La familia de Abdel acusa a la delegada del Gobierno en Melilla de su muerte y anuncia acciones legales contra el Hospital

Nayma preparó las maletas para volar a Granada y visitar a su sobrino, Abdel. En el aeropuerto de Melilla, equipaje en mano, una terrible llamada hizo saltar los planes por los aires. Le comunicaron el fallecimiento de Abdel, de tan sólo 25 años. "Estamos muy mal. Estábamos a punto de coger el avión e ir a verle, pero no hemos llegado a tiempo". Entre sollozos y con la voz quebrada, Nayma traslada estas palabras a EL ESPAÑOL vía telefónica sobre el deceso.

"Ayer se presentó la delegada del Gobierno (de Melilla) en Granada para preguntar qué había pasado. Se ha enterado del caso por la prensa. Es la máxima responsable de que no hubiera oncólogos en Melilla. No sabe de lo que pasa en su ciudad", sostiene la portavoz de la familia de Abdel achacando la muerte de su sobrino a Sabrina Moh Abdelkader, la delegada del Ejecutivo en la ciudad autónoma.

Completando las gestiones pertinentes para trasladar el cuerpo de Abdel a Melilla y que sus allegados puedan darle el último adiós, Nayma asegura que la familia "se encargará de poner todo en su sitio" cuando el duelo remita. En este sentido, confirma que emprenderá acciones legales contra el Hospital Comarcal de Melilla. "Yo me quedé con él hasta que se lo llevaron a Granada. Su mamá, papá, hermanos y más tíos estaban en el hospital con él. Tenía los pulmones encharcados…", recuerda Nayma con una profunda tristeza.

Un avión medicalizado lleva 'in extremis' a Abdel, con cáncer terminal, a Granada: "En Melilla estaban dejándolo morir"

Natural de Melilla, Abdel era técnico superior en Mantenimiento, estaba casado y no tenía hijos. Hace dos años, el joven melillense comenzó a experimentar un leve malestar en su cuerpo. Más tarde, los síntomas empeoraron y desembocaron en vómitos, dolor punzante o cansancio excesivo. Acudió al hospital de Melilla para recibir un diagnóstico y descifrar qué sucedía en su organismo. Pero en el centro sanitario no había oncólogos que averiguar las dolencias.

Finalmente, fue trasladado de urgencia, a través de un avión medicalizado, al hospital granadino Virgen de las Nieves. Allí, recibió un diagnóstico, pero sus dolores habían avanzado sin cesar. El joven padecía un cáncer gástrico en fase 4, una etapa de la enfermedad muy avanzada que, más tarde, le arrebató la vida. Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, la tasa de supervivencia estimada para este tipo de cáncer estomacal es de cinco años. 

Por su parte, el presidente de la ciudad autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, ha publicado en su perfil de X que "el PP llevará el gravísimo caso de los melillenses Abdel a las Cortes convocando a la Ministra de Sanidad para exigirle responsabilidades". Asimismo, Imbroda ha expresado sus condolencias a la familia afectada.

"¡Tiene abandonada a la Sanidad melillense, que es de su competencia exclusiva!", añadió el dirigente popular en su texto. En esta línea prosigue la vicepresidenta segunda del Ejecutivo melillense, Fadela Mohatar: "Es demencial que tengamos que soportar este vacío sanitario que azota la salud de todos".

"No es normal lo que hemos vivido", comentó su tía. "No es normal que hayamos tenido que gritar, pelear, discutir con los médicos para que hicieran lo que tenían que hacer", declaró la portavoz familiar a este diario días antes de la tragedia.