Donald Trump durante el discurso que ha ofrecido este martes en el Congreso de EEUU. Reuters
Trump abandona a Europa ante Rusia en su discurso en el Congreso: "Tenemos un océano que nos separa y ellos no"
En su discurso ante el Congreso, el presidente de EEUU ha agradecido a Zelenski sus disculpas y ha vuelto a insistir en que controlará Groenlandia.
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En su primer discurso ante el Congreso de EEUU -durante el nuevo mandato-, el presidente Donald Trump ha vuelto a dejar claro que la fractura abierta entre su país y Europa tiene más probabilidades de ahondarse que de solucionarse. "Nosotros tenemos un océano que nos separa y ellos no", ha espetado frente a todos los senadores y congresistas del país al defender su estrategia de detener la ayuda miliar a Ucrania y negociar el fin de la guerra con Rusia.
Tras más de media hora de un discurso largo (se ha prolongado más allá de los 90 minutos) recibido de forma muy tensa por parte de la oposición demócrata, en el que ha repetido los eslóganes de su campaña electoral y ha repasado sus decretos promulgados, Trump ha dedicado unas pocas palabras al conflicto con Ucrania, dejando a la Unión Europea -de nuevo- en mal lugar.
"Europa ha gastado más dinero en comprar petróleo y gas rusos que en defender a Ucrania. Nosotros hemos gastado quizás 350.000 millones de dólares, como si le quitaran un caramelo a un bebé. Ellos gastaron 100.000 millones. ¡Qué diferencia! Y a nosotros nos separa un océano, a ellos no", ha criticado el mandatario finalizando con una referencia -la del océano Atlántico- que ya utilizó el ucraniano Zelenski durante su desastrosa reunión en el Despacho Oval y que enfureció al mandatario estadounidense.
Las cifras que ha utilizado Trump son similares (aunque él suele variar los números), a las que mencionó delante de Emmanuel Macron la semana pasada, antes de que el presidente francés le corrigiera públicamente. De acuerdo con el Instituto Kiel la ayuda militar, financiera y humanitaria comprometida por Europa supera los 200.000 millones de dólares. Mientras que la ayuda estadounidense ronda los 124.000 millones, aunque se ha entregado más rápidamente que la del Viejo Continente.
Agradecimiento a Zelenski
El líder estadounidense no ha aportado más informacion sobre la supuesta congelación de todas las ayudas militares que la Casa Blanca tiene previsto firmar -según avanzan medios estadounidenses-, pero sí se ha vuelto a mostrar abierto a conversar con el presidente ucraniano tras leer en público el último mensaje de Zelenski en el que "lamenta" su reunión en la Casa Blanca y asegura "estar dispuesto a sentarse en la mesa de negociación lo antes posible".
"Agradezco que haya enviado esta carta, la acabo de recibir hace un rato. Simultáneamente, hemos tenido conversaciones serias con Rusia y hemos recibido fuertes señales de que están listos para la paz. ¿No sería eso hermoso? Es hora de detener esta locura", ha enfatizado; tras lamentar la participación de "jóvenes rusos y ucranianos" en el combate.
Como acostumbra, Trump tampoco se ha referido a Rusia como el país agresor, una apostilla protocolaria en todos los mensajes que los líderes de la OTAN solían incluir durante el mandato de Joe Biden.
"Es hora de poner fin a esta guerra sin sentido. Si quieres poner fin a las guerras, tienes que hablar con ambas partes", ha dicho en su lugar.
"Conseguiremos Groenlandia"
Otro apunte que los socios europeos deberán tomar de este discurso ha sido la inclusión de la promesa de tomar el control de Groenlandia, territorio que actualmente pertenece a las fronteras reconocidas de Dinamarca, y que el presidente de la potencia norteamericana dice necesitar "para la seguridad nacional e internacional".
"Esta noche, tengo un mensaje para la increíble gente de Groenlandia. Apoyamos firmemente su derecho a determinar su propio futuro. Y si lo elegís, os daremos la bienvenida a EEUU", ha señalado Trump, escoltado por un vicepresidente JD Vance que sonreía satisfecho en cuanto ha mencionado a la isla atlántica.
