
Una niña kurda, en las celebraciones de Hasaka por el desarme del PKK anunciado por Öcalan. Reuters
¿Ha muerto la lucha armada de los kurdos? Estos expertos saben que es demasiado pronto para que Erdogan cante victoria
Los observadores consultados por este periódico no descartan que se produzca una nueva escalada de ataques, como ya sucedió en Ankara en octubre.
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Día histórico en Turquía. Supuestamente. El líder y fundador del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Öcalan, hizo hoy un llamamiento a deponer las armas y a la disolución del grupo, considerado terrorista por Ankara, Bruselas y Washington. Pero el éxito de este punto de inflexión en una lucha de más de cuatro décadas y 40.000 muertos dependerá de la respuesta de sus diferentes facciones, que en anteriores negociaciones de paz sabotearon el proceso con ataques terroristas.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, ve en esta invocación una oportunidad para consolidar su legado como líder histórico y prolongarse en el poder. Sin embargo, aún hay desafíos importantes, señalan a EL ESPAÑOL expertos que destacan una muy probable resistencia interna dentro del PKK, la debilidad de los kurdos en Siria y la influencia de una situación regional compleja, con Estados Unidos deseando abandonar Oriente Medio y dejar a Israel como el sheriff local.
“En primer lugar, no deberíamos llamar a esto un proceso de paz, porque en un proceso de paz hay negociaciones entre ambas partes”, explica a EL ESPAÑOL Ömer Özkizilcik, experto del Atlantic Council. Lo que ha sucedido hoy es diferente: Öcalan ha pedido de forma unitaria el desarme y la disolución del PKK y de sus grupos afiliados. “Es un logro histórico, porque el PKK pone fin a su lucha por orden de su líder”, prosigue el experto, “pero todavía tenemos que ver si el PKK seguirá esta orden o si la rechazará”. Además, Öcalan no ha exigido ni una federación, ni una región autónoma ni la protección de los derechos culturales de los kurdos. Ha dicho que no hay necesidad de todo esto debido a nuevas dinámicas.
Coincide en ser cauteloso y además escéptico Murat Aslan, experto en inteligencia de la Universidad Hasan Kalyoncu, en declaraciones a este diario. “Tenemos que esperar la decisión del PKK en los Montes Kandil (sede del grupo en Irak, en la frontera con Irán), porque ahora están obligados a convocar un congreso y decidir si van a disolverse”, dice el profesor, quien sugiere que si el desarme del PKK es real debería haber un marco legal y un proceso de amnistía para combatientes no involucrados en actos terroristas, “de lo contrario, no me lo creo”, apostilla.
La analista Ezgi Basaran ha destacado en sus redes sociales la renuncia de Öcalan (pronunciado ‘Ochalan’) a las bases ideológicas y demandas de federación o autonomía “también en sus ramas afiliadas, en especial la siria”, donde las SDF (Fuerzas Democráticas Sirias) colaboran con el PKK e intentan negociar su estatus en una transición muy delicada. Mientras que otros politólogos, como Gönül Tol, del Middle East Institute, llevan semanas anunciando lo que ha sucedido hoy como consecuencia de un diálogo entre Öcalan y Ankara.
El presidente Erdoğan busca el desarme completo del PKK y sus afiliados en Siria e Irak, lo que consolidaría su legado político al resolver un conflicto de décadas. “Si esto tiene éxito, Erdoğan será una leyenda en Turquía”, sobre todo tras la victoria de su protegido, el exyihadista Ahmed al-Sharaa, en Siria. El turco sería considerado “el segundo padre fundador de Turquía”, a la altura de Mustafa Kemal Atatürk, explica Özkizilcik. Su popularidad se dispararía para postularse a un nuevo mandato presidencial, actualmente limitado por una Constitución para cuya modificación necesita el apoyo de los partidos pro-kurdos. Tanto ese cambio constitucional como unas elecciones anticipadas serían escenarios realistas, según el experto.
Sin la amenaza del PKK, Turquía podría usar todo el presupuesto que se dedica a la lucha antiterrorista para el beneficio del país, que pasa por una crisis económica autoinfligida por el propio Erdoğan y su visión islámica de los tipos de interés que obliga a mantener bajos (cree que los tipos altos benefician a los “lobbies financieros”, que asocia con los judíos). Esto ha disparado la inflación y reducido su apoyo electoral a mínimos en dos décadas de poder. Una política económica poco ortodoxa, como ha analizado el premio Nobel de Economía Daron Acemoğlu.
No obstante, los observadores no descartan que se produzca una nueva escalada de ataques, como ya sucedió en Ankara en octubre, cuando se anunciaron conversaciones entre el socio político de Erdoğan y Öcalan. La decisión del líder encarcelado desde 1999 en la prisión de Imrali, una isla al sur de Estambul, podría debilitar el apoyo que tiene en el partido pro-kurdo DEM.
