Hace unos días, Roger Hodgson ofreció un extraordinario concierto en el Royal Albert Hall de Londres. A sus 69 años, el exSupertramp está en tan buena forma que dejó para los bises Fool's Overture, esa pieza tan enrevesada e hipnótica que fácilmente podría considerarse una de las grandes canciones de la segunda mitad del siglo pasado.
El Stone Mick Jagger ya se muestra tan efervescente como siempre en su propio twitter, tal vez para mostrar la fortaleza de su estado de salud después de que le reemplazaran una válvula aórtica el pasado mes de abril. Y su compañero Keith Richards, de 75 años, los mismos que Jagger, ya ha enviado un mensaje por la misma vía diciendo que vuelven a la carretera este verano y que quieren ver a todos los fans allí, una vez más.
Jackson Browne, con su séptima década recién estrenada, ofrece cuatro -¡cuatro!- conciertos en el mítico Beacon Theatre neoyorquino el mes próximo, en medio de una triunfante gira por Estados Unidos. Tan delicioso como siempre ahora también incombustible el músico de California.
En la otra orilla norteamericana, Bruce Springsteen anuncia la publicación de un nuevo disco estos días, si bien los dos temas que ya se conocen no han recibido los halagos a los que su música y su talento están acostumbrados. Más interesante que Western Stars puede resultar Thunder Road, la película de Jim Cummings que ganó en Sundance y que está capturando buena parte de la atención cinematográfica en el mundo anglosajón. En cualquier caso, el Boss, de 69 años, después de este paréntesis sin la E Street Band, ya ha confirmado a Rolling Stone que hará un nuevo disco de estudio con su banda de siempre en 2020, y que habrá una gira de apoyo.
Este mismo viernes se estrena en España Rocketman, el filme que narra la complicada vida de Elton John. Se trata de una película valiente y comprometedora, en la cual el cantante ajusta cuentas con muchas de las sombras de su portentoso y en ocasiones afligido pasado. El filme llega en medio de la gira mundial con la que el británico, de 72 años, se va a despedir definitivamente del público tras medio siglo de una tormentosa y brillante carrera.
Resulta asombroso cómo todos estos grandes músicos continúan alargando y también agrandando su legado, a una edad a la que numerosos ciudadanos tienen problemas para cruzar la calle. Es posible que tuviera toda la razón Miguel Ríos: los viejos rockeros nunca mueren. Al granadino, que ya cumplió 74 años, se le podrá disfrutar en Córdoba en el mes de julio.
Si escuchar música tiene un evidente componente terapéutico, quizá hacerla suponga que se multipliquen sus beneficios. Solo así puede entenderse la creatividad y la energía de estos grandes músicos -y otros muchos- quienes, sin una motivación económica que les obligue a hacerlo, continúan recorriendo los países con sus melodías a cuestas.
“La voz aún me funciona”, explicó Hodgson hace una semana, “y me llena de alegría ver cómo la gente recuerda y disfruta de mis canciones por todo el mundo”. Quizá sea eso, la alegría que producen, la felicidad que transmiten. ¿Qué mayor motivación podría haber para seguir vivo?