A la izquierda, Ana Rosa en pleno tratamiento contra el cáncer; a la derecha, su imagen en la recta final del tratamiento.

A la izquierda, Ana Rosa en pleno tratamiento contra el cáncer; a la derecha, su imagen en la recta final del tratamiento. Instagram

Reportajes

Los 11 meses de Ana Rosa alejada de la televisión para luchar contra el cáncer: yoga, toros...

La presentadora, que se ha refugiado en su familia durante este tiempo, regresa el próximo lunes 10 de octubre a televisión tras un año apartada de los focos. 

9 octubre, 2022 02:42

Para la reina catódica, el 2 de noviembre de 2021 significó un punto de inflexión. La vida de Ana Rosa Quintana convirtió su programa matutino en un confesionario abierto al público. Mirando a cámara, abrió el corazón: “Hoy voy a hablar de mí. Normalmente no he faltado a mi cita con vosotros, ni siquiera en pandemia, pero estoy tan agradecida a todos los que me habéis traído aquí durante estos 17 años que tengo que compartir con vosotros lo más duro que me ha pasado en la vida. Hoy me quiero despedir una temporada que espero no sea muy larga. Me han encontrado un carcinoma en una mama”.

Fundido a negro. Las reinas también se exilian para asumir y convivir en la intimidad con los mismos problemas que el resto del pueblo. En este caso, el cáncer no conoce riquezas, estatus, famas y anonimatos. Es un elemento catalizador que democratiza al ser humano. ¿Peligraría el imperio matinal creado en 2005? Sus sucesores, Joaquín Prat, Patricia Pardo y Ana Terradillos se enfrentaban a la sempiterna tiranía del mando a distancia que, al fin y al cabo, es el auténtico soberano.

Ana Rosa descansaba en su residencia madrileña junto a su marido, el ingeniero Juan Muñoz y sus dos hijos, los mellizos Jaime y Juan, que el próximo 8 de noviembre alcanzan la mayoría de edad. Su primogénito, Álvaro (35), abogado experto en Derecho Penal, Derecho Penitenciario y Compliance, está casado con la psicóloga clínica Ana Villarrubia, quienes han sido dos bastiones de vital importancia para su recuperación. Estaba en buenas manos. Su oncóloga, Isabel Alonso, ha estado muy pendiente de ella. De repente, la periodista se vio envuelta en el universo, que no onírico, de las mamografías, biopsias, sindometrías, tomografías, analíticas o resonancias magnéticas en el Hospital Nuestra Señora del Rosario.

Ana Rosa Quintana en una de sus intervenciones durante su ausencia en televisión.

Ana Rosa Quintana en una de sus intervenciones durante su ausencia en televisión. Europa Press

No era la primera vez que la Quintana recibía un susto de estas características. Antes de empezar las vacaciones veraniegas, en julio de 2010 le diagnosticaron un tumor de grado uno en una de las mamas y le operaron el 2 de agosto. Tan solo necesitó radioterapia. La quimio quedó en el olvido.

En la productora Unicorn el desasosiego se olía en el ambiente, pero a ilusión no les ganaba nadie. Había que seguir galopando y apostando a caballo ganador. La última semana que estuvo frente a las cámaras -del 25 al 29 de octubre- tuvo una cuota de pantalla del 21,7% y 610.000 espectadores, el mismo día del anuncio de su enfermedad -2 de noviembre- fue del 21,2% y 634.000 televidentes y una semana después de su ausencia, concretamente el 11 de noviembre, bajó ligeramente hasta alcanzar el 19,3% y los 556.000 telespectadores. No cundió el pánico. Seguían liderando la franja de la mañana.

[Ana Rosa Quintana ya tiene fecha para volver a la televisión tras un año apartada de las cámaras]

El hecho de que no se la viera durante el desayuno, el almuerzo y la comida no significaba que la profesional estuviera de brazos cruzados o en el lecho del dolor. El optimismo ha sido una carta primordial durante este bache de salud y así lo mostró cuando apenas dos semanas después acudió a un restaurante madrileño para comer con Omar Montes (34). Nadie conocía esta relación tan cercana, pero hay una explicación.

La productora Unicorn Content que Ana Rosa fundó junto a su íntima Xelo Montesinos había sido la encargada de realizar junto a Mediaset España y Beta Spain la serie documental de cuatro episodios El principito es Omar Montes. A la salida del establecimiento se palpó el sentido del humor. “Por favor, dejadnos nuestro espacio, nos estamos conociendo”, afirmaba divertido el intérprete de Alocao y ex pareja de Chabelita (26). Por su parte, la presentadora no dejaba de sonreír y de confesar a los medios que “me encuentro, como veis, estupendamente, muchas gracias”.

Ana Rosa Quintana junto al cantante Omar Montes

Ana Rosa Quintana junto al cantante Omar Montes Instagram

Durante casi un año, las apariciones públicas de Ana Rosa se pueden contar con los dedos de una mano, pero siempre se le ha visto calmada y sonriente. Tras cuatro meses de quimioterapia que “lo he llevado bien, como si fuera un trabajo”, comentaba a algunos compañeros de prensa, a su regreso vacacional la pasada Semana Santa de Sotogrande (Cádiz), donde posee un chalé adosado con vistas al mar, se sometió a una intervención quirúrgica. Posteriormente llegó la radioterapia.

