refinadas", que afectan negativamente nuestro sistema digestivo. Según Moñino, estos son solo algunos de los factores que debemos evitar para mantener nuestra salud a raya.

El aceite de oliva: un aliado contra la inflamación

Dentro de los alimentos antiinflamatorios, el aceite de oliva virgen extra se destaca como uno de los más poderosos. Según diversos estudios, este aceite contiene compuestos fenólicos, como el oleocantal, que tienen un potente efecto antioxidante y antiinflamatorio.

Estos compuestos ayudan a reducir los marcadores de inflamación en el cuerpo, lo que contribuye a proteger nuestras células de los daños causados por los radicales libres.

La nutricionista Sandra Moñino ha enfatizado que "los aceites que no sean de oliva virgen extra, como el aceite de girasol, de colza o de palma, son algunos de los más inflamatorios". Esto se debe a que estos aceites contienen ácidos grasos poliinsaturados que, en exceso, pueden incrementar la inflamación.

Por el contrario, el aceite de oliva virgen extra, al ser rico en ácidos grasos monoinsaturados, no solo proporciona una fuente de energía saludable, sino que también ayuda a reducir la inflamación crónica.

Estudios científicos sobre el aceite de oliva y la inflamación

Investigaciones recientes han confirmado los beneficios antiinflamatorios del aceite de oliva virgen extra. Un estudio publicado en el European Journal of Clinical Nutrition demostró que el consumo de aceite de oliva virgen extra puede reducir marcadores de inflamación sistémica, como la proteína C reactiva (PCR) y la interleuquina 6, en pacientes con enfermedad coronaria estable.

Este tipo de investigaciones reafirma lo que Moñino menciona en sus consejos de nutrición: el aceite de oliva virgen extra es un aliado crucial para reducir la inflamación y proteger nuestro sistema cardiovascular.

El aceite de oliva virgen extra, rico en ácido oleico y antioxidantes como la vitamina E, también contribuye a mejorar el perfil lipídico, lo que puede prevenir la acumulación de grasa en las arterias y la formación de placas que pueden obstruir el flujo sanguíneo. Este tipo de grasa saludable es fundamental para mantener el equilibrio inflamatorio en el cuerpo.

Combo perfecta: aceite de oliva y otros alimentos antiinflamatorios

El aceite de oliva virgen extra se puede incorporar fácilmente a la dieta diaria, no solo en ensaladas y aliños, sino también en la preparación de platos cocinados. Además, su combinación con otros alimentos antiinflamatorios potencia aún más sus beneficios. Algunos de estos alimentos son:

  • Verduras de hoja verde.Espinacas, acelgas y col rizada son ricos en fibra y antioxidantes, que ayudan a reducir la inflamación.
  • Frutos rojos. Las fresas, arándanos y cerezas son ricos en polifenoles, los cuales tienen propiedades antiinflamatorias.
  • Pescado azul. El salmón, las sardinas y la caballa son ricos en ácidos grasos omega-3, que también ayudan a reducir la inflamación.
  • Frutos secos y semillas. Almendras, nueces y semillas de chía son ricos en antioxidantes y ácidos grasos saludables que protegen el organismo.

Incorporar estos alimentos a tu dieta junto con el aceite de oliva virgen extra puede ayudarte a mantener tu cuerpo libre de inflamación crónica, reduciendo así el riesgo de enfermedades relacionadas con la inflamación.

Además, los expertos aconsejan sustituir otros aceites por el de oliva virgen extra para cocina, especialmente para hacer salteados o aderezos. Aunque no es recomendable freír a altas temperaturas con aceite de oliva debido a su punto de humo, es perfecto para preparaciones a fuego medio. En ensaladas, si prefieres un sabor más suave, combina el aceite de oliva virgen extra con vinagre balsámico, limón o hierbas frescas para obtener una vinagreta saludable.