Pedro Sánchez conversa con Ursula von der Leyen durante una reunión del Consejo Europeo

Pedro Sánchez conversa con Ursula von der Leyen durante una reunión del Consejo Europeo Unión Europea

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Von der Leyen tumba la idea de Sánchez de pagar la Defensa con fondos europeos: cada país tendrá que costearse su subida

La factura del aumento del gasto militar se tendrá que pagar mayoritariamente con los presupuestos nacionales, lo que obligará a medio plazo a recortar otras partidas o subir impuestos.

Más información: Von der Leyen anuncia un plan de rearme para la UE cuyo objetivo es movilizar 800.000 millones de euros

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La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, desoye la petición del Gobierno de Pedro Sánchez de financiar con fondos europeos la mayor parte del masivo aumento del gasto militar requerido para hacer frente a la amenaza de Rusia y a la retirada de los EEUU de Donald Trump de Ucrania y probablemente del resto del continente.

De los 800.000 millones de euros del plan de rearme presentado por Von der Leyen para la cumbre de emergencia del 6 de marzo, apenas 150.000 millones (el 19% del total) son fondos europeos. Además, no se trata de subvenciones a fondo perdido sino de créditos a devolver, que aumentarán el ya elevado volumen de deuda de España. El resto del dinero tendrá que salir de los presupuestos nacionales de los Estados miembros.

En las últimas semanas, el Gobierno de Sánchez se ha movilizado en Bruselas para tratar de conseguir financiación europea para defensaEspaña está en última posición en gasto militar entre los 32 países de la OTAN: apenas llegó al 1,28% del PIB en 2024, todavía muy lejos del objetivo vigente del 2%. Trump reclama fijar una nueva meta del 5%, mientras que la UE y la Alianza Atlántica quieren situar el esfuerzo en el 3,5%.

El presidente del Gobierno choca con una doble limitación para acelerar la inversión en defensa: política y económica. Tanto su socio de coalición, Sumar, como sus aliados parlamentarios están en contra de esta carrera armamentística europea. La falta de apoyos suficientes le ha impedido aprobar Presupuestos desde 2023. Por otro lado, España tiene un margen de maniobra limitado para incrementar rápidamente su gasto militar debido a su elevado nivel de deuda: es el cuarto Estado miembro más endeudado de la UE, sólo superado por Grecia, Italia y Francia.

De ahí la insistencia del Gobierno en reclamar financiación europea para defensa, porque eso le permitiría sortear ambos impedimientos. Abrió fuego el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en el Eurogrupo del 17 de febrero, y le han seguido el propio Sánchez o el ministro de Exteriores, José Manuel Albares"Tenemos que movilizar unos recursos financieros suficientes que sean europeos y que no solamente reposen sobre los presupuestos nacionales, porque la amenaza es europea y por tanto la respuesta tiene que ser europea", alegaba Albares en Bruselas

Superando sus propias reticencias iniciales, Von der Leyen ha propuesto al final como parte de su plan de rearme un nuevo instrumento europeo que estará dotado con los mencionados 150.000 millones de euros. Se trata de un dinero que Bruselas captará en los mercados utilizando como garantía el presupuesto de la UE. Es decir, una especie de eurobonos como los del programa Next Generation.

La gran diferencia es por un lado el volumen: 150.000 millones frente a los 800.000 millones de Next Gen para hacer frente a la pandemia de Covid-19. Pero además el nuevo instrumento se basa únicamente en créditos, que computan para la deuda; mientras que Next Gen era una mezcla de subvenciones a fondo perdido y préstamos (en el caso de España, casi al 50%).

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante su rueda de prensa de este martes en Bruselas

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante su rueda de prensa de este martes en Bruselas Comisión Europea

¿Por qué Bruselas ha renunciado a las subvenciones para defensa? "Hemos elegido un instrumento que podemos activar ahora, de manera rápida y eficiente", responden fuentes comunitarias. El fondo de 150.000 millones no requiere unanimidad, sino que sólo hace falta mayoría cualificada y el hecho de que se base en créditos lo hace más digerible para Países Bajos y los 'frugales'. Pero el único beneficio que aportaría a España es pagar un interés más bajo que si se tratara de endeudamiento nacional.

¿Cómo se distribuirá el dinero? A diferencia de Next Generation, no habrá una clave predeterminada de reparto entre los Estados miembros, sino que los fondos se adjudicarán en función de los proyectos presentados por cada país. Bruselas dará prioridad a aquellos que respondan a necesidades de la UE (como sistemas de defensa aérea, artillería, munición o drones), así como a iniciativas de compras conjuntas entre varios Estados miembros. Tendrá preferencia la industria europea.

Sin embargo, la mayor parte de la factura de este gran salto adelante en defensa tendrá que pagarse con los presupuestos nacionales de cada país. Para ello, Bruselas propone activar las cláusulas de escape nacionales del nuevo Pacto de Estabilidad, de manera que la inversión en defensa no compute para el procedimiento sancionador por déficit o deuda excesiva.

Al mismo tiempo, a diferencia de lo ocurrido en pandemia, el Ejecutivo comunitario rechaza autorizar una barra libre de gasto a los Estados miembros por miedo a otra crisis de deuda. Se fijará un tope del 1,5% del PIB en gasto adicional por año (22.500 millones de euros en el caso de España), durante un periodo de cuatro años. A partir del quinto año, los Estados miembros ya estarán obligados a meter esta inversión adicional dentro del techo de gasto para no poner en peligro la sostenibilidad de sus cuentas públicas. "Es decir, aumentando los impuestos o reduciendo el gasto, no hay alternativa", señalan las fuentes consultadas.

Con esta flexibilización de las reglas de disciplina fiscal, Bruselas espera una inversión adicional de 650.000 millones en cuatro años procedentes de los presupuestos nacionales de los 27 Estados miembros. Además, la Comisión pondrá facilidades para que los Estados miembros redirijan a seguridad y defensa parte de los fondos estructurales que ya tienen adjudicados, aunque no ha puesto ninguna cifra a la financiación adicional que podría lograrse en esta partida. 

Finalmente, la presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Nadia Calviño, ha anunciado este martes que propondrá suavizar las restricciones que actualmente reducen su capacidad de invertir en proyectos de defensa, así como eliminar el tope de 8.000 millones que tiene actualmente para otorgar financiación en este ámbito. Sin embargo, la exvicepresidenta del Gobierno tampoco ha puesto nuevas cifras para la industria militar europea.