Su refugio en Andalucía y su finca extremeña cercana a Jarandilla de la Vera, donde Alejandro Sanz también tiene una propiedad, han sido el entorno ideal para una (rápida) recuperación. Entre olivos, gallinas, verduras y el olor a mar, Ana Rosa estaba en comunión con la naturaleza. Pero lo fundamental era reencontrarse consigo misma y, para ello, echaba mano del yoga.

Carmen Cánovas es su profesora en esta disciplina y, a través de su cuenta oficial en Instagram, junto a una foto de la presentadora en posición sentada (Sukhasana), transmitía ánimos a todas las personas que padecen la enfermedad porque mejora la calidad de vida. “Ya hay estudios sobre la efectividad del yoga como apoyo en pacientes con cáncer de mama. Hemos trabajado fuerza, equilibrio, respiraciones, reducido los niveles de cortisol, mejorado el descanso…”, escribía Cánovas, siendo consciente de lo doloroso que era el esfuerzo para realizar las diferentes posturas.

Otra parte fundamental ha sido la alimentación. ¡Adiós al azúcar, las grasas, el alcohol y los alimentos ultraprocesados!. ¡Bienvenido lo ecológico! En la cesta de la compra se podían encontrar verduras, frutas, muesli, yogures, espaguetis, harinas… “Estoy muy bien, lo he estado durante todo el proceso, que es duro, no lo voy a negar, pero he tenido la suerte y lo he llevado bastante bien”, admitía en una de sus salidas hace varios meses.

“Es una jabata”, admite tajantemente Chelo García-Cortés, que tras su debut en televisión con Jordi González en Les 1000 i una (1997), la siguiente fue Ana Rosa en Sabor a ti (1998-2004). Desde ese momento surgió entre ellas una relación especial. No son de verse todos los meses, pero saben que se tienen la una a la otra “porque en los momentos más importantes y dolorosos de mi vida ha estado ahí. Y yo también estoy, aunque sea en la distancia”.

Ana Rosa Quintana durante su etapa alejada de los focos.

Ana Rosa Quintana durante su etapa alejada de los focos. Europa Press

Desde que anunció su enfermedad hasta la actualidad “no la he visto personalmente, pero hemos estado en contacto por whatsapp. De hecho, hace diez minutos le he escrito las ganas inmensas que tengo de volverla a ver”. Y lo harán en algún lugar de los estudios de Telecinco. “Es una persona que huye de la tragedia -matiza-, es súper fuerte y positiva. No es la primera vez que lucha así que vamos a estar muy pendientes del ‘buenos días, ya estoy aquí”.

Nada explícito fue Alessandro Lequio (62), quien no quiso compartir la alegría de este regreso con EL ESAPÑOL cuando nos pusimos en contacto con él. Tan solo un whatsapp como respuesta: “En mi Instagram encontrarás lo que buscas. Un saludo”. Dicho y hecho. Esto es lo que escribió: “Lo que me gustó es que va a volver con más fuerza y ganas que nunca… Y va a llegar en un momento fundamental para España en el que Ana y solo Ana tiene mucho que aportar. A nivel personal yo ya necesito que vuelva por la seguridad y la fuerza que me da… Y sinceramente creo que ella ya tiene ganas”.

Nada que ver con la personalidad de Joaquín Prat (47), quien siempre ha demostrado su honestidad, lealtad, fidelidad y compañerismo. Junto a Ana Rosa forma un matrimonio profesional tan tierno como el que mantuvo su padre, el añorado Joaquín Prat, con nuestra chica de la tele made in Spain, Laura Valenzuela (91). El Español ha hablado con el comunicador.

Ana Rosa Quintana junto a Joaquín Prat durante la emisión de uno de los programas.

Ana Rosa Quintana junto a Joaquín Prat durante la emisión de uno de los programas.

— ¿Cómo habéis vivido este año de ausencia?

Con incertidumbre, ansiedad y esperanza. Teníamos la sensación de que faltaba la pieza más importante, y también teníamos la sensación casi de angustia de que estás parcheando constantemente y no ves el horizonte más inmediato. Siempre planeaba la incertidumbre de si va a volver y si lo hace, si va a ser de la misma manera. Y mira, ya la tenemos casi de vuelta.

— ¿Cuántas veces os habéis visto durante este tiempo?

Como unas seis o siete veces, tres de ellas visitándola en su casa. Y otras hemos hecho quedadas que eran como un chequeo (sonríe) del tipo “hola, ¿qué tal?”, “estoy bien”, “no os preocupéis por mí”. La fiesta de la productora donde nos reencontramos todos el pasado junio fue como su vuelta en sociedad (allí apareció con el pelo muy cortito teñido de rubio).