¿Qué busca Öcalan con este anuncio? Los observadores consideran que el guerrillero espera jubilarse fuera de la cárcel y conseguir la liberación o la mejora de las condiciones de otros presos kurdos, como el político Selahattin Demirtaş, encarcelado por Erdoğan al igual que otros miles de miembros de la oposición, y pesar de la condena de la Corte Europea de Derechos Humanos. Lo que queda claro es que el PKK ha perdido la guerra con Turquía, así que poco puede exigir el kurdo.
Las consecuencias más inmediatas serían, pues, divisiones internas en el seno del PKK, con los líderes en Kandil y con las facciones en Siria (SDF/YPG). “No espero que sea fácil -señala Aslan- porque los líderes en Irak o Siria ven esto como una debilidad. Además, la organización en Siria, las SDF o YPG, ya lo han rechazado”, asegura. En efecto, el comandante en jefe de las YPG, Mazlum Abdi, ha declarado que el anuncio de Öcalan “solo concierne al PKK y no tiene nada que ver con nosotros en Siria”. No obstante, las informaciones sobre este rechazo son contradictorias.
Repercusiones en Siria
Las SDF, que colaboran con el PKK y sufren una decaimiento similar, anunciaron en los últimos días su deseo de integrarse en el nuevo gobierno, aunque no están claros los términos ni si Damasco ha aceptado, ya que estarían exigiendo cierta autonomía militar, que tanto Turquía como Sharaa rechazan de pleno, así como cualquier tipo de federalismo similar al del norte de Irak. La solución pasaría por una cierta descentralización.
Pero la volatilidad de Donald Trump y su desinterés por Siria dejaría aún más expuestas a estas facciones a las que prestó apoyo en la lucha contra el Estado Islámico. “Simplemente no sabemos si Trump sabe dónde está Siria en el mapa, y mucho menos si le importa el futuro del país”, señaló a los medios Julien Barnes-Dacey, analista del ECFR, quien da por hecho de que Washington ha dejado en manos de Benjamin Netanyahu la gestión de la región.
Estas facciones kurdas del noreste de Siria están en una situación muy frágil tras perder el apoyo de Rusia y de Irán, con los que intenta recuperar la alianza, y el statu quo que mantenía con el derrocado régimen de Asad. Algunas fuentes indican que podrían estar negociando con Israel, que ha invadido el sur de Siria. “Si las SDF aceptan la llamada de Öcalan, esto le daría más margen de maniobra a su líder, Mahmoud Mahdi, en sus negociaciones con (el nuevo gobierno de) Siria para su desarme e integración política, así como con la entrega de áreas árabes a Damasco”, explica Özkizilcik.
Este y otros retos de la transición siria deberían haberse tratado en la Conferencia de Diálogo Nacional convocada esta semana en Damasco por Sharaa, a la que no fueron invitados los kurdos, ni otras minorías y personalidades relevantes en la sociedad siria. Los observadores la ven como una simulación de democracia en un gobierno que se muestra cada vez más autoritario y menos empático con una población devastada.
Relaciones con el Kurdistán iraquí
En el norte de Irak, región rica en petróleo, el gobierno regional kurdo (KRG) ha acogido con beneplácito el anuncio de Öcalan, ya que el PKK ha sido una fuente de tensión con Turquía. “El PKK ha atacado a los Peshmerga, el ala militar del gobierno regional, y tenían disputas”, explica Aslan. Además, Ankara y Erbil mantienen fuertes relaciones en seguridad, comercio y energía. Turquía ha facilitado la exportación del petróleo kurdo a través del oleoducto Kirkuk-Ceyhan, lo que ha permitido al KRG vender su petróleo de manera independiente del gobierno central de Irak.
Si el PKK se desarma, ya no habrá necesidad de operaciones transfronterizas en el norte de Irak, lo cual sería positivo para la región.
El PKK nació con una ideología marxista-leninista y maoísta en 1978 con el objetivo de establecer un Kurdistán independiente y socialista, liberando a la población kurda de la “opresión capitalista turca”. Aslan insiste en recordar que la realidad kurda en Turquía es mucho más heterogénea y compleja, ya que entre los kurdos hay tanto izquierdistas como nacionalistas turcos o conservadores islamistas, y según la Constitución sus derechos están protegidos como los de los turcos. No obstante, los grupos pro-kurdos de izquierdas denuncian que no se respeta ni su lengua ni sus tradiciones culturales. En las últimas dos décadas, el PKK había derivado hacia una exigencia de confederalismo democrático, y más recientemente a un modelo descentralizado con elementos feministas, anticapitalistas y ecologistas.