El mandatario, además de asegurar que "está trabajando de todas las maneras posibles" para anexionar el territorio a EEUU, ha utilizado un tono más amenazante al respecto. "Creo que lo conseguiremos, de una manera u otra lo conseguiremos", ha avanzado ante las risas de algunos congresistas de su partido.
El vicepresidente de EEUU, JD Vance (segundo plano), escucha el discurso de Donald Trump en el Congreso. Reuters
También ha vuelto a repetir su intención de controlar el canal de Panamá, del que ha acusado al país centroamericano de ceder su control a China y para lo que ha encargado una estrategia a su Secretario de Estado, Marco Rubio.
Aranceles
Otro de los pasajes de su larga disertación (de más de hora y media) que más repercusiones tendrá a nivel internacional ha sido el referente a los aranceles, a su entender "una bella palabra".
"La Unión Europea, China, Brasil, India, México y otras naciones nos imponen tremendas tarifas muy injustas. En algunos casos del 100%", ha denunciado antes de prometer que impondrá "tarifas recíprocas" a sus socios comerciales el 2 de abril, pero sin concretar qué porcentaje corresponderá a la UE y de qué manera se activarán.
La política arancelaria de Trump está recibiendo reproches de economistas y medios conservadores como el Wall Street Journal, ya que podrían implicar un repunte en la inflación estadounidense en un momento en el que los datos ya están sugiriendo un ligero aumento del coste de vida en EEUU.
"Al hacer Estados Unidos grande de nuevo habrá algunas molestias pero estamos 'ok' con ello", ha insinuado Trump tras volver a insistir, como hizo en campaña, que ha "heredado de la desastrosa administración anterior una catástrofe económica y una pesadilla de inflación". El comentario ha avivado los abucheos de la bancada demócrata.
Expulsión de Al Green
Sin embargo, el momento de más tensión de la noche tuvo lugar cuando apenas habían pasado 5 minutos de discurso. El congresista demócrata Al Green, de Texas, fue expulsado del hemiciclo al negarse a dejar de increpar al mandatario y sentarse en su silla, una vez que el presidente de la Cámara, Mike Johnson, había pedido "decoro".
El momento en el que el congresista Al Green ha increpado a Donald Trump. Reuters
Minutos antes, Green se había puesto de pie para gritarle a Trump: "¡Usted no tiene un mandato!". En el momento en que se produjo la expulsión, los congresistas republicanos aplaudieron y gritaron "USA", mientras que los demócratas permanecieron en silencio con expresión incómoda, pues Green es un verso libre en el Partido Demócrata que ya ha ocasionado varios momentos incómodos.
El New York Times recuerda que durante el primer mandato de Trump este congresista "incluía constantemente artículos de juicio político" en los textos del Congreso "para consternación de los líderes demócratas de la Cámara de Representantes".
Otra protesta mas sutil fue la decisión de los miembros del ala progresista del Partido Demócrata de portar cartulinas con mensajes como "Elon Musk roba" o "Protege Medicaid" y camisetas con la palabra "Resist". Por su parte, la veterana demócrata Nancy Pelosi y la exaspirante a la candidatura presidencial Elizabeth Warren llevaron insignias con los colores amarillo y azul en apoyo a Ucrania.
Aplauso a Musk
Trump también pidió en su discurso una ovación a Elon Musk, de quien dijo que su actividad al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental "DOGE" es altruista porque "no lo necesita".
Elon Musk celebra el discurso de Donald Trump en el Congreso de EEUU. Reuters
Durante varios minutos, Trump enumeró programas de ayuda extranjera y diversidad que ese departamento habría eliminado, ahorrando "miles de millones" de dólares al Estado, aunque las cifras y el alcance de esta actividad son inexactas, pues muchos de los proyectos que afirman haber cerrado expiraron antes de la llegada de Trump a la administración y no hay un registro exacto de los recortes.
"Ocho millones para promover las siglas L.G.B.T.Q.+ en la nación africana de Lesoto, de la que nadie ha oído hablar", trató de bromear el presidente sobre un supuesto programa de desarrollo en Lesoto, un país ubicado en el interior de Sudáfrica y con 2 millones de habitantes.
El resto de su discurso repitió sus medidas para contener la inmigración de personas indocumentadas, su intención de recortar impuestos y la promesa de "una nueva era dorada de EEUU".
