Las próximas horas, claves para la evolución del niño que desapareció con su abuelo en Huelva

Su destino cambió el pasado miércoles cuando su abuelo Antonio Blanco Gil, de 55 años, lo llevó consigo desde la localidad onubense de Manzanilla a Almonte, donde residen sus padres, y sufrió un infarto diabético en el interior del vehículo, falleciendo ese mismo día.

Tras ello, Daniel pasó toda esa noche metido en el coche con su abuelo ya fallecido, con unas malas condiciones meteorológicas, hasta que un cazador de zorzales descubrió a ambos aparentemente inconscientes el jueves por la mañana en un camino cercano y avisó a la Guardia Civil. 

Antonio ya estaba fallecido, según la autopsia, que reveló, aseguraron a este periódico fuentes de la familia, que murió el mismo miércoles a las 20,00 horas. Y el pequeño fue trasladado en primer lugar al centro de salud de La Palma del Condado y, posteriormente, en helicóptero al citado hospital sevillano. Allí ingresó en coma por hipotermia, falta de oxígeno e hipoglucemia.

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Desde entonces, Daniel pelea por salvarse. La madre del pequeño, María Rodríguez, de 20 años, y su padre, Antonio Blanco, de 21, hijo del difunto abuelo, siguen su evolución con gran preocupación. Continúan las esperanzas de que se recupere, pero su estado sigue siendo muy crítico.

El niño sigue sedado y con respiración asistida. Lo positivo es que el corazón le late por sí solo, según apuntó su madre el pasado viernes, y que no ha requerido ninguna operación. 

La madre de Daniel, María Rodríguez, habla con los periodistas a la entrada del Hospital Infantil Virgen del Rocío de Sevilla. Efe

EL ESPAÑOL ha hablado en las últimas horas con familiares del menor que aseguran que el pasado sábado tuvieron un efímero rayo de esperanza. Le bajaron la sedación y empezó a responder. El pequeño habría apretado la mano a uno de los sanitarios que le atienden incluso, sin embargo el padre del menor ha asegurado este mismo lunes que, según los médicos, la reacción pudo deberse a propios espamos. Por tanto, se mantiene estable dentro de la gravedad.

La madre afirmaba el pasado viernes que los médicos "creen que el niño se va a recuperar, que vamos a poder salir de esta y que va a salir corriendo del hospital", pero que hasta este lunes las horas serían claves. Ese mismo día también confirmó que las pruebas de toxicología practicadas al menor habían dado negativo. Es decir, que no ingirió ningún tipo de medicamento.

Tras el resultado de la autopsia, la sombra del suicidio se ha ido diluyendo. Su familia lo negó desde un primer momento, aunque Antonio estaba en tratamiento psicológico porque sufría depresiones tras jubilarse anticipadamente a causa de un accidente laboral. El hombre era capataz agrícola y sufrió una caída por la que tuvo que dejar de trabajar. Desde entonces y desde que Daniel nació, el pequeño "era su vida y su pasión".

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Sí reconocen fuentes familiares que había intentando suicidarse, al menos, en dos ocasiones anteriores. Su familia también sostiene que la forma en la que apareció el vehículo, chocado contra una valla metálica, denota que el hombre pudo perder el control del mismo a causa del desvanecimiento que sufrió.

Imagen del vehículo de Antonio, el vecino de Manzanilla desaparecido con su nieto. Cedida

De hecho, aunque el mismo día que desaparecieron ambos, la madre del menor llegó a declarar ante los medios que el hombre se había tomado "un porrón de pastillas" antes de marcharse, días posteriores señaló que, según su psicólogo, "no estaba tan mal" y que la medicación que estaba tomando era "para el corazón y la diabetes".

También a medida que pasan las horas y el pequeño va evolucionando, las tensiones entre ambas familias por lo sucedido han ido disminuyendo y la abuela y tía paterna del niño han acudido al citado hospital a interesarse por su estado de salud.

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Por su parte, el Ayuntamiento de Manzanilla por el momento ha descartado decretar algún día de luto oficial tras su muerte. A la espera de que el menor se recupere, en las próximas jornadas inaugurarán el alumbrado de Navidad, pospuesto tras lo ocurrido, y de alguna manera quieren hacer partícipe al menor si todo evoluciona favorablemente y abandona el hospital en periodo navideño.