— ¿Cuándo fue la última vez que hablasteis?

Ayer miércoles. Es que, por encima de todo, Ana es mi amiga. Cuando le dije a mi hijo que la tía Ana iba a volver a trabajar me dijo que quería hablar con ella. La llamamos y Joaquín, que es su ahijado, le dijo: “Estoy muy contento de que te hayas recuperado y que estés de vuelta al trabajo”. Fue algo espontáneo. Los niños son como esponjas porque están al tanto de las situaciones y leen perfectamente la realidad.

— Todo son palabras bellas…

Fundamentalmente porque Ana Rosa es una buena persona ya que como profesional está fuera de toda duda.

— ¿Cómo crees que va a ser su regreso?

Eso lo sabe ella mejor que nadie, pero seguro que vuelve como si debutase. Sin saber exactamente lo que a poder dar de sí misma. Eso nunca se sabe. Es como si has estado en pretemporada y de repente juegas de titular el primer partido de Liga. Para ella se trata de una incertidumbre, pero para eso estamos nosotros, para acompañarla. Ella quiere que esté a su lado. Así que estaré arropándola y al quite. De fiel escudero.

Ana Rosa Quintana en otra de sus intervenciones durante su ausencia en televisión.

Ana Rosa Quintana en otra de sus intervenciones durante su ausencia en televisión.

De tanto en tanto, Ana Rosa se daba algún placer para el cuerpo. En mayo acudió a una de las corridas de San Isidro en Las Ventas para ver a Morante de la Puebla, donde estuvo muy bien acompañada por su amiga Cristina Tárrega. 

A su salida tranquilizó a todos los que se preocupaban por ella: “Estoy bien, estoy estupendamente, muchas gracias. Empezando la vida otra vez. Creo que ya lo hemos superado, ya veremos”, admitía ante los reporteros. Y en julio acudía junto a su esposo al Festival de Flamenco Trocadero en Sotogrande para disfrutar de la actuación de la compositora y cantaora Mayte Martín (57).

Son muchas las ganas de su entorno televisivo para que vuelva al ruedo. Mientras está de vacaciones en Sicilia, Paloma Barrientos, que está desde la primera temporada en El programa de Ana Rosa, confiesa a quien escribe estas líneas que “Ana Rosa no es que sea mi jefa, es que es mi amiga desde hace miles de años, desde antes de que se casara con Alfonso Rojo, con eso te lo digo todo. Hemos pasado travesías en el desierto y también momentos buenos, estupendos y maravillosos como el nacimiento de Alvarito, el de mis hijos, sus gemelos… Para mí es una campeona, una mujer que ha visibilizado la palabra cáncer al hacer que lo que hasta hace muy poco estaba prohibido ahora esté más normalizado. En su caso no tenía metástasis, pero como nos decía a las amigas, ‘es una putada’. Su vuelta es una gran alegría. La última vez que estuvimos juntas fue en septiembre. Antes ya habíamos pasado la época de la peluca, el pañuelo, el pelito corto… A las amigas nos lo dijo antes de que saliera en el programa, pero cuando escuchamos su confesión no pudimos evitar que se nos saltaran las lágrimas”.

Ana Rosa junto a sus compañeros de programa este verano.

Ana Rosa junto a sus compañeros de programa este verano. Instagram

La cuenta atrás ya ha empezado. “Me siento como una novata en su primer día de programa. Han pasado once meses y estoy deseando reencontrarme con mis compañeros, con los espectadores…”, confesaba hace unos días Ana Rosa a diferentes reporteros.

El viernes, Joaquín Prat desvelaba una exclusiva largamente esperada ya que José Ortega Cano concederá su primera entrevista en televisión para poner los puntos sobre las íes a todas las polémicas sobre su matrimonio y el resto de la familia. Y, cómo no, la elegida ha sido Ana Rosa Quintana. En su última aparición pública hace un par de días, exclamó a los cuatro vientos que “todo este tiempo he recibido mucho cariño”.

Durante estos once meses, Cristina Tárrega ha sido una especie de baluarte. Han vivido a tope las cuatro estaciones. Aunque a veces hubo periodos en los que no era primavera, “en su vocabulario jamás ha existido la palabra no puedo o me rindo”, asevera la afamada periodista y presentadora valenciana. Durante este proceso ha crecido interiormente y, al igual que otras montañas rusas que depara la vida, “hay cambios en las prioridades porque aquí te das cuenta de quiénes son personas y quiénes seres humanos”.

Con una dialéctica impecable, Cristina revela que aquel 2 de noviembre echó la carta a los Reyes Magos y, por fin, este lunes llega el regalo. “Es lo que se denomina plazos cumplidos. El Señor nos ha permitido que esté ahí. El lunes estaré en mi casa abriendo ese regalo, viendo a Ana Rosa en directo. En mi silencio viviré todas las emociones de que mi amiga esté en antena”. Que este reportaje sirva para homenajear no ya a estas grandes luchadoras, sino también a sus compañeros y compañeras de vida que, en silencio también sufren. Gracias, papá.